LA PIFIA DE LA FISCALÍA
Quizá como augurio de lo que se avecina, la Fiscalía General de Justicia del Estado protagonizó este lunes un verdadero “regadón de tepache” al distribuir un comunicado de prensa en relación a la vinculación a proceso de Ernesto de Lucas Hopkins, extitular de la Secretaría de Educación y Cultura, por el presunto delito de peculado.
Le explico: en el transcurso de la tarde de ese día, su área de Comunicación Social envió un boletín, a través de grupos de whatsapp de periodistas, donde daba cuenta de este hecho.
Horas después, al filo de las 22:18 horas, la misma fiscalía envió una fe de erratas sustituyendo un párrafo por otro en dicho comunicado de prensa.
Transcribo textualmente, para que vean ustedes el alcance:
“En este sentido se le acusa de suscribir contratos, durante su encargo como titular de esa dependencia, para desviar más de 287 millones de pesos destinados al pago de impuestos (ISR)”.
Este es el primer párrafo asentado en el boletín oficial enviado por la autoridad.
Luego, fue sustituido por este otro.
“En este sentido se le acusa de suscribir contratos durante su encargo como titular de esa dependencia, que posteriormente permitieron, a partir de noviembre de 2018, cuando ya no era titular de esa Secretaría, se desviaran más de 287 millones de pesos destinados al pago de impuestos (ISR)”.
¿Notan ustedes la pequeña gran diferencia?
Sin conocer de derecho penal, el párrafo sustituto me deja la impresión de que el vitupereado plumífero no es tan delincuente como primeramente lo hacían ver, y casi casi lo bañan en las aguas del Jordán. Digo, es solo una impresión.
Los afectos a las teorías de la conspiración han tratado de vincular la acusación penal contra de Lucas Hopkins como un mensaje al senador con licencia, Manlio Beltrones; otros más que es una forma de inhabilitarlo para que desista de una presunta aspiración de ser candidato al gobierno de Sonora en el 2027; otros tantos que le debe un agravio al gobernador Durazo, y que ahora es tiempo de cobrar.
No me voy a sumar a ninguna de las tres teorías, porque lejos estoy de ser un conspiracionista.
Lo que sí creo es que al Pato lo alcanzó el karma.
En su transcurrir político, el hoy señalado es conocido por su afición casi patológica (de enfermedad, no de patos) de incumplir con las promesas que hace. A lo largo de estos días, algunos de los afectados me han dejado testimonio de las travesuras realizadas por el plumífero en un momento de su existencia. De mentiroso e incumplido no lo bajan.
Por lo pronto, me lo reportan bien “encarbonado” por el error de redacción hecho público por la fiscalía estatal. A como están las cosas, capaz y afectaron el debido proceso –o como se diga-, y el Pato salga volando a mejores derroteros en completa libertad por un error de primaria de la autoridá. Solo estoy suponiendo.
ENCUADRE ALIANCISTA
Será la fecha que nos pone sentimentaloides y generosos, pero reportan a Natalia Rivera (MC) y Alí Camacho (Partido Sonorense) locos de contento, como El Jibarito, en preparación para ir juntos como alternativa electoral.
Por lo visto en los últimos días, cada vez se afianza más la posibilidad de presenciar una alianza entre ambos institutos políticos rumbo al proceso del 2027.
Y como prueba de lo avanzado que va la construcción de acuerdos, este martes, la coordinadora estatal de MC, acompañada de una comitiva de directivos naranjas, estuvo de visita en las oficinas del PS, cuyos directivos en correspondencia, pagaron el gesto, celebrando juntos una posada navideña en la casa naranja.
Más allá de la convivencia, el encuentro entre ambos dirigentes y sus equipos tiene indiscutiblemente un gran impacto en el ajedrez político-partidista estatal. Ya veremos para qué les alcanza. Por lo pronto, me dicen que estrategia y entusiasmo tienen.
ENCUADRE PUNZANTE
“Alguien” con mala entraña lanzó una denuncia pública anónima –que circuló en redes sociales- en contra de Carolina Lara, dirigente de la CATEM en Sonora, acusándola de extorsionar a empresarios. No hay una sola prueba, más que el señalamiento con dedo flamígero. De ninguna manera meto las manos al fuego por la susodicha, pero tampoco concedo un ápice de credibilidad a la publicación de marras. Mal hacen los medios de comunicación que prestan oídos a este tipo de denuncias desde el anonimato.
IN PROXIMUM
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