El Zancudo/Arturo Soto Munguía

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El Zancudo/Arturo Soto Munguía

 

BUSCAN PLANILLA DE UNIDAD EN RELEVO DE ACEVES DEL OLMO

Se puso buena la rueda de prensa ayer en la CTM estatal convocada para dar a conocer los resultados de la pasada Asamblea Plenaria y los avances en materia de conquistas sindicales, pero que derivó en la prospectiva rumbo al relevo en la dirigencia de ese organismo otrora pilar del Partido Revolucionario Institucional y hoy un aliado confeso de Morena y su proyecto.

Y es que don Carlos Aceves del Olmo, el sempiterno dirigente nacional cetemista acaba de cumplir 85 años en noviembre pasado y su salud, naturalmente se encuentra lejos de sus mejores momentos y la sucesión desatará toda clase de pasiones políticas para hacerse del mando en esa central obrera, que tampoco vive sus días de gloria, pero por lo visto le queda cuerda para rato.

Hay, como se sabe, varios aspirantes a sucederlo y la forma en que será electo -junto a 16 secretarías del Comité Nacional, 10 secretarías adjuntas y los miembros de la Comisión Nacional de Fortalecimiento- dependerá de la convocatoria que debería salir a más tardar el 24 de diciembre, para celebrar el Congreso nacional los días 23 y 24 de febrero de 2006.

Lo interesante del caso es que la CTM Sonora hizo una propuesta para llegar a ese proceso con una planilla de unidad integrada en proporción a los votos obtenidos, para evitar fracturas y divisiones. Nomás como dato al calce, uno de los aspirantes a relevar a Aceves del Olmo es el cajemense Francisco Contreras Vergara, dirigente nacional del STIRT.

Javier Villarreal Gámez y Óscar Ortiz Arvayo, dirigentes estatal y municipal de Hermosillo, respectivamente presidieron la rueda de prensa en la que dieron a conocer los acuerdos de la plenaria estatal destacando un piso no menor al 10% de incremento salarial en las revisiones de los Contratos Colectivos de Trabajo este año, y los avances en materia de atención a la salud, señaladamente los nuevos hospitales del IMSS -unos concluidos, otros en proceso- en Navojoa, Hermosillo, San Luis Río Colorado y Guaymas, así como la reducción del déficit de médicos especialistas que era de 500 y hoy es de 240.

También hicieron notar avances en el Programa Nacional de Vivienda, reconocieron el incremento del 13% al salario mínimo y la gradualidad en la implementación de la jornada de 40 horas, razones suficientes, entre otras, para mantener su alianza con Morena y partidos afines.

II

Ojalá hayan “amarrado” acuerdos los alcaldes sonorenses que sostuvieron un encuentro con el secretario federal de Seguridad Ciudadana, Omar García Harfuch, que parece ser el hombre del momento en el gabinete de Claudia Sheinbaum y ayer encabezó la Primera Asamblea Ordinaria de la Conferencia Nacional de Seguridad Municipal.

De Sonora, fueron invitados los alcaldes de la capital, Antonio Astiazarán Gutiérrez y el de Cajeme, Javier Lamarque Cano, que tienen varias cosas en común, entre ellas el ser los presidentes municipales de las ciudades más pobladas del estado y también, hoy por hoy, las más conflictivas en esa materia. Por si fuera poco, también aparecen entre los más mencionados como posibles candidatos a suceder al gobernador Alfonso Durazo en 2027.

Los equipos de ambos ediles difundieron las imágenes en las que aparecen muy sonrientes al lado del ‘Batman’ mexica, encargado de la lucha contra los malosos no de Ciudad Gótica sino de todo el territorio nacional por donde no dejan de tronar como esquites los delitos de alto impacto; el más reciente, el estallido de un carro-bomba en Coahuayana, Michoacán.

En descargo hay que anotarle a García Harfuch una nutrido recuento de éxitos en el combate al crimen, pues en un año ha logrado desarticular más células del crimen organizado, más capturas de objetivos prioritarios y más decomisos de armas, droga y huachicol que en todo el sexenio pasado. El que se sigan presentando hechos de esa naturaleza solo ilustra la dimensión de un problema incubado durante décadas y que se ha convertido en el principal dolor de cabeza para la administración federal, pero también para las estatales y municipales.

