EL GUSANO TAMBIÉN BARRENA RELACIONES
Estados Unidos tiene la culpa: Julio Berdegué Sacristán.
Así, clarito, sin politiquería, sin pelos en la lengua, con los pantalones bien fajados, sin ningún asomo de tibieza y con dedo flamígero, el secretario mexicano de Agricultura y Ganadería no se anduvo por las ramas ni tuvo ningún empacho en soltar de su ronco pecho que los gabachos no actuaron en su debido momento para atajar el problema que significaba el gusano barrenador de ganado cuando andaba por rumbos de Panamá…y ahora estamos pagando las consecuencias en México con el cierre de frontera a la exportación de ganado en pie.
Lo dicho por nuestro funcionario agropecuario puede ser cierto. Una negligencia de los gringos, ¿Quiénes somos nosotros para poner en duda esta aseveración, proviniendo de un estudioso colega ingeniero agrónomo especializado en políticas agrícolas, desigualdad territorial, economía rural y pequeños productores, con roce internacional en temas agropecuarios, de acuerdo a Wikipedia?. Nadie.
De que le entiende, le entiende.
Sin embargo, el problema que le veo a este zipizape verbal ofrecido en La Mañanera del Pueblo de este martes, es que los ganaderos mexicanos no quieren saber quién se las hizo sino quién se las pague. Es decir: ya no tiene la menor importancia si los gringos no actuaron en su momento para detener la migración del maldito gusano, sino las acciones que tomará el gobierno mexicano para evitar una infestación mayor del hato ganadero, con las consecuentes pérdidas económicas para el productor.
Eso es lo que los rancheros quieren saber. Lo demás poco importa.
En el caso de Sonora, usted lo sabe mejor mi ranchera lectora, mi caporal lector, la decisión de Estados Unidos de cerrar la frontera a la importación de animales en pie –one more time- le pega en la línea de flotación a la economía de miles de familias que viven prácticamente de esta actividad.
La mayoría son pequeños ganaderos que buscan cruzar su ganado “al otro lado” para conseguir un dinerito que les permita vivir en condiciones más o menos dignas, a fin de pasar la espantosa época de estiaje.
De ese tamaño es la gravedad del cierre de la frontera para estados exportadores como Sonora y Chihuahua.
De hecho, los rancheros de este último Estado, ya levantaron fuerte su voz para demandar del gobierno federal acciones concretas que les permitan continuar con su actividad en condiciones normales, y una de ellas es el cierre de la frontera sur a la entrada de bovinos de Centroamérica, presunta acción causante de la llegada del gusano a territorio mexicano.
A esta petición se sumaron rancheros de Coahuila, quienes públicamente también dieron a conocer su inconformidad.
“La negligencia, la falta de información, la ausencia de protocolos preventivos y la omisión de acciones inmediatas para contener esta amenaza son inaceptables. Su inacción ha puesto en riesgo no solo la ganadería de Coahuila, sino el equilibrio sanitario de todo el país”, escribieron en su misiva los Ganaderos Unidos de ese Estado.
Para ser justos, debo señalar que en ambas posturas percibo un ingrediente político-partidista, al margen de que tengan razón: Chihuahua es gobernado por el PAN y Coahuila por el PRI.
Pero bueno, Intercambiando impresiones con colegas agrónomos y amigos médico-veterinarios, coincidían en señalar que el tema se les salió de las manos al gobierno, dando manga ancha a engordas de bovinos del sur del país que ilegalmente introducen animales, algunos infectados ya con el gusano barrenador.
Me decían que para el caso de Sonora, una solución sería la conformación de un cerco sanitario en sus fronteras, para evitar la entrada de ganado enfermo, demostrando así a los gringos que en nuestro Estado, la buena sanidad animal es vital para la actividad.
Ojalá que Juan Ochoa, el dirigente estatal de los rancheros sonorenses, se ponga las pilas ante esta crisis, y presione y exija lo suficiente a favor de sus agremiados. Tiene 13 días.
El reloj avanza. Tic tac, tic tac.
En tanto, bien harían las autoridades en dar a conocer cómo y quiénes son los responsables del cruce de esos animales centroamericanos a México, porque tiene un fuerte olor a corrupción, o como diría Beltrones, de “huachicoleo ganadero”, quién por cierto, aprovechando la confusión, acarrea agua para su molino…político.
ENCUADRE ACLARATORIO
A Célida López, titular de la Secretaría de Agricultura y Ganaderia en Sonora: para referirse al estatus sanitario de los animales se dice “zoosanitario”. Para referirse al estatus sanitario de las plantas se dice “fitosanitario”, derivado del griego “phyto” que significa planta, y “sanitario” que se refiere a la salud.
Cuando la titular del ramo es licenciada en Derecho, confunde las preñadas con las paridas.
Por eso nunca debemos de perder la oportunidad de quedarnos callados.
Por lo demás, buen mensaje partidista de Doña Célida en sus redes sociales sobre el tema del gusano barrenador.
IN PROXIMUM
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