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Estas Líneas/Agustín Rodríguez

 

+ Ya es expresidente, ya se va a la… hacienda de Chiapas; llega Sheinbaum con gran optimismo; podría acabar la reelección; convicción 4T en sus frases

GUAYMAS, Son. – Andrés Manuel López Obrador se esforzó para que no rodaran sus lágrimas en su última mañanera, el lunes, ese espacio que le salvó de ser devorado por los tiburones de la información y la desinformación.

En esta era de la tecnología ya no es difícil llegar a todos, por eso quienes tardan en entenderlo se sumaron a atizar el fuego contra el tabasqueño que este martes entregó la banda presidencial.

Ya la tiene Claudia Sheinbaum para seguir la agenda de la 4T en su intento democratizador que nos conduce a la igualdad. Hay avances, ojalá se logre.

El ahora expresidente dijo estar contento porque haber escuchado y respetado a todos, sobre todo –lo cual algunos no le perdonan—, “le dimos preferencia a los más necesitados”.

Sacó chamba pendiente firmando reformas en su última mañanera, su escudo contra los misiles también cotidianos de sus adversarios. Hasta se aventó un informe donde fustigó a quienes cuestionaron, por ejemplo, elevar salarios porque se iba a disparar la inflación, pero “demostramos que eso era una falacia, una mentira de los tecnócratas, corruptos e ineficientes”.

Rifó su reloj japonés de 3 mil pesos que ganó un youtubero de Baja California; hubo música jarocha y hasta le cantó Beatriz, la primera dama que nunca quiso ser llamada así.

Funcionarios despidiéndose y él, confirmando estar listo para ir a su hacienda de Chiapas, previo desayuno en Palacio Nacional donde develó su retrato para la Galería de los Presidentes, que lo muestra con el bastón de mando y una plaza de la Constitución repleta. Cayó la tarde y se le vio salir en albo y caro vehículo blindado hacia su casa. A media noche dejaría de ser presidente.

Va a extrañar eso. Lo reflejaba ya. Es parte de la química corporal y más en un hombre que durante 18 años hizo actividad intensa y logró su meta, que incluyó el trabajo prometido. Pero es mentira que 20 años no es nada, como confirma su apariencia y, si soporta la soledad y el silencio monástico en “La chingada”, descansará, y la calma será su mejor medicina para prolongar una existencia saludable, lo cual desean los más.

El martes, medio país se paralizó para gozo de los trabajadores y lamento empresarial por dejar de producir, salvo si pagó doble o triple, pero eso se carga a la nueva cuenta, la de la presidenta que protestó ante los legisladores y tomó posesión con un discurso como era esperado.

Por un lado, el anuncio típico de que no habrá gasolinazos, carestía, inflación. Por otro, a la continuidad con cambio, lo cual los adversarios toman como advertencia de un maximato profetizado que difícilmente se impondría, por más que Sheinbaum haya alabado logros y ratificado programas y acciones del antecesor.

La nueva mandataria sentenció que “gobernaré para todos, no los voy a defraudar”, en su primer discurso como presidenta de México, la primera en la historia del país, en el cual también resaltó que reducir la pobreza es el principal logro. “Aceptémoslo –pide–, porque a todos y a todas les ha ido mejor”, por eso prometió continuar con “el humanismo mexicano y la Cuarta Transformación”.

Fue bueno ratificar que México es un país independiente y “no nos subordinamos” aunque en política exterior mantendrá los principios de respeto y no intervención entre los pueblos, claro mensaje para quienes pretenden seguir viéndonos como colonia.

Pero no se trata de pelear, sino de trato de igual a igual. Seguirá la relación comercial con Estados Unidos y Canadá, con quienes México se complementa; y con los empresarios y los trabajadores, quienes producen nuestros satisfactores; ofrece mucho apoyo a la promoción y el cuidado de la inversión privada, que “estarán seguras en nuestro país”.

Esto gustó mucho: “la salud y la educación son derechos del pueblo de México, no privilegios ni mercancía”. Lo fueron, recuerde, y enriquecieron a unos cuantos en perjuicio de muchos. Si se fija, algunos de esos enriquecidos aún rondan en esos niveles.

Obligado hablar de energías renovables y nuevas inversiones, y del papel de las empresas públicas, porque “a todas y todos nos convienen empresas de energía públicas fuertes”.

Va por ciudades limpias y hacer de México una potencia científica con solución a problemas a partir de atender las causas, como es esa visión centrada en la inteligencia, no en el uso de la fuerza, para la seguridad. Defiende que la Guardia Nacional ahora está bajo el mando de la Secretaría de la Defensa, pues “quien crea que la Guardia Nacional estando en la Secretaria de la Defensa es militarización, está equivocado”.

Escudriñaré el texto para entender cómo, algo dentro de lo militar no es militar.

Exaltó a la mujer, “a las heroínas anónimas, a las invisibles, a las que, con estas líneas, hacemos visibles. Llegan ellas, todas ellas, que nos pensaron libres y felices”.

Un buen discurso, parecido al anterior, con promesa de gobernar para todos y para todas, poniendo “mi conocimiento, mi historia y mi vida misma al servicio de la patria”, con lo cual resalta su certeza de que “consolidaremos un México cada día más próspero”.

Luego, arengas a favor de la Cuarta Transformación y el repetitivo, como debe ser para que nunca se nos olvide: ¡Que viva México!

Este miércoles, ya andará en tareas a favor de la Patria y la primera, se oficializó, será visitar Acapulco, donde Natura volvió a complicar la vida de la gente.

NO A LA REELECICÓN

Se destacó el anuncio de la presidenta, incluido en sus 100 compromisos de gobierno, de enviar iniciativas de reforma constitucional para evitar la reelección de cualquier puesto público en 2030, y otra para prohibir que presidentes municipales, senadores o diputados sucedan a un familiar directo en cargos de elección popular.

Y que se someterá a la revocación de mandato en 2027, además de la cercana reforma para que, “ahora sí”, nadie gane más que la Presidenta de la República. Comenzó bien.

ALGUNAS FRASES

Mire si no seguirá la ideología de la 4T –lo cual para muchos es muy bueno–, con estas frases.

En 2005, cuando el intento de desafuero contra AMLO, sostuvo que la historia iba a juzgarlo a él y a quienes promovieron ese proceso. Sheinbaum dijo que “hoy lo decimos con certeza y sin temor a equivocarnos: la historia y el pueblo lo ha juzgado, Andrés Manuel López Obrador, uno de los grandes”.

“No llego sola, llegamos todas”, después de 200 años de la República y de 300 de la colonia.

“Para que haya prosperidad, debe ser compartida”, o, “por el bien de todos primero los pobres”.

“No puede haber gobierno rico con pueblo pobre (frase de Benito Juárez)”.

“La corrupción debe combatirse por ética y principios”, “la honestidad da resultados”.

“Con el pueblo todo y sin el pueblo nada”.

“La seguridad y la paz son fruto de la justicia” y “No regresará la guerra contra el narco de Calderón”.

Y así. Que el país se lo premie, o se lo demande.