Antonio Astiazarán entregó al Batman García Harfuch un documento que contiene las acciones llevadas a cabo en Hermosillo para enfrentar los temas relacionados con la seguridad pública y, supongo, contiene también algunas propuestas para reforzar la coordinación entre los tres niveles de gobierno para enfrentar el complejo problemas de la seguridad pública, señaladamente en el rubro de los delitos de orden federal, que en los últimos meses han estado a la orden del día en la capital del estado.

Concretamente en el tema de los homicidios dolosos, tanto Hermosillo como Cajeme parecen concentrar la estadística de las semanas más recientes y es claro que las policías municipales requieren el apoyo de otras instancias para la pacificación en sus demarcaciones.

Ojalá que este encuentro no haya servido solo para la ‘foto del recuerdo’ y del diálogo sostenido con la máxima autoridad en la materia se hayan alcanzado acuerdos para fortalecer el combate a las bandas criminales que solo pueden ser enfrentadas con mejores y más capacitados elementos; más y mejor armamento y sobre todo, mucha coordinación y trabajos de inteligencia.

Y ojalá también que el Batman haya mostrado voluntad para esa coordinación y no les haya recetado un “Y la nieve de qué la quieres”, tipo el queteco.

III

Para el análisis, la encuesta difundida ayer sobre preferencias electorales en Sonora con vistas a la sucesión gubernamental 2027.

No hay sorpresas en cuanto a las tendencias, porque de alguna manera los resultados no difieren mucho de los números obtenidos en la elección del año pasado, donde Morena y sus aliados superaron con amplio margen a los candidatos de la oposición, pero hay detalles curiosos.

Según la empresa Alius, responsable de este ejercicio demoscópico, si hoy fueran las elecciones Morena arrasaría con el 43%, muy lejos del PAN, que aparece con el 10.4%, MC (6.8%), PRI (6.1%) y ya ni se diga del Verde, el PT y el PES que aparecen con 1.6, 0.7 y 0.5 por ciento, respectivamente. Para fortuna de estos tres últimos partidos, mantienen una alianza con Morena que les permite no solo conservar el registro, sino también negociar posiciones. El PRD ni siquiera aparece.

A las encuestas, desde luego, se les ponen siempre todos los ‘asegunes’ habidos y por haber, pero dejando eso de lado, lo curioso resulta que ya con nombres en las mediciones, al Toño Astiazarán lo identifican como candidato del PAN y, aunque aparece muy debajo de Lorenia Valles o Javier Lamarque si alguno de ellos fuera la o el candidato de Morena y aliados, aparece con más del 35% de las preferencias, un porcentaje que por estos días el blanquiazul no alcanzaría ni en sus más exóticos sueños húmedos.

Medido con Lorenia Valles, ella tendría el 49.7% y el Toño 35.9%.

Medido con Javier Lamarque, él tendría 48.9% y el Toño 36.8%.

Primera lectura: Lorenia es más competitiva que Lamarque, pero ese no es el punto. Lo que llama la atención es que mientras el PAN tiene un diez por ciento de preferencias, si lleva como candidato al alcalde capitalino el porcentaje sube hasta acercarse entre once y trece puntos a quien sea candidato(a) de Morena.

A un año y medio de las elecciones, esa no parece ser una buena noticia para Morena, sino para “El Toño”. Y conste que aludo al alcalde de Hermosillo y no a los partidos de oposición que, si insisten -como lo ha hecho el PAN- en ir solos a la elección, su destino sería el fracaso más estrepitoso del que se tenga memoria.

Eso es lo curioso: la encuesta refuerza la idea de que la sobrevivencia del PRI y el PAN depende no solo de la alianza entre ellos, sino de que el Toño sea su candidato y de que el guaymense por sí solo, parece ser una marca más ‘vendible’ que esos partidos.

Y es curioso porque la encuesta no la difundió el Toño, lo que abona más a las suspicacias.

IV

Y ya mejor aquí la dejamos porque ahorita ando con todo buscando al Potrillo Pompa para que me pase el contacto con Adán Augusto López, un Og Mandino de la industria editorial que ya quisiera la Librería Ghandi o Paco Ignacio Taibo II, pues aún me quedan como 50 ejemplares de “El Zancudo” y unos 20 de las crónicas “De La Habana a Camagüey”, y tengo entendido que el tabasqueño trae un programa de compras al mayoreo y pago en cash que me resultaría muy útil en estos tiempos de austeridad más republicana que decembrina y más barredora que trapeadora.

 

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