“SUPERMARTES”: TAN MALO EL PINTO COMO LA COLORADA
Hoy es el “Supermartes”en Estados Unidos, llamado así por ser la fecha en que se realizarán elecciones para elegir quién dirigirá los destinos de la poderosa nación en los próximos cuatro años.
Desde que yo tengo uso de razón, como quien dice desde tiempo inmemorial, el debate en México en relación a las elecciones presidenciales en la Unión Americana se desarrollaba en torno a dilucidar con cuál de los contendientes nos podría ir mejor. Ahora, analistas políticos, simples comentócratas, ociosos, huizacheros, amos y amas de casa, y para acabar pronto, todo el mundo, se rompe la testa para esclarecer con quién nos podría ir menos pior.
Es que la verdad, en relación con las expectativas para México del resultado electoral allende la frontera norte, sobre el y la contendiente, coloquialmente podríamos decir que luce “tan malo el pinto como la colorada”.
Pero como todo, cada cuál tiene sus pros y sus contras. Los pros de Trump es que a pesar de que su historial y declaraciones avizoran una política ruda y dura hacia México, tan sólo estaría en el cargo cuatro años. En cambio, Harris, quien se prevé que pudiera tratarnos con mano menos dura, podría durar en el cargo hasta ocho años. Veamos algunas de las expectativas:
DONALD TRUMP
Si Donald Trump gana la presidencia nuevamente, varios problemas podrían surgir para México, basados en su trayectoria y declaraciones anteriores:
Relaciones Comerciales: Trump ha sido crítico del Tratado Libre de Comercio de América del Norte (T-MEC). Podría intentar renegociar o amenazar con salir de este acuerdo, lo que afectaría gravemente el comercio bilateral y la economía mexicana.
Inmigración: La retórica antiinmigrante de Trump podría intensificarse, llevando a políticas más estrictas en la frontera.
Seguridad: Las políticas de seguridad podrían verse afectadas, especialmente si Trump decide reducir la cooperación en temas de narcotráfico y crimen organizado. Esto podría exacerbar la violencia en México y complicar los esfuerzos para combatir el crimen.
Inversiones: La incertidumbre generada por un enfoque proteccionista podría desalentar la inversión extranjera en México.
Crisis Climática: La falta de un enfoque robusto en políticas ambientales por parte de Trump podría tener repercusiones negativas en la cooperación bilateral para enfrentar el cambio climático, un desafío crítico para ambos países.
Tensiones Diplomáticas: La retórica incendiaria y las amenazas comerciales podrían generar tensiones diplomáticas, lo que complicaría la colaboración en otros temas de interés mutuo, como la salud pública y la migración.
La combinación de estos factores podría resultar en un período de inestabilidad y desafíos significativos para México en varios frentes si Trump retoma la presidencia.
KAMALA HARRIS
Si Kamala Harris se convierte en presidenta de Estados Unidos, varios problemas y desafíos podrían surgir para México:
Inmigración: La presión en la frontera podría persistir, y México podría verse involucrado en la gestión de flujos migratorios, así como en la implementación de políticas para abordar las causas de la migración.
Economía y Comercio: Aunque es probable que Harris mantenga un enfoque más cooperativo que Trump, las tensiones comerciales podrían surgir en temas específicos, como la aplicación de regulaciones ambientales y laborales en el marco del T-MEC, lo que podría generar fricciones en la relación comercial. Además, ella no simpatiza con el tratado y de hecho como senadora votó en su contra cuando se aprobó.
Cambio Climático: Con un enfoque más fuerte en la sostenibilidad, podría haber expectativas sobre México para cumplir con objetivos climáticos más ambiciosos. Esto podría requerir inversiones significativas y cambios en políticas que podrían ser desafiantes para el país.
Cooperación en Seguridad: La colaboración en la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado podría intensificarse, lo que podría traer consigo expectativas más altas sobre la efectividad de las políticas de seguridad en México. Esto podría resultar en una mayor intervención de Estados Unidos en asuntos de seguridad.
Desigualdad y Desarrollo: Harris ha hablado sobre la necesidad de abordar la desigualdad y fomentar el desarrollo económico. Esto podría abrir oportunidades para proyectos de desarrollo en México, pero también implicaría que el país se alinee con ciertas prioridades de Estados Unidos.
Tensiones políticas internas: La llegada de una presidenta mujer y de ascendencia india y jamaiquina podría desencadenar reacciones políticas en ambos países. Esto podría influir en la dinámica de la relación bilateral, ya sea fomentando la cooperación o generando resistencia por parte de sectores conservadores.
En general, aunque la presidencia de Harris podría conllevar un enfoque más colaborativo, también presentaría desafíos que México tendría que abordar en el contexto de una relación bilateral compleja.
Lo dicho: “Tan malo el pinto como la colorada”
Por hoy fue todo. Gracias por su tolerancia y hasta la próxima.
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