DEJA “OTIS” MUERTE, CAOS E INCERTIDUMBRE A SU PASO POR GUERRERO

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DEJA “OTIS” MUERTE, CAOS E INCERTIDUMBRE A SU PASO POR GUERRERO

TOMADO DE PROCESO.COM.MX

Por Margena de la O/Foto: AP Photo/Marco Ugarte

CHILPANCINGO, GRO.- El huracán que más se acercó al grado en el que el huracán Otis golpeó Acapulco –en unas nueve horas pasó de categoría uno a cinco, la más alta en la escala Saffir-Simpson– fue Paulina, hace 27 años, y llegó sólo al cuarto nivel.

En esta ocasión el fenómeno tocó tierra en las inmediaciones del puerto a los 25 minutos de este miércoles. “Se mantiene con vientos máximos sostenidos de 270 kilómetros por hora y rachas de 330 kilómetros por hora”, reportó la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil de Guerrero en los primeros instantes.

La aceleración de Otis se notó en un lapso breve; por la mañana todavía era una tormenta tropical y a las tres de la tarde era huracán categoría dos, pero mantuvo a Acapulco sólo nublado.

Para las cinco de la tarde, ya con categoría tres y ubicado 185 kilómetros al sur-sureste de Acapulco, trajo primero una llovizna y creció a lluvia tupida entre las siete y ocho de la noche. Pasadas las 12 ya era un intenso viento que azotaba la costera Miguel Alemán. Los hoteles de la zona dorada comenzaban a inundarse.

Desde entonces hasta las cuatro de la tarde del miércoles 25, cuando circularon las primeras imágenes de la zona turística después de la tormenta, la imagen cambió radicalmente. La costera en ruinas; los negocios destruidos hasta el punto de ser irreconocibles; las fachadas de varios hoteles desabrigadas y muy pocas palmeras del camellón en pie, al igual que los árboles, algunos de la zona y otros arrastrados ahí por el viento y el agua.

La imágenes aéreas, las primeras que expusieron cadenas de televisión abierta, ofrecieron un panorama del puerto destruido e inundado. Antes fue difícil hacerse una idea de los daños porque Acapulco quedó incomunicado, sin energía eléctrica, telefonía ni paso por las carreteras que conectan con la Ciudad de México. Hasta ahora se enfrentan dificultades para restablecer esos servicios.

Por su parte, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) confirmó que 504 mil 340 usuarios de Acapulco se quedaron sin servicio y que el miércoles 25 por la tarde apenas se le había restablecido a un 40% de los afectados.

Caminos y Puentes Federales de Ingresos y Servicios Conexos (Capufe) reportó e sus redes sociales que la Autopista Cuernavaca-Acapulco fue cerrada por un deslave de talud.

Asimismo, usuarios de redes sociales reportaron que la carretera federal Chilpancingo-Acapulco, la otra vía que conecta a la capital del país con el puerto, estaba obstruida porque a unos kilómetros del acceso a Tierra Colorada, cabecera municipal de Juan R Escudero, un río se desbordaba por la carretera.

La Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) precisó que estaba cerrada la circulación en ambos sentidos de la Autopista México-Acapulco a la altura del kilómetro 360, y que el río Papagayo se desbordó en el kilómetro 71+100 de la carretera libre Chilpancingo-Acapulco.

También reportó la mañana del miércoles 25 que el cierre era total cerca de la caseta La Venta de la Autopista del Sol.

A esto se sumó que las líneas de autobuses que cubren la mayoría de las rutas de Guerrero, Costa Line y Estrella de Oro (ADO), suspendieron las corridas a Acapulco por llos daños referidos.

También la Costa Grande y la Costa Chica quedaron incomunicadas.

La respuesta institucional

La fuerza de Otis fue inédita para Guerrero. La referencia más cercana es Paulina, un grado menor y que, aun así, destruyó Acapulco. De nivel cinco fue el huracán Katrina, que en 2005 causó destrozos mayores y cobró numerosas víctimas en Nueva Orleáns, Estados Unidos.

En esta entidad del sur de México las lluvias son más comunes, tanto que la tormenta tropical Max, que afectó una parte importante de la Costa Grande, ocurrió hace solo 16 días.

El 9 de octubre pasado Max generó fuertes daños en cuatro municipios de la región, en particular Tecpan de Galeana, donde se registraron casas inundadas, caminos y carreteras afectados, y dos personas fallecidas. Con Otis volvieron las lluvias.

Sin embargo Max sirvió para que las instituciones tomaran algunas medidas de precaución. Por ejemplo, la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil Guerrero difundió que habilitó 631 albergues temporales en distintos lugares del estado desde el 21 de octubre.

El día 23 se le empezó a dar seguimiento a Otis, que en ese momento aún era tormenta tropical. Al medio día del martes 24 todavía no caían lluvias, pero la Secretaría de Educación Guerrero (SEG) informó de la suspensión de clases en el estado.

La gobernadora Evelyn Salgado Pineda también pospuso hasta el 9 de noviembre el acto por su segundo informe anual de labores, previsto para este jueves 26.

El huracán impidió, por ejemplo, que la mandataria estatal ofreciera explicaciones de la emboscada y del asesinato de 13 policías del municipio de Coyuca de Benítez, incluidos el secretario de Seguridad Pública municipal, Alfredo Alonso López, y el director de la Policía Preventiva, Honorio Salinas Garay.

La respuesta a la población afectada también deja que desear. En Tecpan de Galeana muchos habitantes aún no se recuperan de las inundaciones por Max, y, de acuerdo con algunas familias afectadas, sólo recibieron de las autoridades algunos alimentos e insumos para limpiar sus viviendas.

La población de este y otros municipios de la Costa Grande, igual que los afectados por Otis en Acapulco –cuyo número no ha sido establecido a causa de los mismos daños– no podrán recibir apoyo del Fondo de Desastres Naturales (Fonden), que contenía los recursos para esta clase de contingencias y fue desaparecido en julio de 2021 a propuesta del gobierno federal.

De acuerdo con las declaraciones del gobierno federal ante los medios de comunicación, pese a la extinción del Fonden el gobierno cuenta con recursos para remediar los daños del huracán Otis.

El subsecretario de Hacienda, Gabriel Yorio, expuso en su comparecencia del miércoles 25, ante legisladores federales, que se cuenta con 18 mil millones de pesos para contingencias.

Sin embargo, los recursos no han llegado a Tecpan de Galeana y la reparación de los destrozos en Acapulco aún no comienza.