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Entretelones/Samuel Valenzuela

 

PAZ, PAZ

Como se recordará, a reiteradas solicitudes del entonces gobernador Lázaro Cárdenas Batel, ahora coordinador de asesores de la presidencia, Felipe Calderón echó andar el “Operativo Michoacán” y con ello declarar la guerra a carteles de la droga en todo el país.

No sobra decir que fue un soberano fracaso, generando fuerte animadversión ciudadana por involucrar a las fuerzas armadas en asuntos cuya responsabilidad recae en autoridades e instituciones civiles, situación similar al del gobierno de Enrique Peña Nieto con su Plan Michoacán cuyos ejes fueron muy similares a los propuestos este martes por la presidenta.

Luego vino la temporada de abrazos en lugar de balazos con Andrés Manuel López Obrador que para efectos de dicha entidad, lo denominó Plan de Apoyo a Michoacán y que derivó que no solo en esa región del país, si no en todo México, se empoderaran y para nada se reconstruyó el tejido social si no que es uno de los sexenios más violentos en México.

Michoacán es México; Michoacán es como un plan piloto que refleja con más o menor crudeza, con más o menor violencia, lo que ocurre en todo el país, con estadísticas de utilería que para nada responden a la realidad cotidiana de una ciudadanía muy arisca, presa de la incertidumbre y cada vez más resignada a vivir los peligros que generan las disputas territoriales entre carteles y las acciones del Estado Mexicano para pacificarlos.

Desde Peña Nieto se impuso la retórica de que la violencia no se combate con más violencia; se exacerbó con López; también desde el peñismo se mencionan como prioridad las tareas de inteligencia; la prevención; ir a las causas no a los efectos y todo ese palabrerío vestido de demagogia que queda en nada porque las bases de sustentación del crimen organizado es la corrupción de instancias de gobierno que les permiten operar con impunidad y sus únicos rivales son sus competidores en los negocios del tráfico de drogas, de personas y otros.

Nacido luego del asesinato de Carlos Manzo, alcalde de Uruapan, el Plan Michoacán por la Paz y la Justicia luce como un más de lo mismo y se sustenta de ese más de lo mismo que llevaron al fracaso a acciones de la federación similares en ese estado de la república y en otras entidades del país donde se sufren los mismos males.

Insistimos, la corrupción en instancias municipales, estatales, federales y en las fuerzas armadas es la base de sustentación fundamental de la presencia y fortaleza de carteles de la droga y desde esa perspectiva también el plan de la señora Sheinbaum para Michoacán va hacia el fracaso, así como va en otros Estados del país.

Así las cosas, al son del ¡paz¡ ¡paz! ¡paz! de las armas de fuego que siembran el terror en Sinaloa, en grandes territorios y manchas urbanas del norte, noroeste, noreste, sur, sureste y centro del país, nace este nuevo plan con dedicatoria para Michoacán, pero cuya aplicabilidad podría ser en todo el país.

BUENO… el avance presentado respecto al caso de la explosión e incendio en una tienda del centro de Hermosillo y tragedia de 23 personas fallecidas y dentro de todo ese dolor, la buena noticia es que ya solo tres personas se encuentran hospitalizadas y dos de ellas con altas posibilidades de sobrevivencia serán o ya fueron trasladadas a Phoenix para recibir tratamiento especializado, en tanto que la otra estaba por ser dada de alta, de acuerdo con información proporcionada por el secretario de Salud, José Luis Alomía Zegarra.

Por lo pronto, el fiscal general de Justicia del Estado, Gustavo Salas Chávez, dejó abierta la posibilidad de indagar las actuaciones u omisiones de servidores públicos, con dedicatoria especial a los titulares y funcionarios de las áreas de protección civil del Estado y del Ayuntamiento de Hermosillo, por eventuales responsabilidades penales. > Archivo Confidencial: Pues muy bien la voluntad justiciera de Don Gustavo, quien no debiera ser convencido tan fácilmente respecto a que la presencia del transformador al interior del establecimiento era o es particular y no está vinculado a la infraestructura de la Comisión Federal de Electricidad con la que se brinda suministro eléctrico a dicho establecimiento.

Pues sabe cómo no pudiera estar vinculado a la infraestructura y servicio de la CFE, porque justo afuera y pared de por medio está el medidor e incluso lo que parece un centro de carga, además de los testimonios de vecinos a la redonda que reportaron altas y bajas y un apagón y al reiniciar el suministro se escuchó el estallido.

Ahora resulta, que de acuerdo a la CFE ese aparato era inocuo, un generador de energía autónomo o sabe qué cosa, pero no vinculado a la infraestructura de la paraestatal, cuyos directivos tienen mucho para platicar a ese respecto, así como los representantes de esa cadena comercial que operaba sin los permisos correspondiente y carecía de salidas de emergencia.