PONE ACOSTA NARANJO COMO “PALO DE GALLINERO” A PABLO GÓMEZ
Como “Palo de gallinero”, como dicen en el rancho, es que puso el perredista GUADALUPE ACOSTA NARANJO, al hoy presidente de la Comisión Presidencial para Redactar la Reforma Electoral, que ordenó la presidenta de la república CLAUDIA SHEINBAUM PARDO.
Entre muchas cosas mas dice Acosta Naranjo, que en la actualidad se avergüenza de Pablo Gómez, porque si en realidad fuera el Pablo Gómez que conoció hace 30 años de aquellas verdaderas luchas por México, sencillamente renunciara a la comisión que le dieron, pero como es el Pablo Gómez de ahora del lado del poder político, no lo hace porque defiende un salario y el cargo que le dieron, convirtiéndose en un vulgar mercantilista.
Y él mismo pidió que durara esta comisión hasta el 2030, tiempo en el que tendrá su salario asegurado ¡Qué verguenza!. Cambiaste todo por un salario, es una lástima, le dijo. Y lo invitó a quitarle el 68 a su cuenta de twiter, que dice Pablo Gómez 1968, porque los estudiantes del Consejo Nacional de Huelga (CNH) ya te lo estarían exigiendo.
Y prosiguió, mi no me vengas con cuentos, el lápiz con el que escribimos juntos muchas reformas electorales, lo vas usar ahora, pero por el lado del borrador, vas borrar tus propios textos que escribiste.
Me das vergüenza, me das pena, no te reconozco, no eres el Pablos Gómez que yo conocí, eres el Pablos Gómez, que siempre fuiste el autoritario estalinista, que hoy quiere imponer su soberbia, porque además te da aires de ser “la última coca en el desierto”, que eres el último enciclopedista del desierto. Pero te repito, a mi no me vengas con cuentos, eres un vulgar mercantilista.
ES UNA PENA… que el propio secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, OMAR GARCIA HARFUCH, haya reconocido en la conferencia mañanera de la presidenta Sheinbaum, que la principal razón por la que se llevaron a Estados Unidos estos últimos 26 presuntos narcos, fue para evitar que desde los penales mexicanos, sigan extorsionando y ordenando secuestros, amenazas a funcionarios y ejecuciones.
Lo que para el gobierno mexicano debe ser una vergüenza internacional, porque evidencia por un lado el poder del crimen organizado y por el otro la debilidad del gobierno.
Lo de menos es que los 26, vayan a EU en calidad de trasladados, extraditados o sencillamente como dijo la presidenta que fue un acuerdo soberano, por seguridad nacional. O sea, nosotros no tenemos la capacidad de tener en cautiverio a criminales de alta peligrosidad.