Por Feliciano J. Espriella
Hace varios años que no abordo el tema del informe presidencial el 1 de septiembre de cada año, en virtud de que los mandatarios sólo informan lo positivo (desde su muy particular óptica y/o conveniencia) que se ha hecho durante su mandato.
Por lo general, todos le ponen demasiada crema a sus tacos, y así como hay quienes lo festinan también abundan los que lo demeritan. “Cuestión de enfoques” como decían hace algunos años en un conocido diario capitalino.
En esta ocasión tampoco lo haré aunque la cabeza de esta entrega pareciera sugerirlo. Lo hago en función de que el pasado viernes se envió por varios chats de WhatsApp un mensaje alusivo al informe, publicado por la recién impuesta candidata de oposición, Bertha Xóchitl Gálvez Ruiz (Lady X), en el que pretendiendo ser original y mordaz como regularmente intenta, posteó el siguiente mensaje en su cuenta de X (antes Twitter):
Continuó de la misma forma hasta agotar la cantidad de caracteres que le permite la red.
Me llegó también a través de la cuenta de un buen y viejo (por el tiempo de conocernos) amigo, a quien le respondí por el mismo conducto los siguientes 3 mensajes:
“Ha de extrañar – textee refiriéndome a Xóchitl- aquellas piezas oratorias que encendían los auditorios y en cuyos eventos los presidentes daban a conocer acontecimientos que cimbraban al país ¿Cómo olvidar por ejemplo aquel 1o de septiembre de 1976 en el que Luis Echeverría anunció que después de 23 años, el peso abandonaba la paridad de 12.50 por 1?”
Enseguida agregué:
“O el informe de López Portillo de 1981 en el que con lágrimas en los ojos juró defender el peso como un perro”, finalmente le dije:
“O el de un año después, en el que con un exacerbado patriotismo, al grito de ‘ya nos saquearon… no nos volverán a saquear’, anunció su patriótica decisión de nacionalizar a la banca”.
Y regresando al post de Lady X, lo único que puedo apreciar en su mensaje es la muy limitada capacidad mental de una candidata en campaña que no tiene conocimientos ni preparación para hacer críticas con sustento y documentadas. Su enanismo mental y su inoperatividad para debatir con argumentos ya la hizo evidente en los foros contra Beatriz Paredes, a quien debe estarle agradecida que no la haya exhibido más lo torpe, insustancial y grotesca que se muestra ante un adversario.
Yo entiendo que para Lady X que el presidente hable de producir en una refinería cientos de miles de barriles de gasolina sea mentira, pues ella ha sido testigo de que las refinerías como la que construyó Felipe Calderón, sólo dan sombra.
Entiendo también que le parezca increíble que un ferrocarril en México pueda recorrer miles de kilómetros a través de nuestro territorio nacional, si sus referentes son el tren rápido México-Querétaro, cuyo proyecto nació en el sexenio de Vicente Fox y Felipe Calderón prometió construirlo, el cuál, ya no digamos un kilómetro, no ha caminado ni cien metros.
¿Y qué decir de sus ahora entrañables compañeros priístas a quienes hasta hace poco tiempo exhibía como los más corruptos del planeta?, ellos tampoco hacen malos quesos en aquello de echar a volar trenes; ahí está el tren México-Toluca al que Peña Nieto le dio el banderazo de inicio y al igual que el anterior, ni siquiera lo han encendido.
Por último, quiero suscribir lo que dicen que dijo en alguno de sus programas Ciro Gómez Leyva en el sentido de que “desde Vicente Fox, no había surgido otro candidato como Xóchitl Gálvez”.
Totalmente de acuerdo, seguramente fueron hechos con el mismo molde: ambos son insustanciales, con evidente carencia de neuronas, lenguaraces, burdos, groseros, soeces y sin nada que ofrecer más allá de llamar la atención con groserías, peladeces, ocurrencias y gracejadas, además, como lo hizo evidente la farsa en la que fue ungida Lady L, peleles de los grupos de poder económico.
Por hoy fue todo. Gracias por su tolerancia y hasta la próxima.
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