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El Juglar de la Red/Rafael Cano Franco

 

NUEVAS SEDES CONSULARES

NO ES POCA COSA… que el gobierno de Estados Unidos decidiera invertir 230 millones de dólares en el nuevo edificio consular de Hermosillo; más allá del nuevo edificio y la proyección urbanística que da a la zona donde se ubica, el verdadero impacto es la importancia que la nación vecina le otorga a Sonora.

Estas nueve sedes consulares tienen tanta importancia que el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar estuvo en la inauguración y más allá de un mero evento protocolario este lugar es un centro neurálgico para diversas acciones de importancia para ellos, si a esto se suma la inauguración de otras instalaciones, también nuevas, en Nogales, Sonora, entonces es obligatorio preguntar ¿Qué ven en Sonora?

Si bien México y Sonora pasan por situaciones difíciles; la violencia e inseguridad pública es evidentemente lo más grave, pero también debe sumarse los cambios promovidos en materia judicial por el Ejecutivo, lo cual repercute en la generación de zozobra e incertidumbre en materia de inversiones.

Con leyes tan restrictivas como la prohibición de la minería a cielo abierto, que tiene un enorme impacto económico en Sonora y que incide directamente en empresas de capital estadounidense, pero que además también repercute en la dotación de minerales estratégicos para el desarrollo de productos en el vecino país del norte, pareciera que hay una pérdida de atractivo en Sonora y México.

Incluso con un gobierno federal mexicano que “pausa” a gusto y placer del titular del Ejecutivo la relación con Estados Unidos, pareciera que son más los “contras” que los puntos positivos para aplicar una inversión millonaria que además generó una derrama local cercana a los 40 millones de dólares.

Sin embargo, la visión de Estados Unidos no solamente se centra en la agilización de la emisión de visas, que ciertamente presentan atrasos derivados de la pandemia de Covid-19; creo que el interés existente en Sonora y México pasa por otras acciones de mucha mayor trascendencia.

Se puede entender que en estos momentos se vive una situación especial, el clima social está álgido, pero hay fe en que será temporal y por tanto, los buenos tiempos y las relaciones comerciales se van a fortalecer.

La nueva sede consular también va en sentido directo a que es mejor estar con presencia en un territorio que significa un punto estratégico para labores de inteligencia, sobre todo para la construcción de los mapas de grupos criminales y con ello tener información para combatirlos con éxito; esto no es posible desde la lejanía y es menester contar con la tecnología en un lugar cien por ciento seguro.

A la par de lo anterior está la parte comercial; Estados Unidos y México comparten una extensa frontera, Sonora forma parte de un buen tramo, que permite el intercambio de mercancías y eso genera miles de millones de dólares en exportaciones e importaciones para ambos países, sumado a lo anterior está la revisión del Tratado de Comercio de América del Norte, derivado de lo anterior era momento de que el primer socio comercial de Estados Unidos fuera recompensado con una sede consular de alta calidad.

Un último aspecto es el tema migratorio, no solamente en materia de expedición de visas, también en la vigilancia que se realiza de la zona fronteriza y la presencia de grupos de migrantes que puedan representar algún riesgo para la seguridad de los Estados Unidos.

Pero particularmente para tener vigilados territorios muy precisos de la zona fronteriza que se convirtieron en puntos álgidos para el tránsito ilegal de migrantes, como es la zona del desierto de Sonora.

Edificaciones como las edificadas en Hermosillo y Nogales, no son casualidades ni una simple exhibición de riqueza de los Estados Unidos, en realidad se trata de construcciones que muestran y marcan el interés que tiene esa nación en atender con mayor presencia y personal una zona geográfica determinada y de importancia económica, de estrategia en labores de inteligencia y de control de migración.

MIENTE ZOÉ… El director del IMSS, Zoé Robledo Aburto declaró que en esa institución resolvieron en su totalidad la carencia de médicos especialistas, esto significaría que las plazas vacantes ya fueron ocupadas al cien por ciento y por tanto los pacientes no tendrían largos tiempo de espera para cirugías, tratamientos o simples consultas.

Obviamente que Zoé Robledo mintió de manera descarada y quien salió a decírselo fue el dirigente de la CTM en Sonora, Javier Villarreal Gámez al precisar que solamente en Sonora siguen faltando más de 300 médicos especialistas y esa cifra es indicativa de que no hay tal solución.

Villarreal Gámez, viene presionando al IMSS para que las plazas vacantes se ocupen y esto se logra solamente con mejorar las condiciones laborales que ofrece la institución, mismas que actualmente son totalmente rechazadas por los médicos.

Aunque reconoció que el déficit fue de 500 médicos especialistas y se logró contratar a 200, es evidente que en Sonora todavía hay tres centenas que no aparecen y ni siquiera la contratación de médicos cubanos pudo solventar ese rezago.

NO SE VA AÚN… El presidente Andrés Manuel López Obrador, que había dicho que nomás terminando su mandato se iría a rancho en Chiapas, ahora resulta que reculó y dijo que ese traslado se va a pausar por un tiempo, de hecho se quedará a vivir un tiempo en Palacio Nacional bajo el pretexto de que pretende reorganizar su biblioteca personal.

Lo anterior indica que la presidente Claudia Sheinbaum Pardo estará cohabitando durante varios meses, quisa se pueda extender a años, con su antecesor, algo que no solamente es mal visto, también tiene implicaciones políticas importantes.

Todo lo anterior sale a relucir luego de que Marcelo Ebrard conversó con algunos personajes del empresariado en México y deslizó que la injerencia del presidente López Obrador no solamente incluye las herencias que va dejando a su sucesora, incluso quiere heredarle hasta a su chofer.

El asunto toma tintes de “encaprichamiento con el poder” cuando Alberto Esquer, el secretario particular de López Obrador, es momento que no entrega las oficinas a sus futuros ocupantes, algo que no es normal en una transición que está por concluir.