LA RENUNCIA DE LOS SIETE MINISTROS…
TAL VEZ, ESTIMADO lector, en este mundo de ignorancia supina en la vivimos, la renuncia de siete, de los once ministros de la SCJN que, según se sabe, ocurrirá hoy, no sea una noticia que nos quite el sueño. Hasta pudiéramos colocar esta acción en el cajón del “no pasa nada” o bien enviarlo al cesto de la basura pues son grillas de arriba que no nos afectarán.
Por lo pronto se maneja que las que se quedan sin renunciar son: Norma Piña, Lenia Batres, Yasmín Esquivel y Loretta Ortiz. Y los que presentaron su renuncia: Ana Margarita Ríos Farjat, Juan Luis González Alcántara Carrancá, Javier Laynez Potisek, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, Alberto Pérez Dayán, Jorge Mario Pardo Rebolledo y Luis María Aguilar Morales. https://acortar.link/33ien0
Hay que contextualizar esto.
La Suprema Corte de Justicia de la Nación en votación se encargan de emitir medios de control sobre Juicios de amparo, Controversias constitucionales, Acciones de inconstitucionalidad y Determinaciones de constitucionalidad sobre la materia de consultas populares.
La SCJN está conformada por 11 ministros y ministras, quienes pueden laborar en dos Salas de 5 integrantes cada una. Tienen un periodo de 15 años en su encargo y no pueden ser removidos de su puesto, a menos que se cumplan los términos del Título Cuarto de la Constitución. Norma Lucía Piña Hernández es la actual ministra presidente cargo que ocupa desde el 2 de enero de 2023 y hasta el 31 de diciembre de 2026.
De renunciar los mencionados siete ministros lo primero que ocurrirá será que sean sustituidos por sus suplentes y en caso de que estos no quieran o puedan, la SCJN cuenta con un amplio stock de posibles futuros integrantes conforme a la carrera judicial. Quienes se retiran es con miras a no participar en la jugarreta del gobierno, se adelantaron antes de que les pidan que vergonzosamente les pidan su renuncia.
Sin embargo, de entrada, habrá una paralización de cualquier determinación que tome la SCJN al no haber quorum o representación legal que avale cualquier proyecto jurista en exposición. Será como una especie de huelga de brazos caídos pues esto de las renuncias y colocación de sus reemplazos no es de un día para otro.
Por ello, más que efectos de letargos legales lo que tenemos a la vista será un duro golpe mediático a la estampa presidencial pues no es común, de hecho, inviable, que tal cantidad de renuncias se presenten en cualquiera suprema corte de justicia del mundo.
Y si, será a todas luces un escándalo mundial que generará en el equipo de Claudia Sheinbaum toda una estrategia de contención de daños que veremos a partir de hoy, de darse el caso.
Para quienes no somos abogados, esto significa una momentánea –no sé de cuantos días, pero ya llevan los trabajadores del poder judicial tres meses en paro–, dislocación o falta de representación del último y principal órgano de representación de todos aquellos que buscan justicia en sus casos y un poco más, se acabaría momentáneamente con la conformación de las jurisprudencias que permiten a los jueces distritales definir sus propuestas de solución.
En otras palabras, y en todos los ámbitos legales, se detendría la marcha, adecuación, transparencia, evolución y significación de la justicia en México. En materia jurídica no habrá un ente superior que determine una controversia constitucional.
Se han manejado algunas causales que enfilaron a la decisión de los siete ministros. La reforma al poder judicial les obliga a renunciar a sus cargos: primero, que se reduce el número de once a nueve, reducción del período de 15 a 12 años, se eliminan las dos salas pues la Corte sólo sesionará en Pleno y sus sesiones deberán ser públicas. Se elimina a su vez la pensión vitalicia (haber de retiro) para actuales y futuros ministros y ministras. Sus remuneraciones deben ajustarse al tope máximo establecido para la Presidente de la República, sin excepción.
La nueva ley establece que será hasta 2025 cuando se realizará una elección extraordinaria para renovar a todos los Ministros, Jueces y Magistrados del Poder Judicial. Quienes ocupen actualmente el cargo podrán participar en esta elección en igualdad de condiciones. Y luego vienen la serie de nombramientos en base al método de elección. Los siete ministros, todo indica, no quisieron verse inmiscuidos en estos avatares y su renuncia conlleva que se respetarán los beneficios del cargo.
Sin embargo, quienes analizan esta situación establecen que la puntilla que llevó a esa posible renuncia fue la llamada supremacía constitucional, la iniciativa de ley que prácticamente quita a la SCJN sus funciones o facultades tanto de otorgar amparos como de interceder para analizar y reevaluar todas aquellas aprobaciones del ejecutivo y legislativo. Los dejan como meros jarrones, pues.
Todo indica que su decisión la tomaron por dignidad. No quieren saber de quienes les sustituirán en sus cargos que llevó media vida llegar a ostentarlos y que ahora, conforme a la nueva metodología, les podrán sustituir quienes salgan agraciados de una tómbola o aquellos que Morena apoye con una costosa elección, 46% más cara que los comicios electorales presidenciales.
EN FIN, por hoy es todo, mañana le seguimos si Dios quiere.
Armando Vásquez Alegría es periodista con más de 35 años de experiencia en medios escritos y de internet, cuenta licenciatura en Administración de Empresas, Maestría en Competitividad Organizacional y Doctorando en Administración Pública. Es director de Editorial J. Castillo, S.A. de C.V. y de “CEO”, Consultoría Especializada en Organizaciones…
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