Llega Necaxa a un siglo de vida “futbolera”

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Llega Necaxa a un siglo de vida “futbolera”

TOMADO DE PROCESO.COM.MX

Por Daniel Escobar

CIUDAD DE MÉXICO.- Siete goles anotados en este torneo (dos de ellos en su propia portería), último lugar de la tabla general, ningún juego ganado en ocho jornadas, con una diferencia de goles de menos 7 y con casi 25 años sin ser campeón; así está el panorama de los Rayos del Necaxa, quienes el pasado 21 de agosto cumplieron 100 años de existir.

El centenario del Necaxa ha producido durante este año varias formas de festejo y reconocimiento: El libro Pasión electrizante. Leyenda del Necaxa, de Alan Amper Ajzen; un uniforme conmemorativo con el que están jugando esta temporada; aquél partido que disputó con el Athletic de Bilbao de la Liga Española, el cual perdió 2-0, y hasta una exposición titulada “Nakaksan: Centenario del campeonísimo Necaxa (1923-2023)” en la hemeroteca de la UNAM.

Sin embargo, desde lo deportivo, el centenario de este equipo de futbol no ha producido momentos memorables. Y aunque estos climas ya los ha vivido el Necaxa varias veces, también ha experimentado la otra cara de la moneda.

La historia del Necaxa está llena de fracasos, derrotas y descensos, así como de momentos gloriosos y envidiables. Esta esencia del club la explica Juan Villoro en Dios es redondo:

“Durante 57 años, el Necaxa no fue campeón de liga, ha desaparecido dos veces del primer circuito… Y sin embargo, esa es la escuadra que una noche le ganó al Santos con todo y Pelé; donde el Fu Manchú Reynoso conquistó su apodo de ‘Mago’ al desaparecer un balón en la cancha; donde Alex Aguinaga, un gladiador cansado que respiraba con la boca abierta, arrastró a los suyos a un título en el que ya nadie creía”.

A lo anterior se podría agregar que fue el equipo mexicano que le ganó al Real Madrid en el Mundial de Clubes de 2000 que se jugó en Brasil.

A todo esto, ¿Qué historia tiene el Necaxa?, ¿Cuáles han sido sus júbilos, tragedias y comedias?, ¿Cómo llegó a su centenario?, ¿Qué le podría pasar?

Un equipo acostumbrado a perder y ser el David que le gana a muchos Goliat

El Necaxa fue fundado por el ingeniero escocés William H. Frasser, quien también era gerente general de la compañía Luz y Fuerza del Centro. Por esto y porque, según cuentan, Frasser era muy apasionado al futbol; fusionó a dos equipos que integraban empleados de la empresa que, de hecho, quedaron en los últimos lugares en su primer torneo. Uno era el Luz y Fuerza y el otro el Tranvías, y el 21 de agosto de 1923 nacieron formalmente los Electricistas del Necaxa, en honor a un río cuyas aguas producían la luz que se usaba en la Ciudad de México.

En sus primeros años de vida, en la década de los veinte, el Necaxa tuvo ciertos privilegios, consiguió un título contra el América en 1925 y contra el España en 1926, e incluso fue el primer equipo mexicano en acoger a un club internacional (el Colo Colo de Chile) perdiendo ese encuentro 3-0.

Llegó la década de los treinta, y así como aquí empezó la Época de Oro del cine mexicano, también fueron años dorados para los electricistas. En esa etapa, el Necaxa fue considerado por algunos el mejor equipo de México. Por los títulos que conseguía fue apodado “Campeonísimo” y por su estilo de juego, porque los jugadores se entendían bien, lo llamaron “Los Once Hermanos”. Este grupo de “Los Once Hermanos” ganó cuatro torneos de liga y dos de copa, por lo que lo consideraron “el equipo a vencer”.

Después, con la muerte de William H. Frasser (algunas versiones señalan que murió asesinado), las intenciones de la familia y herederos de Willy de no involucrarse con el futbol, vender los terrenos del equipo y el registro de manera formal de la profesión “jugador de futbol” en la Secretaría del Trabajo, además de las consecuencias fiscales que esto generaba, el club desapareció en abril de 1943.

Fue hasta 1950 que los electricistas regresaron a la Liga Mayor del futbol mexicano. En sus siguientes años sus resultados fueron menores, ganando sorpresivamente en 1960 nuevamente el Torneo de Copa, pero fue el 2 de febrero de 1961 que ocurrió uno de los episodios que más presume la afición necaxista: cuando Necaxa, como parte de un pentagonal, venció al Santos de Brasil militando Pelé en sus filas, ese jugador que en el 2000 fue reconocido por la FIFA como el mejor futbolista del mundo, aquel que fue tres veces campeón del mundo con la selección brasileña. Necaxa ganó el encuentro 4-3.

Amper Ajzen ofrece en su libro Pasión electrizante. Leyenda del Necaxa una crónica de ese partido en el que Pelé perdió contra el Necaxa

En 1971, volvió a desaparecer el equipo luego de que lo vendieron a unos empresarios españoles que lo nombraron Atlético Español, equipo al que hacen referencia en la película El Chanfle. Fue hasta 1982 que Televisa decidió comprar al equipo y ponerle otra vez los colores del Necaxa. Aquí fue cuando empezaron a llamarlos Rayos del Necaxa y ya no tanto Electricistas.

Esos primeros años de un Necaxa manejado por Televisa fueron de muy poca afición y frecuentemente se ubicaba en los últimos lugares.

Llegó la época de los noventa y nuevamente fue una década de oro para el club: terminó campeón de liga en 1995, 1996, y 1998; ganó Torneo de Copa en 1995, y hasta una Liga de Campeones de la Concacaf (entre equipos norte y centroamericanos). Jugadores de esa época fueron Peláez, Aguinaga, Zárate, Pérez, Navarro, Ambriz y Basay.

Lo anterior los llevó al primer Mundial de Clubes en el 2000, ahí lograron un tercer lugar empatando contra el Manchester United, donde jugaba David Beckham, y le ganaron al Real Madrid militando en este último Samuel Etto.

Después vinieron años oscuros para los Rayos, los malos resultados desembocaron en el descenso dos veces, uno en 2009. Ascendieron un año después, pero descendieron de nuevo en 2011.

Los Rayos volvieron a ascender a mitad del año 2016. Hoy se mantienen en la Primera División del futbol mexicano, juegan como locales en Aguascalientes y son presididos por Ernesto Tinajero.

Así llega a sus 100 años el Necaxa, con un panorama gris, pero la sorpresa, lo inesperado, sorprender cuando pocos o locos apuestan por él, es una característica de su biografía.

Un coyote que de repente sí atrapó al correcaminos, un David que mató a Goliats pero no se volvió rey.