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El Juglar de la Red/Rafael Cano Franco

 

DIANA KARINA, DE VÍCTIMA A VICTIMARIA

La diputada del Partido del Trabajo, Diana Karina Barreras Samaniego logró una victorial legal en el Tribunal Electoral del Poder Judicial, órgano que terminó por sentenciar a la ciudadana Karla María Estrella por violencia política en razón de género y según la legisladora lo que hizo fue simplemente sentar un precedente para que ninguna otra mujer que actúe en política sea menospreciada en sus méritos o se desconsidere su trayectoria.

Pero esa victoria puede calificarse de “pírrica” porque no he encontrado muchos comentarios que respalden la postura de la diputada, incluso en mesas de debate de alcance nacional, hasta los representantes de Morena cuestionan a la legisladora y citan que su denuncia fue un exceso, es un ejemplo que no van a seguir.

Diana Karina Barreras no es el personaje odioso que han dibujado las redes sociales, tampoco es una mujer impreparada por el contrario tiene estudios y maestrías que respaldan su carrera política, pero en no pocas ocasiones su propaganda perfila a una mujer vanidosa, superficial y frívola.

Ahora bien, su paso por los cargos de elección no ha estado exentos de escándalos: su voto decisivo para concesionar el alumbrado público en Hermosillo fue considerado el tributo a pagar para que su esposo, Sergio Gutiérrez Luna, no fuera a la cárcel por las acusaciones de corrupción en la implementación del sistema penal acusatorio, que terminó en nada.

Y si bien ganó la batalla legal, perdió estrepitosamente ante el juicio popular; en las redes sociales, cada vez que se menciona su nombre, incluso cuando hay alguien que saca la cabeza a su favor, lo que se lee son andanadas de comentarios negativos a su persona y todos haciendo alusión a que censuró a una ciudadana.

Si su intención, como lo ha mencionado, era la de ser ejemplo para otras mujeres que sufren violencia política en razón de género, simplemente no lo logró y lo que sí hizo fue sentar un precedente muy negativo.

No es intención darle la razón o decir que no la tiene respecto a si hubo o no violencia política en su contra; de lo que hablamos es de las consecuencias que tiene su decisión de demandar a Karla María Estrella.

La ciudadana ahora es la víctima y ella, Diana Karina, es la victimaria.

No solamente se trata de la clásica visión de “David contra Goliat”, o de que la tendencia social sea la de apoyar al más débil cuando es aplastado por el más fuerte.

Lo que sucede en este caso es que ante la evidente censura que de pronto desplegó la Cuarta Trasformación con leyes como la de Puebla que criminaliza la crítica o la sentencia contra un periodista en Campeche por criticar y señalar corrupción en el gobierno de Layda Sansores, la sentencia a Karla María Estrella llegó en el peor momento.

El saldo es totalmente negativo para la diputada Diana Karina Barreras Samaniego, su imagen como política no logró preservar ni dignificar su carrera académica ni la política, por el contrario ahora se le tacha de ser intolerante, autoritaria, abusiva y una legisladora con una piel muy sensible que no duda ir en contra de cualquiera que le hace un señalamiento.

Luego entonces, aquello de ser ejemplo para que otras mujeres no sufran violencia política en razón de género, quedó en la nada porque son muchas las mujeres que ahora se dicen no estar representadas por ella, son muchas féminas las que dicen que cometió un abuso de poder y son muchas las damas que no se sienten representadas por Diana Karina Barreras.

Puede que lograra la victoria legal, pero es más que evidente que el juicio popular le es totalmente adverso e incluso puede ser uno de los principales obstáculos para que logre ser candidata a la alcaldía de Hermosillo, como es su propósito.

Karla María Estrella perdió la batalla legal, pero ganó el respaldo social; Diana Karina Barreras logró su cometido en tribunales, pero el efecto boomerang la golpeó con tal fuerza que ahora es una malvada política y quien sabe si pueda reconstruir su imagen.

UN NUEVO DEBATE… se cierne en el poder legislativo y ahí vamos todos, la nueva Ley de la Guardia Nacional que ya se aprobó en lo general no solamente le quita lo civil a ese cuerpo policiaco pues ahora lo pasa directamente a la Sedena y con ello lo militariza en toda su estructura.

También levantó ámpula la propuesta de que se pueda vigilar a los ciudadanos sin mandato judicial y solamente con una petición que la institución le haga a una empresa de telefonía celular para escuchar conversaciones y obtener la ubicación de la persona.

La oposición dice que esto es un estado que espía a los ciudadanos y la parte oficial responde que solamente se trata de mecanismos necesarios para localizar a criminales en fuga.

Más allá de la polémica y del pataleo opositor, no hay manera de que puedan frenar la aprobación y por tanto es casi un hecho que aquella Guardia Nacional civil que nos ofrecieron, termine ahora como una policía militarizada, con todo lo bueno y lo malo que eso implica.

SIN LLAMAR A LA UNIDAD… En estos primeros días como coordinadora de Movimiento Ciudadano, Natalia Rivera no ha demostrado esa capacidad conciliatoria para restañar heridas y llamar a la unidad a quienes dentro de ese partido la ven como una advenediza que sin mayores méritos y solamente por ser amiga de Jorge Álvarez Máynez, asumió la dirigencia del Partido Naranja.

No puede menospreciar que la diputada Gabriela Danitza Félix Bojórquez estuviera ausente de su toma de protesta y menos puede ser tan indolente como para menospreciar que la mitad de la bancada de MC en el Congreso local un acudiera a su toma de protesta.

También es un sinsentido asegurar que a ellos les va mejor cuando compiten solos, eso no fue precisamente lo que sucedió en la elección que recién pasó el 2024 y más allá de que anden envalentonados por los triunfos en Veracruz, lo cierto es que las circunstancias de aquella entidad en relación con Sonora son totalmente diferentes.

Si hay algo que Natalia Rivera debe aprender de inmediato que en MC no va a encontrar la sumisión que caracteriza a los priístas y por tanto lo conducente es empezar a llamar a los inconformes con su nombramiento y tratar de construir una unidad partidista que por estos momentos no se aprecia.

INTOLERANCIA… Luego de que algunos Consejeros del INE expresaran una postura negativa en contra de la elección de jueces y magistrados, proponiendo incluso que se declarara la “no validez” del proceso electoral y argumentado su postura, la respuesta de Morena fue, otra vez, la de la intolerancia.

El diputado Ricardo Monreal salió a decir que se está elaborando una iniciativa para reformar al INE y si bien no hay mucha información sobre el tema, seguramente lo que nos van a ofrecer es un organismo electoral atado a una instancia gubernamental que lo vigile y fiscalice.

Lo anterior solamente deja claro que el régimen solamente quiere escuchar lo que lo alabe y vanaglorie, pero no va a permitir opiniones contrarias a la postura oficial y menos va a tolerar disidencias o formas diferentes de ver la situación.

Con ese horizonte lo que nos espera es un estado declarado abiertamente autoritario, repelente a la crítica, con instituciones sometidas e incapaces de disentir.