ESTAS LÍNEAS
Por Agustín Rodríguez
HUIRIVIS, Comunidades Yaquis, Son. – Como cada vez que viene, el presidente López Obrador dejó buenas noticias a la autoridad yaqui durante la visita –ya van 10– del lunes.
Llegó a suelo de la imbatible tribu acompañado del gobernador Alfonso Durazo Montaño y de la alcaldesa Karla Córdova González, a quien le manifestó reconocimiento y marcado aprecio.
Lo esperaban los lideres yaquis de Huírivis, encabezados por Teófilo Piña, quien recibió y acomodó a sus similares de Ráhum, Cócorit, Loma de Guamúchil, Belem, Vícam Pueblo, Pótam y Tórim. Juntos autorizaron, como exige la tradición, esa presencia y bienvenida a la geografía de esta milenaria nación.
El secretario de la Guardia Tradicional de Huírivis, Juan Gregorio Jaimes León, sigue el protocolo –que bonito es escucharlos hablar en su lengua– y dio la bienvenida al presidente, gobernador y alcaldesa –doctora del Municipio de Guaymas, le dijo.
El gobernador Durazo fue el primero al micrófono. Inició con reflexiones sin olvidar que ese día cumplía sus primeros 70 años el mandatario de este país, lo cual fue “una decisión que trasciende el anecdotario y la nostalgia para compartir con un pueblo entrañable una fecha tan simbólica”.
Lo hizo “en uno de los corazones vivos de nuestros pueblos originarios”, pueblo que nunca han dejado de luchar por la libertad, desde el primer contacto con los europeos en 1533 y hasta hoy, cuando, luego de los actos de Lázaro Cárdenas, se vuelve a sentar junto a ellos la justicia a través del Plan de Justicia Yaqui.
Siguió la descripción del avance de una modernidad excluyente que no tomaba en cuenta la preservación de la identidad yaqui, ni un presente autónomo para los ocho pueblos y la formación política de López Obrador “junto a los más pobres, los más olvidados, los que eran siempre noche, oprimidos por un país superficialmente orgulloso de su pasado indígena, pero alejado en los hechos de sus comunidades originarias, de sus sufrimientos y esperanzas, de su sabiduría, de su cultura y de sus valores”.
Así fue desgranando las distintas etapas históricas hasta estos días “de unidad por la alianza con el pueblo y sus causas, sin la cual sus adversarios lo habrían hecho a un lado desde hace años”, y resumió que en estos años se han sentado las bases del proyecto de la 4T, que no es un sexenio más, sino “un cambio de dimensiones históricas en nuestro país”.
Buena exposición la de Durazo, hablando de los más pobres como prioridad en la agenda nacional como nunca; de la lucha contra el racismo, el clasismo, la búsqueda de igualdad de oportunidades, del servicio del interés popular.
Sincero, le reconoce al presidente ser depositario del afecto de millones de mexicanos en todos los ámbitos sociales y le dijo que “la admiración y gratitud que le tenemos perdurará con nosotros más allá de sexenios”, y que la historia, “que es en esencia insobornable”, juzgará a su debido tiempo su desempeño “y no pasará en vano el hecho evidente de su ejemplo moral y su condición de fundador de un nuevo orden nacional”.
Luego, los funcionarios federales y sus números:
Hay avance del 75% en la agenda del Plan de Justicia Yaqui. Ya recuperaron y están en posesión de 2,943 hectáreas de terrenos nacionales; se compraron y entregaron 29,241 hectáreas; el viejo lío de “La Cuchilla” que forman los predios La Matanza, El Tigre, El Rescate o Las Piedritas, se analizó y se hará la declaratoria de terreno nacional excepto una parte del primero, que se comprará.
También se recuperarán terrenos de las trincheras, de valor histórico y sagrado, pues allí cayeron y fueron sepultados muchos de sus antepasados. El INAH debió tener listo el proceso este lunes.
Sumarán 43,088 hectáreas las restituidas con la segunda etapa. Adelfo Regino habló de 51,202. Y mencionó vivienda por 390 millones; avance al 72% del ducto para dar agua a 50 munidades a lo largo de 240 kilómetros, donde entregará 200 litros por segundo tras invertirse 1,200 millones de pesos. Son 7 tramos que estarán terminados el próximo diciembre.
