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Cifras incomprobables

OLOR A DINERO

Por Feliciano Espriella

DE CUANDO EN CUANDO… alguna institución, organismo o medio de comunicación lanza una noticia o proporciona cifras en materia económica cuyo sustento es totalmente desconocido y evidentemente imposible de verificar, pero que todo mundo, por tratarse de donde viene, acepta sin chistar y utiliza para hacer una amplia gama de razonamientos que como su propio origen, no tienen sustento.

Sin embargo, a pesar de que en ese tipo notificaciones no se comprueba absolutamente nada, no se documentan pruebas, y no se añaden testimonios de personas calificadas, en México, como en muchas otras partes del mundo, son tomadas como si fueran dogmas de fe y utilizadas cuando de alguna manera demeritan la operación gubernamental o ponen en evidencia fallas estructurales en el funcionamiento del país, como sucedió hace una semana respecto a una publicación sobre el personal que ocupa el crimen organizado en sus operaciones.

Recientemente se le dio difusión a una “supuesta” investigación realizada por la revista Science, la cual evidencia que los cárteles de droga en México se posicionan en el quinto lugar como mayores generadores de empleo en el país, incluso superando a gigantes como FEMSA (la embotelladora más grande del sistema Coca-Cola en el mundo), Walmart, Manpower, América Móvil, Pemex y Grupo Salinas.

Según el informe, las organizaciones criminales reclutan de 350 a 370 miembros a la semana, lo que los convierte en el reclutador más grande de México. De esta forma, los cárteles cuentan en la actualidad entre 160,000 y 180,000 miembros, el 17.9% de ellos afiliados al Cártel Jalisco Nueva Generación.

En cuanto al número de miembros de organizaciones criminales, el estudio estima que en la actualidad hay alrededor de 175,000 miembros activos, una cifra que subirá a 220,000 en cinco años si se mantiene la actual política de capturas, procesamientos y encarcelamientos. Sin embargo, el informe señala que la cifra bajaría a 155,000 si “se corta el reclutamiento a la mitad”, y disminuiría a 110,000 miembros si se impide la incorporación de nuevos miembros.

Sin el ánimo de poner en tela de duda la seriedad de la revista y mucho menos su prestigio, la verdad yo no entiendo cómo pueden llegar a conclusiones aparentemente tan exactas sobre datos que se generan en un universo prácticamente impenetrable para el mundo exterior.

¿O qué? ¿Me van a decir que personal de la revista anduvo por todas las serranías y poblaciones semiocultas en las que radican los miembros de las bandas delictivas haciendo un censo, o de perdida encuestándolos? No lo creo.

Tampoco pudo hacerlo a través del IMSS porque por obvias razones, estas personas no acostumbran afiliarse a ninguna institución de gobierno y por lo tanto tampoco existen para el SAT. Entonces son sólo estimaciones sin ninguna base real que las sustente.

Pero aún así, muchísimos editorialistas a lo largo y ancho del país lo dieron por cierto y lo tomaron como argumento para publicar una serie de comentarios que en este contexto sólo pueden ser calificados como diatribas.

Una noticia por el mismo tenor fue lanzada recientemente, aunque atañe a otro país, pero igual pudieron endosárnosla: Según Bloomberg en Colombia la cocaína está a punto de superar al petróleo y convertirse en su mayor exportación. Recordemos también como hace algunos años la “prestigiada” Revista Forbes” incluía al Chapo Guzmán en su famosa lista de las 500 personas más acaudaladas del mundo.

En fin, cuando se trata de creer lo que nos conviene creer, todos hacemos a un lado el sentido común, la lógica y olvidamos que razonando podemos llegar a nuestras propias conclusiones, las cuales no necesariamente tienen que coincidir con las de quienes, por motivos ulteriores muchas veces inconfesables, nos quieren endilgar sus presuntas verdades a medias o mentiras completas.