“MI DIGNIDAD VALE TANTO COMO MI VIDA”: ORTEGA ARENAS
Aunque pudiera parecer una frase sumamente dramática propia de un diálogo de telenovela al estilo Televisa, en los hechos, debemos pensar que eso fue una de las principales motivaciones del doctor Ricardo Ortega Arenas para seguir adelante durante los cuatro días que duró en huelga de hambre, exigiendo el cumplimiento de sus derechos laborales por parte de la Universidad de Sonora.
Había tomado la decisión de defender su nivel académico y con ello un mejor pago por su trabajo, y no era como para echarse para atrás, en tanto no lograra su objetivo.
Y eso ocurrió este lunes.
En una escueta tarjeta informativa circulada en grupos de whatsapp de periodistas, las autoridades de nuestra alma mater asentaron:
“La Universidad de Sonora informa que, como resultado de un proceso de diálogo respetuoso y directo, se resolvió la situación laboral de Ricardo Ortega Arenas, incluyendo el pago retroactivo correspondiente.
La Universidad refrenda su compromiso para fortalecer los mecanismos institucionales de atención y seguir trabajando en un clima de respeto y sensibilidad laboral”.
Al margen de que no necesariamente sean ciertos algunos de los conceptos vertidos en dicha tarjeta informativa, es de aplaudir la decisión que tomó la rectora Dena María Camarena para resolver este asunto que amenazaba con salirse de control.
El activismo y la presión que ya estaban ejerciendo los maestros agremiados al Sindicato de Trabajadores Académicos (STAUS) seguramente provocó una profunda preocupación en las autoridades búhas, resolviendo a favor del docente huelguista.
Insisto: bien hizo la autoridad universitaria de atender positivamente las demandas de Ortega Arenas, “haiga sido como haiga sido”.
¿Qué necesidad había de esperar cuatro días para darse cuenta que al maestro le asistía la razón?
Ahora sí tendrán que analizar con pinzas, y con diálogo respetuoso y directo, cada situación que impacte en la estabilidad académica y laboral de la institución. Ya les queda poco margen de error.
Por lo pronto, crisis resuelta, y todos felices a disfrutar de las vacaciones decembrinas.
ENCUADRE SOCIALITÉ
Desde estos párrafos, vaya un fuerte abrazo para mis queridísimos amigos agrónomos Martha Bayliss y Rosendo Molina ya que este lunes se convirtieron nuevamente en abuelitos.
El pequeño llevará por nombre Andrés Rosendo, hijo de los jóvenes Lluvia Higuera Clayton y Raul Andrés Molina Bayliss.
¡Qué alegría y bendición para la familia!
Muchísimas felicidades para los Molina Higuera por este regalo de Dios y la vida.
ENCUADRE PUNZANTE
Cómo estará el nivel de inseguridad en Cajeme, que en las “meras narices” de sus autoridades robaron el cableado que ilumina la estructura del árbol navideño instalado en la Plaza Álvaro Obregón, ubicada en pleno Centro Histórico, frente al palacio municipal. El colmo.
IN PROXIMUM
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