MORENA CON CUALQUIERA GANA
NO ES BIEN RECORDADA… La señora María Dolores del Río finalmente renunció a la titularidad de la Secretaría de Seguridad Pública y con ello se enfila para ser la candidata de Morena a la presidencia municipal de Hermosillo. Finalmente ella fue quien ganó la carrera y deberá enfrentarse a Toño Astiazarán quien es casi seguro será el postulado por la coalición PRI-PAN-PRD.
No hace mucho, Macario Carrillo quien hacía las veces de dirigente estatal de Morena de manera temporal, llegó a declarar que ese partido con cualquier candidato que postulara podía ganar en Hermosillo; lo anterior no solamente era una falta de respeto para los morenistas que aspiraban, era también una manifestación de soberbia, pero sobre todo de un profundo menosprecio al trabajo de Antonio Astiazarán.
Pero al final de cuentas la postulación de Dolores del Río pareciera ir en ese sentido que el joven Carrillo expresó.
Es decir, Dolores del Río no solamente carga en sus alforjas el haber resultado una nulidad como secretaria de Seguridad Pública y la mejor prueba es que se va justo cuando en Hermosillo se informa de una matanza en un antro y en la semana donde se suman 15 muertos de manera violenta, también tiene un pasado como alcaldesa de Hermosillo (2003-2006) y no es precisamente muy bien recordada.
Más allá de los discursos de despedida y de los reconocimientos que le hacen en Morena –único lugar de donde la elogian–, la señora del Río Sánchez tampoco es un flan: tiene experiencia electoral, es una mujer determinada a quien no le importan la falta de resultados que pueda ofrecer porque se sabe portadora de un apoyo, al menos de palabra, de Palacio de Gobierno.
Pero también carga con una gran cantidad de aspectos negativos que la vuelven frágil como candidata, incluso dentro de Morena no es precisamente la que despierta el mayor entusiasmo y ya hasta se habla de que la candidatura es solamente una salida digna que le ofreció el gobernador Alfonso Durazo. Es decir, así se la quitó de encima y le abrió la posibilidad de nombrar a alguien que pueda ofrecer mejores resultados en el combate a la inseguridad pública.
Dicho lo anterior lo que se avecina es una campaña electoral de contraste en quienes buscan la alcaldía de Hermosillo; por un lado ira Dolores del Río, candidata de Morena con ese pasado que ya le hemos comentado y con la responsabilidad no cumplida de reducir la inseguridad pública en Sonora, pero con todo el apoyo de una estructura gubernamental que puede hacerla aparecer como la solución a todos los problemas de la Capital, aunque ya dejó constancia de que como buena política no es tan buen gobernante.
Del otro lado va Antonio Astiazarán, quien evidentemente deberá convencer a un electorado que lo evalúa muy bien, pero que también es muy desmemoriado y mal agradecido; un electorado capitalino que no da segundas oportunidades; pero Toño Astiazarán tiene a su favor un trabajo de gobierno que se destaca por logros efectivos, tangibles y visibles, lo cual no deja de ser un envión importante para no ser un impresentable y menos que le puedan reclamar sus gobernados algún aspecto no cumplido durante su trienio.
Lo que se verá es si realmente hay un interés desde Palacio de Gobierno para controlar políticamente Hermosillo y tratar de hacer mejor las cosas a como las viene haciendo Toño Astiazarán o si por el contrario la validación ciudadana es efectiva y termina por aceptar que el gobierno municipal resultó efectivo, cumplidor y con resultados evidentes.
Lo cierto es que no era el mejor momento para salir a anunciar su candidatura, pero aún así, con esa seguridad e incluso soberbia que caracteriza a Dolores del Río, ahora la vemos dejando la Secretaría de Seguridad Pública en un momento álgido en el cual ella tiene una gran responsabilidad por la incapacidad mostrada.
