TOMADO DE PROCESO.COM.MX
Por Luis Daniel Nava/Foto: Fernando Llano/AP
TAXCO, Gro. (apro).– El pueblo y los turistas de Taxco despidieron con lágrimas y aplausos a la pequeña Camila.
Fue un Viernes Santo diferente, desangelado. “Es muy triste”, dice con la voz entrecortada un personaje de la Representación de la Pasión y Muerte de Jesucristo que participa desde hace tres años en una de las celebraciones más importantes y tradicionales del país.
Lo mismo perciben turistas de este pueblo mágico del sur de México que desde los balcones de restaurantes comen cortes finos o mariscos y ven pasar a una procesión de gente llorando, con flores y cantos fúnebres.
Encabeza el cortejo la banda de guerra de la sección 17 de Bomberos. En sus tambores llevan la imagen de la menor y globos blancos.
Dos horas antes, la maestra de Camila frente a sus compañeros de la Primaria Astillero, y rodeada de coronas de flores blancas, hizo su último pase de lista.
¡¿Por qué no te cuide?!, ¿¡Siempre le dije que la cuidara?!, lamentaban familiares.
En 24 horas secuestraron y asesinaron a Camila. Ciudadanos enardecidos hicieron justicia a propia mano, al margen de la autoridad estatal y sus policías estatales y ministeriales que pusieron largas para dar con el paradero de los responsables, asegurarlos y ponerlos a disposición de un juez para determinar su situación.
En el centro de uno de los pueblos mágicos más presumidos del país se consumó un linchamiento de tres personas al margen de las autoridades y de sus corporaciones policiacas.
Fue un caso de los casi 2 mil homicidios dolosos que se registran cada año en Guerrero y de los que el 99 por ciento quedan impunes, de acuerdo con datos de la Fiscalía estatal.
Es por eso que los ciudadanos ya no confiaron en la policía municipal controlada por organizaciones criminales ni por la impunidad del gobierno del estado, y de manera primitiva y sin piedad hicieron justicia.
El cortejo fúnebre, el último fue este viernes, el primero fue el jueves cuando el cuerpo llegó a la altura de su domicilio y fue llevado al velatorio Ángeles.
La tarde de hoy partió precisamente de este punto para enfilarse cuesta arriba por la avenida Los Plateros hacía el centro de la ciudad. Por los callejones empedrados de esta ciudad colonial cientos de vecinos, comerciantes y turistas despidieron con lágrimas y aplausos a Camila.
El cortejo pasó por la iglesia de Santa Prisca y se enfiló hacia la capilla de la Santísima para llegar de nuevo a la principal avenida y dirigirse en auto al panteón de Minas Viejas, rumbo a Iguala.
“Nos partió la madre”, confiaron cronistas locales.
–¿Cómo está viviendo esta Semana Santa?, se le pregunta a un personaje de romano que está a punto de participar en una representación del viernes santo.
Alcanza a decir: “triste”. Trata de contener las lágrimas y finalmente llora llevando las manos a su rostro.
“Es algo que uno no quiere oír, escuchar, ver”.
Este viernes, la Secretaría de Turismo ya no reportó la ocupación hotelera. En la víspera informó que fue de un 33 por ciento.