ES CLAUDIA…

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ES CLAUDIA…

TOMADO DE PROCESO.COM.MX

Por Sara Pantoja

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- En su primer discurso en un acto masivo como presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum Pardo envió tres mensajes políticos: “nunca” se va a deslindar de su mentor político Andrés Manuel López Obrador, Morena deberá elegir a su próximo líder nacional en septiembre próximo, y los legisladores entrantes deben aprobar el Plan C.

Sobre éste y la Reforma Judicial, también envió un mensaje a trabajadores de ese Poder y a los empresarios que temen sus efectos. Y, como lo hizo horas antes en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) al recibir su constancia de mayoría, destacó que su triunfo es el de todas las mujeres del país, por eso pidió que se le llame “presidenta, con a”.

En el acto llamado “La Victoria del Pueblo” en el Teatro Metropólitan, la morenista anunció dos ideas en su discurso: “Es tiempo de transformación y es tiempo de mujeres”.

Sobre la primera, dedicó los primeros momentos de su discurso de 45 minutos a resaltar la figura del tabasqueño a quien, por enésima ocasión, llamó “el mejor presidente en la historia de México”.

Recordó cómo éste llegó a la Presidencia en el 2018 y las principales acciones de su administración, en especial la creación de programas sociales. “Es una hazaña lo que ha logrado el presidente en estos seis casi años”, resumió y despertó el grito ya conocido: “¡Es un honor estar con Obrador!”. 

Entonces, soltó: “¿Hay transformación o no hay transformación?, ¡Claro que hay transformación!, ¡Que viva el presidente López Obrador!”.

Sheinbaum Pardo se dirigió a sus críticos: “Nuestros adversarios se molestan cuando hablo del presidente Andrés Manuel López Obrador, piensan que me afectan cuando repiten sus insultos cargados de misoginia. Lo que quisieran es que hubiera un deslinde que marcara diferencia, que lo criticara. No lo voy a hacer, ¡nunca!”.

De paso, les dio un consejo para hacer política: “A quienes no están de acuerdo con nosotros y aún siguen sin entender qué pasó el 2 de junio, les recomiendo que analicen a fondo la profunda transformación que ha vivido México, el empoderamiento de nuestro pueblo y que se aprenda a hacer política con fraternidad, con amor a México y con amor a nuestro pueblo. La política se hace con amor, no con odio”.

“El mandato popular” 

De traje sastre blanco con motivos guinda, visiblemente sonriente, la exjefa de gobierno de la Ciudad de México alardeó con los casi 36 millones de votos que recibió el pasado 2 de junio. “No por nada, pero 32 puntos arriba del segundo lugar”, destacó. 

Entre las razones de ese resultado, mencionó que promete dar continuidad a las políticas implementadas por López Obrador. “Lo dije en la campaña y lo repito ahora: vamos a mantener los principios y las causas de nuestro movimiento. Vamos a seguir gobernando con el principio de, por el bien de todos, primero los pobres’”.

Y, como lo hizo desde el arranque de su campaña, mencionó algunos de los 100 puntos en lo social, lo económico, la seguridad y lo político que ofreció poner en marcha durante su gobierno.

Luego, Sheinbaum Pardo recordó la tarea de los legisladores entrantes: “aprobar, en el corto plazo”, las reformas enviadas por el presidente López Obrador, mejor conocidas como el Plan C.

Y de ahí aprovechó para enviar un mensaje a los trabajadores del Poder Judicial, a propósito de la iniciativa de reforma judicial: “Se respetarán sus derechos laborales y su carrera”. 

También tuvo palabras para los empresarios nacionales y extranjeros: “Estamos fortaleciendo el Estado de Derecho para erradicar la corrupción, el nepotismo y el privilegio de algunos. No tienen de qué preocuparse. Todo lo contrario, tendrán la garantía, ahora sí, de una independencia y autonomía del Poder Judicial y del Estado de Derecho”.

Además, mencionó las propuestas que analizan los legisladores sobre el tema, pero acotó: “Lo que debe estar claro es que la elección de las y los ministros, magistrados y jueces es un mandato popular”.