AHOGADO EL NIÑO A TAPAR EL POZO… Luego de los sucesos en el antro “Yakarta” donde tres personas fueron asesinadas, la dirección general de Bebidas Alcohólicas del gobierno de Sonora, anunció que ese lugar sería clausurado porque no cumplía con ciertos lineamientos legales como la licencia de alcoholes que al parecer no correspondía al lugar, cerrar después del horario establecido.
Está bien, que lo cierren, aunque eso implica que algunas personas terminan por perder su empleo.
Pero más allá de la decisión, lo que llama la atención y es censurable es que la directora de Alcoholes del gobierno de Sonora, Cristina Caballero, era una asidua visitante del lugar y hay vídeos de lo bien que se la pasaba.
Será acaso que con esas visitas, con todo pagado, era suficiente para permitir el funcionamiento del lugar a pesar de las evidentes irregularidades, no se puede aceptar que salgan a decir que lo cierran, cuando esos mismos funcionarios que debían estar atentos y vigilantes a que se cumplieran los requerimientos legales para que el lugar funcionara, acudieran ahí para divertirse en grande.
El cinismo no puede ser más grande y lo único que resulta de esta situación es la simulación y la corrupción que impera en esa dependencia; ahora, no es la primera vez que un hecho de sangre exhibe la incompetencia y la falta de supervisión, ya pasó en San Luis Río Colorado, donde un antro funcionó durante cinco años sin tener vigente su licencia de alcoholes y sin cumplir las reglas mínimas de protección civil.
La señorita Cristina Caballero tiene mucho que explicar en este caso, porque no basta que salga a decir, con cara de compungida y tribulación, que luego de lo sucedido se dieron cuenta de que en el Yakarta se violaba la ley y nunca se dieron cuenta. Lo mínimo que debe hacer es renunciar para que también ella sea investigada por no ejercer y aplicar la ley.
ACLARAR… El fiscal general de Justicia, Rómulo Salas declaró que las cámaras de vigilancia del antro “Yakarta” fueron retiradas por los agentes de la Policía Municipal, que como primeros respondientes fueron quienes arribaron a ese antro luego de consumado el asesinato de tres personas y dejar heridas a otras dos.
Lo dicho por el Fiscal no solamente es grave, también lleva la implicación de que esos agentes pretendían proteger la identidad de los agresores y el modo como actuaron; pero no se trata de dejar todo en el nivel de los policías municipales, eso escala hasta sus jefes, incluso es un “buscapies” para el titular de Seguridad Pública, Manuel Emilio Hoyos.
Por lo pronto la corporación municipal guardó silencio en torno a esa declaración, ni siquiera hubo un intento por desmentir o aclarar lo que aseguró el Fiscal y más allá de las implicaciones políticas que esa versión de la fiscalía puede tener, en situaciones como esta es menester responder con rapidez o de lo contrario se da como verdad lo dicho.
CASO COLOSIO… Luis Donaldo Colosio Riojas, hijo de Luis Donaldo Colosio Murrieta, pidió al presidente Andrés Manuel López Obrador indultar a Mario Aburto Martínez, el asesino confeso del candidato presidencial del PRI y justificó su petición bajo el argumento de que pretende evitar el uso político del caso y con ello buscar la reconciliación nacional.
El joven Colosio Riojas no se equivoca cuando asegura que el caso es “manoseado” cada tres o seis años y que eso representa un desgaste para la familia; tampoco se equivoca cuando señala que la figura de su padre es utilizada con fines políticos.
Esta petición de Colosio Riojas, de indultar al asesino confeso de su padre, se inscribe en la reapertura del caso y en la eventual liberación de Mario Aburto porque se presume violación al debido proceso y con ello darle un cerrojazo a un caso que jamás terminó por convencer a los mexicanos en cuanto a los motivos para asesinar al candidato del PRI y donde la vox populi ya emitió su juicio y va en sentido directo de que fue un crimen de estado.