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De Primera Mano/Francisco Javier Ruiz Quirrín

 

NOVIEMBRE-25, EL MES DE LA DERROTA PARA LA PRESIDENTA…

PARA muchos, en realidad, el expresidente no se ha ido. Las últimas expresiones utilizadas por la presidenta Claudia Sheinbaum para atacar a los manifestantes del pasado sábado 15 de noviembre, pusieron de regreso el espíritu de López Obrador.

Horas antes de ese sábado, buscando politizar la marcha, dijo:

“Muchos (de la Generación Z) no son tan jóvenes; han utilizado miles de bots en redes sociales para promover su movilización, han gastado noventa millones de pesos, ¿financiados por quién? Es la derecha la que está detrás”.

Y ayer, en su mañanera de este lunes, no reparó en asegurar que este tipo de manifestaciones, en vez de debilitarla, la fortalecen.

AMLO manipulaba todos los días la información. Mentía todos sin rubor alguno y jamás admitió una crítica en su contra, a pesar de que le ponían frente a él la realidad del México en sus calles y los números de la vida violenta cada vez más, en aumento.

Su frase “Yo tengo otros datos”, se convirtió en parte de un decálogo para sus seguidores, sobre todo aquellos registrados dentro de los programas sociales, es decir, los que recibían y reciben ayuda económica.

Fue exitoso. Sin duda, pero no fue así con la clase media, a quien la cuarta transformación se ha empeñado en destruir.

Y es exactamente esa clase la que, por el escenario de protesta contra el régimen que vive el país, parece que ha comenzado a despertar. Es la clase, además, que busca informarse y eso es veneno para la 4-T.
Y las palabras de la presidenta no se oyen igual que las de su antecesor, aunque está siguiendo seguramente el consejo de que “si a López Obrador le funcionó, a ella también le funcionará”.

Pero no ha sido así, ni lo es. Aquel era carismático. Ella no genera emoción alguna. Lo anterior, aunado al pago de facturas por los horrores cometidos en el sexenio anterior, le ha conformado un cuadro político en crisis. > Archivo Confidencial: Por un lado, las presiones un día sí y otro también del presidente Trump de los Estados Unidos; la crisis en el sector salud por el desabasto de medicamentos y el reducido presupuesto programado para el 2026; los productores agrícolas, en medio de su indignación por el abandono oficial, estrangulando carreteras cuandomenos en tres estados del país; la corrupción inocultable de personajes de la 4-T y del gobierno, que incluyen al huachicol fiscal y los escándalos protagonizados, entre otros, por Adán Augusto López; algunas gobernadoras y gobernadores, impresentables; la creciente ola de desapariciones y lo que posiblemente ha encendido la chispa de un sentimiento nacional de oposición, el asesinato del presidente municipal de Uruapan, Carlos Manzo.

Ha sido derrotada en las semanas recientes la presidenta.

LA Generación “Z” y otras organizaciones civiles hartas de este régimen, están anunciando otra manifestación para este jueves 20 de noviembre.
Será una buena oportunidad para constatar si en realidad la chispa de la indignación a lo largo y ancho del país, está decidida a tomar las calles.

EN SONORA es y será muy difícil encontrar eco popular en una manifestación para exigir un alto la violencia… Siempre ha sido reducido el número de personas que abrazan una causa, a excepción de que les afecte directamente… Y así somos…