TOMADO DE PROCESO.COM.MX
Por Arturo Rodríguez García
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Sin oposición ni discusión relevante, la secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde Luján, fue elegida hoy dirigente nacional del Morena, el partido fundado por Andrés Manuel López Obrador y trampolín por el que llegó a la Presidencia en 2018.
Alcalde Luján, cuya familia ha sido pilar del movimiento, asumirá el cargo una vez que concluya su gestión en el gobierno de la República el próximo día último.
La elección de dirigencia sucedió en el Congreso Nacional morenista celebrado hoy, a puerta cerrada, con el resultado favorable a la mencionada política y como secretaria general a Carolina Rangel Gracida, lo que coloca a dos milennials en la dirigencia del partido más exitoso del país cuya presencia se extiende a la mayoría de las gubernaturas, legislaturas locales y el Congreso de la Unión, así como la Presidencia de la República, en menos de 10 años de participar en elecciones.
El relevo generacional, abordado por el hijo del presidente Andrés Manuel López Obrador durante un mensaje, es también un relevo familiar, pues en la tercera posición, la secretaría de Organización, fue designado Andrés Manuel López Beltrán, hijo del presidente López Obrador.
Y es que, además de fundador, su padre, el hoy presidente de México, presidió el consejo nacional de Morena de 2013 a 2016, año ese último en el que asumió la dirigencia nacional; en aquella ocasión pasó la estafeta del consejo nacional a Bertha Luján, madre de Luisa María Alcalde. Así, dicho consejo se mantuvo en manos de esas dos familias durante siete años de existencia.
El paso por la ayudantía
El caso de Carolina Rangel es otro, su carrera inició desde lo local en su estado natal, Michoacán, y en los últimos años ascendió en la estructura burocrática pasando por la Ayudantía Presidencial, un cuerpo creado al relevo del Estado Mayor, integrado por gente de confianza del mencionado López Beltrán, por lo que Rangel Gracida, es considerada parte del grupo político del hijo del presidente.
López Beltrán había sido mencionado originalmente como eventual secretario general y aunque no fue confirmado en su cargo, la presencia de Carolina Rangel en esa posición es parte del grupo que el primero ha impulsado.
“Son momentos de difícil interpretación porque me da mucho gusto iniciar mi carrera aquí donde siempre estuve, pero me da una enorme tristeza hacerlo al tiempo que se retira nuestro máximo dirigente. Todos sabemos que él seguirá presente en este partido con su ejemplo, con su legado, nuestro trabajo al frente de está secretaría será mantener ese legado, esa política”, dijo el hijo de López Obrador aludiendo a su padre como dirigente.
Añadió:
“Él se va al retiro, dijo que se iba a retirar cuando hubiera un relevo generacional, y quiero que todos entendamos que cuando se habla de ese relevo, se habla de nuestra presidenta electa, la compañera Claudia Sheinbaum Pardo”.
De hecho, ese fue el mensaje de Andrés Manuel López Obrador, leído en su oportunidad por el actual presidente del Consejo Nacional, Alfonso Durazo: pidió acompañar a Claudia Sheinbaum como lo hicieron con él.
Esa presencia en carta, fue en la parte pública del congreso nacional donde además pidió unidad, no ceder a divisiones.
El momento permitió la algarabía de un partido donde no hubo cuestionamientos severos ni oposición a lo que se perfilaba desde hace semanas, la dirigencia para Luisa Alcalde y la inclusión de López Beltrán, con delegaciones estatales que revivieron el antiguo ritual del besamanos priista que se tradujo en numerosas fotografías compartidas en redes sociales.
En su oportunidad, Alcalde Luján expresó como “una hazaña” llegar al frente de Morena, para que describió como un “algo extraordinario”, y “un movimiento vivo y verdadero”.
“Hoy Morena tiene el reto de no perder la mística y de no alejarse de la gente. Es algo muy distinto a lo que se inició en 2013”.