POLITIZAR LA INSEGURIDAD ES POLITIZAR EL FRACASO
AHORA RESULTA… que un problema tan prioritario para los ciudadanos, como es la inseguridad pública y los asesinatos dolosos que son un derivado de esa situación, lo intentan politizar antes que enfrentarlo y resolverlo; en Sonora se viven momentos aciagos y en lugar de acciones concretas y coordinadas, lo que ofrecen es culparse unos a otros.
Cada crimen que se comete, sin importar el lugar, termina por exhibir una estrategia fallida y un combate que presenta resultados pobres, que se traducen en estadísticas con bajas ínfimas en ciertos rubros, pero como no hay más, entonces eso es lo que salen las autoridades a presumir.
Que los homicidios dolosos mensuales eran de 37, pero en el último mes fueron 35, ¡hay que salir a gritarlo a los vientos como un dato que da la razón a las autoridades respecto que van por el camino correcto! ¡Pero 35 siguen siendo muchos¡ ¡No importa!, tampoco importa que en el siguiente mes la cifra aumente a 39 asesinatos dolosos y con eso el promedio se empareje, eso ya no se dice, mejor lo callan.
Si los muertos aparecen en Cajeme, son producto de la inseguridad que por años se ha padecido en ese municipio; la versión que se esparce es que Javier Lamarque, su alcalde actual, no ha hecho más que ir reduciendo los índices delictivos y los ríos de sangre que manchan las calles de Cajeme, dicen sus apologistas.
Pero resulta que los crímenes siguen, que la policía municipal de ese municipio está infiltrada hasta el tuétano y que todos los días, por diversos rumbos de aquella ciudad, o hay balaceras o aparece algún cadáver, a veces, con mucha frecuencia, ambos sucesos a la vez.
Si la inseguridad estalla en Caborca entonces es producto de una guerra entre grupos que luchan por la plaza y donde el alcalde, Abraham “El Cubano” Mier es ajeno a todo; pero resulta que ese presidente municipal es omiso y con su actitud desparpajada no solamente demuestra lo poco que le importa la situación que viven sus habitantes, también deja la impresión de que forma parte del problema.
Pero Lamarque y “El Cubano” Mier son piezas de Morena, ambos con aspiraciones a la candidatura a la gubernatura, de ahí que para ellos lo importante es aparecer “bien” en las encuestas y seguir conservando los apoyos políticos que les permitan contender. La inseguridad para ellos no es tema.
Si el crimen se comete en Hermosillo, entonces hay que echarle el caballo encima a Toño Astiazarán porque ¿entonces para que son las cientos de patrullas eléctricas? Nomás para detener, pedir moches o multar borrachos los fines de semana.
En ningún retén de los que han instalado en la Capital se han detectado personas armadas, ¡pero hay muchas armas circulando sin control¡ pero resulta eso no se sabe porque no lo informan. Tantas patrullas que hay y cuando sucede un hecho sangriento no aparecen por ningún lado.
La policía municipal de Toño Astiazarán, como en el resto de las corporaciones policiacas municipales de Sonora, también está infiltrada, también es corrupta y también es odiada por los ciudadanos.
Toño Astiazarán también es candidateable a la gubernatura y por ello cuida mucho lo que se diga de la policía municipal, incluso presume resultados como la baja en los índices de percepción; pero eso no impide que le aticen duro en el lomo ante sucesos de sangre.
Y mientras la inseguridad pública es un problema serio, el gobernador Alfonso Durazo se da el lujo de no recibir al nueve coordinador de la Guardia Nacional, quien tiene ya tres meses operando en Sonora sin que lo reciba el gobernante. Así de importante y prioritario el tema.
Mientras que la inseguridad es un problema que se utiliza para lanzarse acusaciones de unos contra otro, el gobernador Durazo no pone límites ni llama a la cordura a su Fiscal General de Justicia o a su Secretario de Seguridad Pública.
Tanto Gustavo Rómulo Salas Chávez, el titular de la Fiscalía General de Justicia como Víctor Hugo Enríquez García, titular de la Secretaría de Seguridad Pública traen una lucha sorda, una guerra de patadas por debajo de la mesa, se ponen zancadillas, ni se tragan y menos se mastican, y así, ocupados en su propia guerrita de papel, se distraen de atender los temas prioritarios.
