La presencia mexicana se hizo patente ayer en el Festival de Venecia con el estreno de la serie “Disclaimer” (“Observada”), de Alfonso Cuarón.
El proyecto despliega un laberinto en torno a la idea de verdad en el que Cate Blanchett se adentra para cuestionar la validez de los juicios personales.
La presencia mexicana se hizo patente ayer en el Festival de Venecia con el estreno de la serie “Disclaimer” (“Observada”), de Alfonso Cuarón.
El proyecto despliega un laberinto en torno a la idea de verdad en el que Cate Blanchett se adentra para cuestionar la validez de los juicios personales.
En encuentro con los medios, el cineasta explicó que “leí el libro e inmediatamente pensé en una película pero no sabía cómo hacerlo porque me resultaba demasiado larga y no era posible. Años después, cuando pude releer la novela, pensé en este formato (de serie)”, recordando que algo similar hicieron David Lynch o los hermanos Taviani.
Una mirada al infinito
“Disclaimer” es una profunda reflexión sobre conceptos como la reputación, las convicciones, la opinión pública o la mismísima verdad, que casi siempre esconde recovecos, zonas de luz y sombra.
Al comienzo de la historia, “Catherine Ravenscroft” (Blanchett) es una aclamada periodista que ha hecho carrera denunciando con sus publicaciones las injusticias que sufren los demás.
Sin embargo, su vida da un vuelco inesperado cuando recibe en su casa un libro escrito por un desconocido en el que se cuentan algunos —supuestos y trágicos— hechos de su juventud.
La escritora se lanza a descubrir la identidad y las intenciones del autor de ese libro sobre su vida, lo que la lleva a rendir cuentas con su propio pasado y a intentar salvar su matrimonio, familia e incluso su carrera.
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Verdades a medias
Por su narrativa y estructura, la serie juega con los espejismos, haciendo creer al espectador en una verdad que no tiene por qué ser tal, o sí, manipulando su visión en base a los hechos que van surgiendo capítulo a capítulo.
Blanchett subrayó las “capas de juicio” que pesan sobre su personaje ya desde el comienzo de la trama, cuando apenas se sabe nada de ella: para unos es brillante mientras que para su anónimo enemigo sus actos de juventud fueron la causa de todos sus males.
Esta voluntad de juzgar o de señalar públicamente, a su parecer, es algo más que
frecuente en la sociedad moderna. El otro protagonista de esta enrevesada búsqueda de la verdad, el actor estadounidense Kevin Kline, cuestionó el concepto de “certeza” y se preguntó cómo se puede estar seguro de algo hoy en día.
Mientras, Cuarón señalaba otro punto importante de toda esta historia, “el modo en que nos percibimos a nosotros mismos y la imagen que proyectamos” ante los demás.
TOMADO DE INFORMADOR.MX