TARUGO O PERVERSO: COMO TE VEN TUS CONTACTOS?
UNA ACLARACIÓN… de inicio: utilizo en la cabeza de esta entrega la palabra tarugo en lugar de otra más conocida e incluso más fuerte y tal vez de mayor peso, porque como ya lo comenté anteriormente, no quiero agregarme a la pléyade de comunicadores que siguiendo el ejemplo de una fina candidata a la presidencia de la República, han empezado a utilizar las antiguamente conocidas como palabras altisonantes hasta en sus oraciones. Entro en materia:
Las redes sociales están creando una verdadera revolución en temas de comunicación. Actualmente las personas nos comunicamos más por mensajes de WhatsApp, X (antes Twitter), Instagram, Facebook, TicToc y un largo etcétera, que directamente y de viva voz por teléfono.
Es así como han surgido una serie de individuos y también individuas que al parecer de pronto ´descubren una vocación, sino divina, cuando menos innata, de comunicarse masivamente y se lanzan al ruedo. Ora creando un canal de YouTube, o formando listas de distribución para envío masivos a través de alguna otra plataforma, especialmente WhatsApp.
Es así, como de buenas a primeras y sin decirte agua va, alguien de tus contactos empieza a enviarte regularmente mensajes de todo tipo: festivos, religiosos, deportivos, obscenos, culturales, pornográficos y, sobre todo últimamente, políticos.
Desde hace tiempo he querido tratar ese tema en mis columnas, pero por angas o mangas se me ha ido pasando. Y como la cantidad de listas de distribución en las que se me ha incluido sin consultarme y sin mi anuencia ya llegó más allá de lo que estoy dispuesto a tolerar, la semana pasada decidí ponerle fin. Para ello empecé por enviar un mensaje a dos de mis contactos que mayormente me atiborran con envíos no pedidos y no deseados. Es el siguiente:
Estimado amigo,
Te saludo con el gusto de siempre para comentarte un asunto que tal vez no te sea de mucho agrado pero que en lo personal considero importante aclararlo.
Hace un tiempo me empezaste a enviar periódicamente mensajes de contenidos evidentemente políticos en los que en algunas ocasiones anexas imágenes, memes o videos. Todos esos mensajes tienen varios elementos comunes: son ataques al presidente de la República, o a la candidata de Morena o a favor de la candidata de oposición.
Me queda claro que formas parte de los millones de mexicanos inconformes con el régimen actual y que quisieran se restauraran las anteriores formas de gobierno que encabezaron los partidos aglutinados en lo que hoy se conoce como el Prianrd.
Estás en tu derecho y te felicito por ello, aunque la mayoría de los mensajes, por no decir todos, están sustentados en verdades a medias o falsedades completas. Por ello te voy a compartir mi opinión sobre la intencionalidad de los remitentes.
Tengo la convicción de que quienes maquinan e inician la difusión de dichos mensajes lo hacen con una doble intencionalidad:
Convencer a sus destinatarios de que el contenido es verdadero y es válido.
Que ellos también a su vez lo difundan entre sus contactos. De hecho, en algunas ocasiones piden que se propaguen y revelan que quieren hacerlos virales.
Ahora bien, quienes inician estas cadenas de infamia, lo hacen esperando encontrar en sus receptores a personas que cumplan con uno o ambos de los siguientes atributos:
Que sean tarugos
Tarugos que digieran sin cuestionar los infundios, calumnias y falsedades, y consecuentemente las difundan entre sus contactos como buenos tarugos que son.
Que sean perversos
Para que en caso de que no los crean o sepan fehacientemente que son mensajes amañados, de cualquier manera los reenvíen sin importarles que son inmorales y difamatorios.
Quiero además comunicarte que me parece de muy mal gusto que sólo por el hecho de conocernos, te hayas abrogado la libertad de atiborrarme con los mencionados mensajes.
Lo menos que pudiste haber hecho, era correrme una mínima cortesía y avisarme que me incluías en una lista de distribución con contenidos políticos a favor de la oposición. Yo también tengo listas para el envío de mensajes masivos como tú ya sabes por formar parte de una. La diferencia es que siempre que incluyo a algún contacto, le aviso, le informo qué se le enviará y solicito su conformidad.
Para finalizar quiero hacerte una pregunta, si eres tú quién inicia los mensajes, ¿en qué categoría me colocaste? ¿En la de los tarugos o en la de los perversos? o tal vez en ambas.
Pero si no eres tú, te invito a hacer una reflexión y trates de discernir en qué categoría te tendrán quienes te mandan los mensajes.
No he recibido ninguna respuesta al respecto. Probablemente ya desaparecí del selecto grupo de contactos de las personas a las que les envié el mensaje, con quienes, dicho sea de paso, ni siquiera me unen lazos de amistad.