“Hay que elegir entre la libertad y el caos”: Harris

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“Hay que elegir entre la libertad y el caos”: Harris

(France24).-Pistoletazo de salida en la carrera presidencial de Kamala Harris. Fue en Wisconsin, dentro de la escuela secundaria West Allis Central, donde el Partido Republicano sostuvo su convención nacional hace unos días y este martes, muy cerca de allí, la actual vicepresidenta estadunidense sostuvo su primer acto de campaña oficial para alcanzar la candidatura presidencial demócrata, dos días después de que Joe Biden renunciara a la nominación y respaldara sus aspiraciones de liderar la Casa Blanca.

En medio de ovaciones, Harris, visiblemente emocionada por perseguir la nominación, inició su intervención agradeciendo el apoyo mostrado por el público, pero también utilizando unos minutos para expresar su gratitud con el presidente estadounidense, a quien le reconoció su longevo “legado” en el servicio público, resaltando su carrera política, y afirmando que es un “honor servir como su vicepresidenta”.

Entrando de lleno al tema de la carrera por la Casa Blanca, Harris comenzó describiendo al estado de Milwaukee como uno de los más importantes en la contienda, apelando por convencer al electorado local y atacando la figura de su rival en la contienda, Donald Trump, a quién calificó, indirectamente, de ser un “agresor” y “depredador”, apelando también a su propio pasado como fiscal para proponerse como una oposición total a lo que representa el exmandatario.

“Me enfrenté a agresores de todo tipo. Depredadores que abusaban de las mujeres. Defraudadores que estafaban a los consumidores. Tramposos que rompían las reglas para su propio beneficio. Así que escúchenme cuando digo que conozco al tipo de Donald Trump”, mencionó Harris, agregando que estaba dispuesta a comparar su “historial” con el de Trump “cualquier día de la semana”.

Harris, mucho más activa y confrontacional que Biden en los últimos meses de su campaña, se mostró al público como una antítesis del también magnate neoyorquino, con un discurso que exaltó el escenario electoral como un evento de importancia existencial para Estados Unidos, en el que, de acuerdo a la demócrata, el país está a las puertas de escoger “entre la libertad y el caos”.

 

Wisconsin, un estado clave

 

La vicepresidenta eligió Wisconsin para el primer acto de su campaña. Se trata de un campo crítico en la batalla electoral, a donde llegó este 23 de julio después de que se conociera que cuenta con el apoyo de suficientes delegados para confirmarla como la candidata presidencial del Partido Demócrata, con 2.500, muy por encima de los 1976 necesarios, según una encuesta de la agencia de noticias estadounidense AP.

Espero aceptar formalmente la nominación pronto.

Si bien su nominación aún debe ratificarse de manera oficial, previsiblemente en la Convención Nacional Demócrata programada para el próximo agosto, se espera que solo sea un trámite.

“Estoy orgullosa de haber conseguido el amplio apoyo necesario para convertirme en la candidata de nuestro partido (…) Espero aceptar formalmente la nominación pronto”, subrayó Harris en un comunicado.

Sin tiempo que perder, la exsenadora y exfiscal se adentró en la campaña. Quedan menos de cuatro meses para las elecciones presidenciales en las que el representante de la bancada azul se enfrentará al candidato republicano y exmandatario Donald Trump, quien desde hace semanas recorre el país para movilizar las bases conservadoras y atraer a votantes indecisos.

No es fortuito que Harris haya hecho en Wisconsin la primera parada de su campaña. Se trata de uno de los denominados estados péndulos o indecisos. Es decir, donde no se registra un patrón definido de voto para alguno de los dos partidos políticos, eso ha cambiado elección tras elección. Y hacia donde los electores de esos lugares inclinen la balanza será crucial para definir quién será el próximo presidente de Estados Unidos.

Según análisis de organizaciones como Brennan Center for Justice y USAFacts, para este año hay seis ‘swing states’, como se les conoce en inglés, en los que, tanto el candidato demócrata, como el republicano podrían ganar: Arizona, Georgia, Michigan, Nevada, Pensilvania y Wisconsin.

También se trata de un estado donde, según un sondeo de AP, la mayoría de los votantes inscritos como demócratas mostraron su respaldo al retiro del presidente Joe Biden de la contienda.

