VÍCTIMA
México es un país de víctimas y si bien ya no son 100 homicidios dolosos al día y el promedio ha bajado a 70, son muchas las muertes qué lamentar por el estado de guerra entre bandas del crimen organizado y el hasta ahora fracasado esfuerzo gubernamental por sofocarlo o al menos controlarlo.
Ya son 24 las víctimas de la explosión e incendio en la tienda Waldo’s del centro de Hermosillo, 7 hace días en volcadura de un autobús de TUFESA, así como decenas y decenas de niños y niñas con cáncer por el malhadado “accidente” de no disponer de medicamentos para sus tratamientos.
En México un promedio de 10 mujeres al día son víctimas de feminicidio y se presentan entre 72 a 96 denuncias al día por abuso sexual y muchas denuncias más por acoso sexual y tocamientos no consentidos, y 58 por violaciones, más lo que se acumula de los no denunciados.
Otra víctima es Bernardo Bravo, dirigente de los citricultores de Michoacán, Estado donde también arrojó otra víctima, el presidente municipal de Uruapan, Carlos Manzo, además del creciente número de víctimas acá en Hermosillo y Ciudad Obregón por disputas territoriales y de mercado entre grupos del crimen organizado, sin olvidar aquellas nueve víctimas el 4 de noviembre de 2019: tres mujeres y seis niños, todos miembros de las familias LeBarón, Langford y Miller, en Bavispe.
Incluso, Alfonso Durazo Chávez es víctima de insidias con el fin de dañar la imagen de su padre el gobernador de Sonora, Alfonso Durazo Montaño, al dispersarse la versión respecto a la revocación de su visa por su supuesta vinculación con presuntos cabecillas del llamado “Huachicol Fiscal” la cual fue desmentida por fuentes del departamento de Estado gringo.
Pero hay de víctimas a víctimas, porque en esto también hay niveles, ya que, para el oficialismo y sus corifeos, la principal víctima, la más grande víctima y la más dolorosa víctima es la presidente Claudia Sheinbaum a manos de un pelafustán en pleno centro histórico de la Ciudad de México.
Estallaron las redes sociales a causa del atrevimiento de “El Parches” de acosar sexualmente a la señora presidente, quien de forma insólita caminaba sin elemental personal de protección rumbo a un montaje con estudiantes universitarios que la esperaban en la explanada de la Secretaría de Educación Pública y que se supone no son parte de la organización denominada Generación Z.
Ya desde días antes, luego del asesinato del munícipe uruapense se maquiló de forma intensa la victimización de la titular del Ejecutivo Federal, mediante una sarta de estupideces mediáticas entre las que destacan teorías conspirativas; condenas al derecho a la indignación ciudadana por dicho crimen, indagatorias penales en contra de expresiones de condena a ese hecho, y sobre todo, ese más de lo mismo que representa echar culpas al pasado y deslindarse de todo lo malo del presente. > Archivo Confidencial: Suponemos causal o circunstancial la manoseada pública de la que fue para efectos de complementar el cuadro de victimización y con ello dejar en segundo o tercer término el caso Michoacán, que al cabo, ya se anunció otro plan de pacificación cuyos ejes de acción no han servido para maldita la cosa en las tres últimas administraciones federales.
En estos tiempos de victimización, un verdadero despropósito inconformarse porque diversos medios de comunicación visibilizaron el acoso sexual perpetrado contra la señora Sheinbaum, quien a lo mejor también se hubiera encabronado si no le hubieran dado importancia a tal acción y en ese despropósito están las hordas fanatizadas tratando de descalificar a toda opinión sobre la famosa manoseada.
El caso es que en este país la única víctima es la presidente Claudia Sheinbaum Pardo, las otras, todas las otras solo son artilugios colaterales con el fin de dañarla, de ensuciar su investidura y sabotear la construcción del segundo piso de la cuarta transformación, y bueno, sin causar ningún honorario, este reportero les recomendaría que apuntalen cuanto antes el primero, porque está por derrumbarse.
Por otra parte, decenas de amigos, familiares y seres queridos de las víctimas del siniestro en la tienda Waldo’s del centro de Hermosillo, realizaron una marcha este miércoles por la tarde con el fin de presionar a las autoridades en su búsqueda de justicia, colándose por ahí el Charly León y la diputada Gabriela Félix, para caracterizar el vivo ejemplo del oportunismo político.
No fue una manifestación muy numerosa, pero resonaron fuertes las consignas en contra de las condiciones de cómo operan establecimientos comerciales. “Ni uno más”, “Waldos nunca más”, “No debieron morir”, entre otros reflejos de la rabia por la tragedia que pudo haberse evitado.
El recorrido incluyó paradas en el Congreso del Estado, Palacio de Justicia y Palacio de Gobierno, con las consabidas exigencias de justicia, esas que desde más temprano e incluso a penas poco tiempo del incendio se comprometió el gobernador Durazo Montaño mediante un mensaje, secundado por el presidente municipal de Hermosillo, Antonio Astiazarán Gutiérrez.
Ya se verá cómo se desarrollan las indagatorias, pero a ojo de buen cubero, coincidimos con el posicionamiento de la presidente Sheinbaum respecto a que los principales responsables de la tragedia son los propietarios de la tienda siniestrada y que a las autoridades les corresponde atender y acompañar a las víctimas y a la estricta procuración e impartición de justicia.
Y como infausto pilón a ese drama, el mismo gobernador Durazo Montaño informó de la muerte de Marco, quien se desempeñaba como apoyo de compradores de la tienda embolsando sus compras y que resultó gravemente quemado. Descanse en paz el señor y que el bálsamo de la resignación llegue pronto a sus seres queridos.
O sea que ya son 24 las personas fallecidas por ese siniestro, con el riesgo de incrementarse si es que la muerte sigue teniendo permiso por estos rumbos.
En fin, nadie podría quejarse o reclamar al gobierno estatal, la fiscalía General de Justicia del Estado y del Ayuntamiento de Hermosillo sobre sus actuaciones para atender esa emergencia; nada qué reprochar por lo pronto.
Pero como no faltan aprovechados de las desgracias ajenas, la tragedia fue el pretexto ideal para que la Hache Cámara de Diputados de Sonora suspendiera sus actividades y así ratificar la calidad de wevonazos de quienes la integran y cuya mayoría calificada decidió darse unos días para reflexionar sobre la calidad de la melcocha bajo la batuta de la experta en esos menesteres, Ernestina Castro.
