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Entretelones/Samuel Valenzuela

 

A SECAS

FUE MUY FUGAZ… muy perecedero el gusto de ver correr el Río San Miguel hace un par de días luego de intensa lluvia sobre la cuenca de dicho afluente, cuando los pronósticos indican fuerte déficit pluvial para agosto, el mes más llovedor en este Estado.

La temporada de secas, la sequía en territorio sonorense se extenderá por un año más de acuerdo a todas las previsiones y por lo pronto, vamos por el segundo año consecutivo deficitarios en lluvias, con registros actuales de una baja histórica en el almacenamiento del sistema de presas de esta entidad.

Por supuesto que las lluvias trecheras e intermitentes han permitido la recuperación del pastizal del agostadero sonorense y quitado presión al sector agropecuario, las precipitaciones no han impactado de forma sustancial las avenidas de los ríos y las presas siguen medio vacías.

De acuerdo con analíticos de Globalmet y prospectivas del profesional en estos menesteres, Jesús Antonio Juvera, solo en Hermosillo desde julio hay un acumulado de unos 40 milímetros de precipitaciones, de los 100 milímetros de tendencia promedio y que agosto no pinta bien para esta región de Sonora.

El panorama de las presas es desolador: solo contienen el 14.4 por ciento de su capacidad de almacenaje, con casi mil 940 millones de metros cúbicos menos que en estas fechas del 2023, y la cuenca más importante para efectos económicos y sociales, la del Río Yaqui, solo dispondrá de agua para consumo humano, descartándose los segundos cultivos en el Sur de Sonora.

Sin apoyos federales, precios muy castigados en la comercialización, el sector agrícola del otrora conocido como el granero de México ya está sumido en grave crisis que se profundizará a falta de los segundos cultivos, calculándose que al menos tres mil personas no tendrán trabajo y así más al sur en el Valle del Mayo y la región Fuerte Mayo.

Sabemos de políticas públicas del gobierno de Sonora para atender la emergencia y procurar mejores condiciones de humedad, así como la ejecución de obras de infraestructura tanto del Estado como de Ayuntamientos para mejorar el abasto de agua para consumo humano en diversas zonas urbanas de la entidad y valiera más que redoblaran sus esfuerzos porque de cumplirse los pronósticos vienen meses muy difíciles.

Si bien son asuntos fuera de la competencia municipal, tanto en Cajeme como en Hermosillo gravitan decisiones de orden empresarial que de un plumazo cierran fuentes de empleo como es la mudanza a Aguascalientes de la planta Edgewell de Ciudad Obregón, en tanto que la planta Black & Decker se va a China luego de poco más de dos años de operar en Hermosillo, sin que en ambos casos se sepa el costo por la pérdida de empleos.

Resultan extrañas esas decisiones en un estado como Sonora, tan cercano al principal mercado del mundo, mano de obra muy bien calificada y un gobierno estatal en permanente campaña de promoción como polo ideal para la inversión extranjera, en un contexto que a lo mejor obligaría a explicaciones de parte de la secretaria de Economía, Margarita Vélez de la Rocha.

Por cierto, se dispersa la versión de inminente cambio en dicha posición del gabinete estatal, con la destacada dama cajemense fuera de su actual responsabilidad para que María Dolores del Río Sánchez obtenga su premio de consolación luego de morder el polvo frente Antonio Astiazarán Gutiérrez en la elección por la presidencia municipal de Hermosillo.

Tenemos la impresión que Vélez de la Rocha ha tenido un excelente desempeño al frente de esa área tan estratégica de la administración estatal, en donde llegó y no encontró nada luego de la fallida gestión de Armando Villa Orduño, aunque si doña Tandeos carecía del perfil para ser titular de seguridad, qué les cuesta ponerla en donde tampoco reúne el perfil, como tampoco lo tuvo para enfrentarse al Toño.

Por cierto, el munícipe capitalino sigue encestando tiros de precisión, ya que si la naturaleza regatea hay que buscar las mejores formas de sacar provecho de lo que se tiene, mediante estrategias innovadoras, como es el caso del sistema fotovoltaico que alimenta de energía desde el pasado martes la operación de un importante ducto de distribución de agua.

El consumo de energía de ese equipo es el que más consumo y costo representaba para Agua de Hermosillo, paramunicipal que podrá ahorrar 30 millones de pesos al año que antes pagaba a la Comisión Federal de Electricidad, destacando que tal tecnología se aplicará en los próximos meses en 46 unidades, entre equipos de bombeo y pozos que operarán con energía solar, calculándose que con ello se evitará que más de 60 mil toneladas de dióxido de carbono contaminen el ambiente.