Luego, Claudia Sheinbaum anunció “un paréntesis” para hacer una “última sugerencia” como militante de Morena, porque dijo que, a partir de hoy representa a todos los mexicanos, no solo a los que simpatizan con el movimiento de la 4T.

“Sería pertinente convocar a un congreso de nuestro partido en este mes de septiembre… que actualice este nuevo proceso de la transformación; nuestros documentos básicos, nuestros estatutos, y que se pueda trazar una ruta clara que separe la labor del partido y la labor del gobierno en el proceso de transformación; y por supuesto, es una sugerencia, que en este Congreso se elija a la nueva dirigencia de nuestro partido.

Así lo dijo frente a Luisa María Alcalde, actual secretaria de Gobernación y única militante que ha hecho pública su intención de ser la próxima dirigente de Morena. Junto a ella estaban otros miembros del gabinete obradorista: Rosa Icela Rodríguez, de Seguridad y próxima de Gobernación, y Rafael Ojeda de Marina y Luis Cresencio Sandoval de la Defensa Nacional.

Atrás de ellos, la mayoría de los gobernadores morenistas en funciones; más atrás y a los lados, los mandatarios electos y varios integrantes del su próximo gabinete central; así como sus excontrincantes internos.

“Presidenta, con a”

Sobre la segunda idea de su discurso, la de “es tiempo de mujeres”, Claudia Sheinbaum Pardo destacó que, contrario al pensamiento de que la historia de México ha sido construida por hombres, este jueves 15 de agosto algo cambió:

“Hoy, 15 de agosto, con la designación como presidenta electa de los Estados Unidos Mexicanos que confirma nuestro triunfo, tenemos la certeza de que, aunque nos quisieron borrar, no sabían que era cuestión de tiempo para que no sólo se reconociera a las mujeres, también reconocer que somos protagonistas de las grandes transformaciones y que las mujeres podemos también tomar el rumbo de la nación en nuestras manos y nuestra mente”.

Sin dejar de sonreír, la morenista hizo una “respetuosa invitación a que nombremos ‘presidenta, con a’, así como decimos jueza, abogada, científica, ingeniera, con a, porque como nos han enseñado lo que se nombra existe y lo que no se nombra no existe y hoy con mucho orgullo podemos reivindicarlo”.

Como desde el inicio del acto, la gente coreó “¡la primera, la primera!”. Y como también lo hizo en el Tribunal Electoral horas antes, destacó que tuvieron que pasar 200 años –lo dijo tres veces– “para que hoy podamos decir ‘presidenta’. Y no me cansaré de repetir que no es un triunfo individual, el día de hoy llegamos todas”.

Entonces, mencionó a varias mujeres que construyeron la historia del país: Leona Vicario, Josefa Ortiz, las chinacas, las obreras, Dolores Jiménez y Juana Gutiérrez, Elvia Carrillo Puerto, Hermilia Galindo, Refugio García, Consuelo Uraga y Esther Chapa; Sor Juana Inés de la Cruz, Frida Kahlo, Rosario Castellanos.

Más allá de los nombres, siguió: “También llegan las invisibles, que con estas líneas hago visibles. Hago aparecer a quienes quisieron desaparecer, las que lucharon por su sueño y lo lograron; las que lucharon y no lo lograron; llegan las que pudieron sacar la voz y las que no lo hicieron; llegan las que han tenido que callar y luego gritaron a solas; llegan las más marginadas; llegan las abuelas, las bisabuelas que no aprendieron leer y escribir porque la escuela no era para niñas”.

En un tono más suave, agregó: “Llegan nuestras tías que encontraron en su soledad la manera de ser fuertes; llegan nuestras madres que nos dieron la vida y después volvieron a dárnoslo todo”. Y ahí, a la morenista, mirando a su madre, Annie Pardo, que estaba en primera fila del Teatro, se le quebró la voz. La gente le aplaudió y ella siguió. 

Para cerrar su discurso, Claudia Sheinbaum recordó: “Tenemos una tarea enorme por delante. En muy poco tiempo deja y cierra su ciclo el mejor presidente Andrés Manuel López Obrador, y siempre vamos a guardar su legado de este gran dirigente y de este gran presidente, pero nos toca seguir unidos, seguir construyendo porque nos debemos al pueblo de México”.