 

Harris remodela la campaña presidencial

 

La líder política de 59 años llegó a Wisconsin dos días después de que el presidente Biden anunciara su retiro de la contienda y la respaldara como su sucesora en la candidatura. También, luego de romper récords en la recaudación de fondos para su campaña en medio del entusiasmo que genera su aspiración presidencial.

Para el lunes, 24 horas después de que Biden anunciara su retiro de la carrera, la vicepresidenta logró recaudar cerca de 80 millones de dólares. Y hasta este martes, registra un recaudo de más de 100 millones de dólares. También ha conseguido el apoyo de funcionarios y grupos políticos demócratas.

La visita al estado del norte del país ofrece a Harris la oportunidad de reiniciar la campaña en nombre de su partido, como la primera mujer negra y de ascendencia asiática y jamaiquina que podría ocupar la Presidencia de Estados Unidos.

El ascenso de Harris remodela unos comicios ante los que muchos ciudadanos se mostraban descontentos con sus opciones. 

Wisconsin también forma parte del trío de estados Rust-Belt, que se refiere al cinturón manufacturero del noreste y medio oeste de EE. UU., que incluyen Michigan y Pensilvania y son críticos para las posibilidades de los demócratas de derrotar a Trump.

“Hay independientes y jóvenes a quienes no les gustaron sus elecciones, y Harris tiene posibilidades de ganarlas”, destacó Paul Kendrick, director ejecutivo del grupo demócrata Rust Belt Rising.

La actual vicepresidenta busca proyectar calma y confianza después de semanas de confusión del Partido Demócrata sobre el futuro político de Biden.

Agobiado por preocupaciones como su edad y los cuestionamientos sobre sus condiciones físicas y cognitivas, especialmente tras su atropellado debate del pasado 27 de junio frente a Trump, Biden estaba perdiendo terreno en los sondeos de opinión, lo que elevó el pánico de los progresistas. Al punto de que, en cuestión de días, crecieron como espuma las voces de su propio partido que le pedían dar un paso al costado para permitir que otro aspirante de la bancada disputara la Casa Blanca.

 

Asuntos sociales y derecho al aborto, en el centro de la campaña de Harris

 

La abogada y fiscal, quien proviene de una familia activista, tiene una trayectoria profesional en la que se ha posicionado a favor de la defensa de los derechos humanos.

Y su cruzada empieza a mostrar esos lineamientos. El lunes 22 de julio, durante su visita a la sede de su campaña en Wilmington, esbozó que los temas sociales y la defensa al derecho del aborto están en el centro de su agenda.

“Sabiendo que Trump, si tiene la oportunidad, firmará una prohibición del aborto para vetarlo en todos y cada uno de los estados”, seguiré defendiendo la libertad reproductiva, indicó. Aunque el exmandatario ha mostrado su oposición al derecho de la interrupción voluntaria del embarazo, aún no ha anunciado si impulsaría una ley que lo prohíba en cada uno de los estados del país.

Harris también se posicionó a favor de temas como un sistema sanitario equitativo para todos los estadounidenses, salarios justos y condiciones para jubilarse con dignidad, al tiempo que aseguró que Trump llevaría al país “hacia atrás”.

Según las últimas encuestas, las preferencias de voto empiezan a mejorar levemente para el Partido Demócrata.

Según una encuesta realizada por Reuters/Ipsos y publicado este 23 de julio, Kamala Harris estaría levemente aventajando a Donald Trump en la tendencia de voto estadounidense a poco menos de cuatro meses de las elecciones presidenciales de noviembre, contando con el 44% de la preferencia, en comparación al 42% del expresidente.

Otro sondeo de la firma de investigación YouGov para ‘CBS News’, publicado también este 23 de julio, señala un 48% de apoyo para Harris, frente a un 51% de Trump. Si quien se enfrentara en las urnas fuera Biden, el respaldo para la bancada oficialista sería de un 47% frente a un 52% para el republicano.

Para el pasado 17 de julio, una encuesta de AP-NORC indicó que alrededor del 58% de los votantes demócratas considera que Harris sería una buena presidenta, frente al 22% que opina lo contrario. Un 20% se mostró indeciso. 

Sin embargo, el sondeo mostró que entre el público general, la desaprobación a Harris es del 51,4%, frente a un 38,3% que la respalda.

 

Con AP y medios locales