Pero de todo lo anterior hay una realidad que no se puede soslayar: Hermosillo, Cajeme y Caborca; los funcionarios que no recibe o los que se pelean, todos ellos están en Sonora y aquí hay un gobernante cuyo cargo previo a ser mandatario estatal fue el de Secretario de Seguridad Pública a nivel nacional, con ese antecedente que no se puede obviar y atendiendo a que se supone sabía del tema, lo único que podemos concluir es que en materia de lograr la seguridad pública y pacificar Sonora, existe un rotundo fracaso y esto no tiene más que un responsable.
Intentar politizar la inseguridad pública es seguir caminando al fracaso, es seguir dando palos de ciego y representa no solucionar nada, pero si dejar todo agravado.
O Alfonso Durazo da un manotazo sobre la mesa y asume la responsabilidad que le compete en el tema o todo se le va a salir de control, como ya se está viendo.
LA ELECCIÓN UNIVERSITARIA… Bueno, esta semana se darán los registros de los aspirantes a la rectoría de la Universidad de Sonora, hasta el momento se sabe de tres aspirantes: el popular Cuauhtémoc González; el oficial Aarón Grageda y la doctora Dena María Camarena a quien se le ve como la candidata de rectoría.
La elección, que se suponía sería democrática, de pronto da visos de tener candados de más y no favorecer ciertas prácticas democráticas: los estudiantes se quejan de ser excluidos y que todo lo decide la parte académica, aunque ambos tienen el mismo porcentual en lo referente al voto; no habrá debates y tampoco se puede criticar el periodo de Rita Plancarte, de ahí que si algún candidato intenta decir que el ISAF no aprobó la cuenta pública del 2024, estaría faltando a esa cláusula.
Mientras que Cuauhtémoc González se muestra abierto y hasta parece estar muy cómodo con la posición que tiene; Aarón Grageda se nota muy forzado, hasta cierto punto temeroso de los cuestionamientos que se le puedan hacer y por ello rechaza o rehúye reunirse con quienes le pueden cuestionar, parece que le faltan argumentos para responder o tiene muchos muertitos en el clóset.
La elección del nuevo rector, por más votos que aporten estudiantes, académicos y trabajadores, terminará siendo una decisión del Colegio Universitario, ahí no va a importar quien fue el que más votos obtuvo o quien hizo las mejores propuestas, simplemente la capacidad operativa para inclinar el ánimo a favor de tal o cual candidato o candidata sin que haya poder que pueda ir en contra de esa decisión.
Pero hay que hacer una advertencia: ante el menor indicio de una imposición es casi seguro que los estudiantes y los maestros se van a levantar y eso será muy lesivo para la paz universitaria.
ARDE CABORCA… Luego de que el fin de semana se atacara el hotel donde duermen los agentes de la Policía Estatal destacamentados en Caborca y posteriormente también se lanzaros ráfagas de balas a la casa del sub jefe de la Policía Municipal, todo hace indicar que esto está relacionada con tres narco mantas que aparecieron el 2 de febrero en diversos lugares de Caborca.
En esas narco mantas, el mensaje se dirigía al gobernador Alfonso Durazo, para informarle que policías estatales estaban actuando a favor de uno de los bandos en disputa, precisando que no solamente los dejaban operar impunemente sino que también formaban parte de la red de distribución de drogas.
Al no haber darse una respuesta oficial, lo que vino entonces fue el ataque contra el hotel donde estaban los agentes de la policía estatal.
Y MIENTRAS… los criminales se mueven a su antojo, en Nogales, elementos del Ejército llegaron hasta las instalaciones de la Policía Municipal para revisar el armamento del personal y que los permisos se encuentren en regla, pero esto derivó un momentos de tensión cuando los agentes se molestaron y enfrentaron a los soldados.
Mientras policías municipales y soldados se daban el entre, Nogales se quedó momentáneamente sin seguridad pública.
Pero y entonces ¿dónde está la coordinación que tanto presumen?