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El Juglar de la Red/Rafael Cano Franco

 

LA CORRUPCIÓN TOLERADA

DURANTE BUENA PARTE… de su campaña electoral, Alfonso Durazo mostró un rostro de Sonora plagado de corrupción, aseguró que el gobierno que lo antecedió estaba inmersos en diversos actos irregulares y ofreció investigar todo, era una promesa vendible y comprable.

Claudia Pavlovich Arellano había dicho exactamente lo mismo seis años antes, cuando ella competía por la gubernatura y el titular del ejecutivo sonorense era Guillermo Padrés Elías; en sus primeros tres años de gobierno sometió a varios ex funcionarios “padrecistas” a magnificada persecución e incluso logró que Padrés Elías fuera investigado por la FGR, lo que derivó en su encarcelamiento por poco más de un año.

Otros funcionarios de aquel gobierno también fueron huéspedes momentáneos de centros de reclusión, pero lo que ella nunca pudo cumplir fue quitarles los recursos que presuntamente se habían llevado y devolverlos al erario.

Alfonso Durazo también ofreció ese mismo combate a la corrupción, pero la señora Pavlovich Arellano le ganó a las vencidas y terminó pactando con el presidente Andrés Manuel López Obrador su impunidad y un cargo en el cuerpo consular de México. Desde su salida del gobierno ella es cónsul en Barcelona, España.

Al inicio del gobierno de Durazo Montaño se esperaba que de inmediato iniciara con las investigaciones y más cuando en la Secretaría de la Contraloría nombró a Guillermo Noriega Esparza, quien llegó con un halo de ciudadano para ser la cabeza visible de un grupo humano encargado de las investigaciones y el armado de expedientes.

Sin embargo, en los primeros tres años de gobierno, las noticias respecto al combate a la corrupción, sobre todo la del sexenio anterior fueron inexistentes, y la historia de combatirla se fue diluyendo al grado de que fue erradica de la narrativa del propio Alfonso Durazo.

Hubo algunos chispazos con los que justificaron su existencia, como la corrupción detectada en la Secretaría de Salud, donde el involucrado más importante era Enrique Claussen, exsecretario y uno de los colaboradores más cercanos a la ex gobernadora Pavlovich Arellano, pero se avanzó muy poco y al final todo terminó en una negociación electoral.

El gobierno de Sonora operó la candidatura de Enrique Claussen como candidato de Movimiento Ciudadano a una diputación federal por el distrito 5 de Hermosillo y con un trabajo que implicó cuestionar al candidato del PRI-PAN-PRD, Ernesto Gándara, quien había competido por la gubernatura contra Alfonso Durazo, Claussen Iberri se ganó el perdón y su caso dejó de ser una prioridad en las instancias de combate a la corrupción.

Y si bien existía la posibilidad de que una concluyera el gobierno de Andrés Manuel López Obrador y con ello se acabará el blindaje de protección gubernamental que resguarda a Claudia Pavlovich Arellano, fue el propio Alfonso Durazo quien terminó por sepultar esa opción.

A principios de septiembre, como parte de una ronda de entrevistas para medios de comunicación con motivo de promocionar su tercer informe de gobierno, Alfonso Durazo declaró que en el caso de la corrupción que involucraba a la ex gobernadora, él ya le había dado vuelta a la página y con eso terminó por incumplir con su oferta de perseguir a los corruptos del pasado.

Y mientras eso sucedía, también renunciaba a la Secretaría de la Contraloría, Guillermo Noriega Esparza bajo el argumento de “atender un tema de salud”; pero lo que sucedió en realidad es que el titular de la Contraloría fue omiso en darle seguimiento a la llamada “Operación Safiro” y al no cumplir con los tiempos legales establecidos esa investigación terminó por ser sobreseída y con ello volvió a cerrar las puertas para investigar a la ex gobernadora.

El saldo de estos resultados es la impunidad para ex funcionarios del pasado, simplemente todo quedó en nada.

Pero la negligencia de Guillermo Noriega Esparza tuvo otras consecuencias, apenas ayer se supo de la renuncia del Fiscal Anticorrupción, una pieza ligada al ex secretario de la Contraloría, Rogelio López, quien pasó sin pena ni gloria por ese cargo y sin nada importante que reportar.

¿Qué tan importante resulta la Controlaría para el gobierno de Sonora? Parece que absolutamente nada, pues luego de nombrar a Darbé López como eventual encargado temporal del despacho –las versiones que salen de Palacio indican que fue destituido  al día siguiente—es momento de que no se nombra a un titular para el cargo.

De esta forma: con acuerdos políticos al más alto nivel, con negociaciones electorales y con la negligencia del propio gobierno de Sonora, la corrupción del pasado fue tolerada y si se tolera la que cometieron los de antes no quiero imaginar el grado de permisividad con la de los actuales.