Se suma el Distrito de Riego 018 del pueblo yaqui, que incluirá las 23 mil hectáreas, del distrito de riego conocido como “Colonias yaquis”, a las 38 mil hectáreas nuevas de construcción de superficie de riego. La inversión es fabulosa: 9,900 millones de pesos y ya va a más de la mitad.
Cuando los yaquis lo administren, se cumplirá un hecho inédito: será el primer distrito de riego indígena en México y el primero administrado por un pueblo originario.
Ya funciona la Universidad del Pueblo Yaqui, con 3 licenciaturas y una ingeniería, con 225 alumnos; hay apoyo del IMSS; hasta crearán la radiodifusora de la etnia con inversión de 40 millones de pesos, obtenidos del Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado. La descripción fue extensa, e incluye electrificación, apoyo al campo, pesca y artesanía por más de 500 millones de pesos.
Aplaudió la comunidad –y la asistencia–, que está lista la base de operaciones de la Guardia Nacional en Cárdenas Viejo, Tórim, pues la violencia criminal campea en la región. Y ya inició la construcción del hospital de segundo nivel en Vícam Switch, de 428 millones de pesos.
Pero mire esto: en el Plan de Justicia del Pueblo Yaqui, de 2021 a la fecha, se ha ejercido en tierras y territorio 420 millones de pesos; en derecho al agua 12 mil millones, y en bienestar integral, 3,161. Son 15,441 millones con avance del 80%. El resto, en 5 meses, prometen.
La autoridad yaqui celebró. Pero insistió al presidente mantener su atención en la pertinencia “de pasar de depender de un estado de voluntad política, a una de la certidumbre básica de nuestras formas de visión colectiva, como un legado histórico para nuestras futuras generaciones”.
El presidente tomó el micrófono y habló de trabajo, de unidad. Recordó a Juárez: “Avancemos, aprovechemos el tiempo, para que, si los reaccionarios nos vencen, que les cueste trabajo dar marcha atrás a lo que ya se avanzó, a lo que ya se logró”. Y solo le faltan 10 meses.
Recordó como “una bendición, el que se haya ganado por voluntad del pueblo de Sonora la gubernatura y que tengamos un gobernador como Alfonso Durazo”, a quien le dijo, volverá en febrero, a inaugurar el acueducto; y tras el proceso electoral de junio, hará lo propio con el nuevo sistema de riego. Quizá el domingo 9 de junio, “ya quedamos”, dijo. Vendría por última vez en septiembre.
Las obras, marchando y terminadas muchas, parecen confirman que López Obrador será el nuevo Lázaro Cárdenas. Que sea para bien de la etnia y, ahora sí, para siempre.
GUAYMAS TERMINARA OBRAS EN DICIEMBRE
Este martes, la alcaldesa Karla Córdova confirmó eventos y actividades mil para celebrar las fiestas decembrinas y el próximo Carnaval.
Consciente de lo que implica en molestia y afectación económica para los comerciantes, pidió a la administradora portuaria Asipona, supervisora de las obras en avenida Serdán, acelerar el trabajo y hubo respuesta positiva.
La doctora Córdova envió el mensaje a los sufridos empresarios, pequeños la mayor parte: “vamos a estar terminando las obras y festejando la navidad”.
“NADA DE PELLIZCO” AL PRESUPUESTO
En el año electoral, “nada de pellizco al presupuesto”, dijo el gobernador Alfonso Durazo.
Y así debe ser siempre, pero ante la tentación que crece en esa época, “nada de meter la mano al cajón del presupuesto”.
Advirtió: “si alguien cayera en la tentación pagará las consecuencias, esa es mi responsabilidad”.
¿SE RAJÓ PANCHO?
Las 4 y media hectáreas donadas por Francisco Uribe –controla o ha controlado más de mil en esa zona urbana– en el sector Guaymas Norte, para construir el hospital del IMSS, siguen en veremos.
Atrajo la atención la velada observación de Zoé Robledo, el director del IMSS, al mencionar, “hay algunos problemas” en el proceso de traspaso.
Alguien me tradujo la expresión, en términos barriales: Uribe se rajó, porque le negaron exigencias mil para esa cesión, que incluye perdonarle impuestos, derechos y hasta hacerle obras para seguir construyendo fraccionamientos de casas pequeñas que vende carísimas a trabajadores.
Ojalá se imponga la buena voluntad ahora que viene diciembre. O busquen otro suelo, ni modo.