CUÁNTOS MÁS??
Mientras el gobernador Durazo ofrece toda su capacidad de persuasión para atraer inversión nacional e internacional a Sonora, desgañitándose en ponderar los logros alcanzados en su gobierno en esta materia, zas!, le matan a un conocido y reconocido ganadero, a uno de los suyos, del gremio al que pertenece, del cual se dice muy orgulloso.
El asesinato de Alejandro Morales Aguilar, hijo del estimado ganadero, ya finado, Agustín Morales, y hermano nada mas y nada menos que del hoy secretario de la Unión Ganadera Regional de Sonora, Alberto, da un fuerte golpe en la línea de flotación a los afanes del Gober de intentar hacer de Sonora un lugar seguro para invertir.
No se trata de un asunto menor. Acontecimientos de la misma naturaleza violenta, registrados recientemente en nuestra Sonora que (he) rida, cobraron fuerte relevancia en el mundo de las noticias, poniéndonos en escaparate, desgraciadamente para mal.
Qué frustante (y enojoso) debe de ser para un gobernador como Alfonso Durazo, que todo el esfuerzo de promoción para detonar la economía sonorense, con acciones como la modernización y ampliación del Puerto de Guaymas, de su aeropuerto, del de Ciudad Obregón, por mencionar solo algunas otras que se llevan a cabo, se vea afectado con este tipo de hechos: un conocido ganadero muerto, con signos de violencia en su cuerpo, allá en su rancho “Águila Blanca”, en las inmediaciones de Querobabi, sí, muy cerca de donde precisamente se encuentra localizado un bien equipado retén militar.
Como se sabe, en el imaginario colectivo pesan mas las malas noticias que las buenas, por desgracia. Desde la óptica comunicacional, todos los anuncios recientes del Gober, incluida la visita finsemanera de los dos presidentes, pasan a segundo plano. En estas horas no se habla de obras ni de inversión, la conversación gira en torno al homicidio de Alejandro Morales. Claros y oscuros en el ejercicio del poder.
Por lo demás, y hasta la hora de redactar estos párrafos, no había leído ni escuchado de un pronunciamiento de la Unión Ganadera Regional de Sonora, léase Juan Ochoa, su dirigente, demandando justicia y pronto esclarecimiento de los hechos, como es lo usual en estos casos. Quizá la cercanía que mantiene con el Ejecutivo le impida ir más allá que publicar una esquela. No debería, pero pues…
El único posicionamiento, y fuerte, por cierto, fue el del Comité Ciudadano de Seguridad Pública que preside Marcos Paz Pellat, de orígenes ganadero. Pa’ que la cuña apriete….
“Expresamos nuestro profundo pesar y condena ante el cobarde asesinato de Alejandro Morales Aguilar, reconocido ganadero de nuestra región. Su cuerpo fue encontrado con signos de violencia en el rancho Agua Blanca, cercano a Querobabi, Sonora.
Este acto atroz se suma a otros casos de desapariciones y agresiones en los campos de Sonora, lo cual es absolutamente inaceptable.
No solo exigimos justicia y el castigo ejemplar a los responsables de este terrible crimen, que ha generado inquietud entre ganaderos, agricultores y la sociedad, sino que también instamos a la implementación de medidas adicionales que garanticen certidumbre, paz y seguridad a quienes dedican su vida al trabajo en el campo sonorense.
Extendemos nuestra más sincera solidaridad a la familia y seres queridos de Alejandro Morales en este momento tan doloroso”.
Hasta aquí el posicionamiento. Fuerte y claro.
Por lo demás, circula profusamente también en redes un escrito en donde están invitando al gremio ganadero a una protesta “pacífica” en las instalaciones de la Unión Ganadera Regional de Sonora, para el próximo lunes. Por su importancia y dado el momento actual, transcribo textualmente:
“Ninguna persona que haya sido asesinada en manos criminales en Sonora, puede estar descansando en paz.
Resulta imposible que las familias tengan una pronta resignación, que la delincuencia nos rebasó y puede operar sin control en nuestra entidad.
Que le den rienda suelta al quehacer Criminal, que mueran inocentes, que maten mujeres y niños en carreteras del estado. Es indignante que como sociedad no levantemos la voz, por eso es que ya no están, porque está muy fácil que el día de mañana o pasado el que no esté seas tú o yo.
Hoy cobro otra vida la delincuencia que opera nuestra entidad impunemente.
Si la delincuencia existe, es porque las autoridades lo han venido permitiendo.
He estado platicando Ganaderos, con seres queridos y cercanos a Alejandro Morales, los cuales se organizan para:
🛑ASAMBLEA Y PROTESTA PACÍFICA EN LAS INSTALACIONES DE LA @UGRSon. 🛑
En esta ocasión será ABIERTA AL PÚBLICO en general.
➡️Fecha: LUNES 02 DE SEPTIEMBRE 2024
➡️Hora: 9:00 AM
➡️Lugar: Teatro de la @UGRSon En Hermosillo, Sonora”.
Me cuentan conocidos ganaderos que este escrito surgió por iniciativa de productores de la Asociación Ganadera Local de Hermosillo, que hoy dirige Javier Astiazarán, ante el real peligro que representa la delincuencia organizada y desorganizada para los rancheros.
Y es que el caso de Alejandro Morales no es el primero.
Todo hace indicar que el gremio ganadero se empieza a movilizar, y creemos que armar, y eso resultaría sumamente preocupante para las autoridades, que ya no sienten lo duro sino lo tupido.
Apenas hace un par de días un buen amigo me mostraba su preocupación por el incremento de estos hechos violentos, preguntándose y preguntándome hasta donde habríamos de llegar con esta situación. Mi respuesta fue puntual: “efectivamente, muy preocupante lo que sucede en materia de inseguridad, amigo, mientras las autoridades encargadas de combatir estos hechos, están tibios, tibios, muuuy tibios”.
Y es que el experto en estrategias e inteligencia, Víctor Hugo Enríquez García, a la sazón secretario de Seguridad Pública en Sonora, nomás no ha mostrado nada en la bola. O quizá todavía se encuentre en etapa de planeación. O quizá ande enredado con grillas internas. O quizá ya no le interese el cargo. O quizá ya quiera regresarse a la Ciudad de México. O quizá…
Entiendo perfectamente la desesperación del gobernador Durazo al no tener los resultados esperados, mientras mantiene un ritmo de trabajo muy por encima del de algunos de sus subordinados. Pero como decía mi abuela Alicia: “es lo que hay”.
IN PROXIMUM
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