DESNUDAN FALSEDAD DE MARIO DELGADO Y ARTURO SALDÍVAR
NO TODOS SON FALSOS… Afirmar que todos los políticos son falsos, creo que sería una aseveración injusta, porque hay algunos, muy escasos por cierto, que son personas honestas, de palabra, serias, que sí cumplen lo que prometen, pero sobre todo que sostienen de por vida lo que dicen, por eso que le llaman convicción política. Sin embargo, hay otros que se pelan de falsos e hipócritas, porque un día dicen una cosa y mañana afirman otra totalmente contraria.
En esta posición se encuentran el dirigente nacional de Morena, MARIO DELGADO CARRILLO y el ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) en retiro, ARTURO ZALDÍVAR LELO DE LARREA, a quienes casualmente casi al mismo tiempo los desnudaron de una manera vergonzosa, que debería indignar a los que creen ciegamente en ellos, toda vez que demostraron que para ellos la falsedad es el pan de cada día.
A Mario Delgado, lo desnudó primero en una sesión de la Cámara Alta, el senador del Grupo Plural, EMILIO ALVAREZ ICAZA, al exhibir un video donde en 2017 decía Mario cuando era senador, que “nuestro país camina peligrosamente rumbo al autoritarismo militar, ahí sigue cayendo en una insondable espiral de sangre y violencia, esta ley desaparece todo el incentivo de que se formen cuerpos profesionales de seguridad para regresar al Ejército a sus tareas constitucionales.
Lo que están haciendo al aprobar esta ley es mandar al diablo a las instituciones internacionales, mandar al diablo a la ONU y mandar al diablo a la OEA, y mandar al diablo a la Comisión Nacional de Derechos Humanos, ustedes saben muy bien que esta ley no va a mejorar la seguridad y va a seguir exponiendo al Ejército Mexicano, a estas violaciones de derechos humanos”.
Y como si lo hubiera atacado una de las metamorfosis más intensas del planeta, hoy defiende ciegamente la militarización del país, impulsada por el presidente ANDRES MANUEL LOPEZ OBRADOR. Obviamente que esta exhibición de la falsedad de Mario Delgado, molestó a los morenistas presentes en la sesión, porque a decir verdad sí da vergüenza que descubran tanta falsedad en una persona.
No queremos ni imaginar que la presidenta CLAUDIA SHEINBAUM PARDO, se decida por designarlo como Secretario de Gobernación, tal como se ha mencionado, pero además no hay que olvidar que el gobierno de Estados Unidos, lo tiene en la mira por aquellas operaciones de huachicol millonarias, que se le mencionan con SERGIO CARMONA, que fue severamente callado a balazos, de lo que según reportajes publicados, hay video de ello.
Y enseguida, internautas de las redes sociales se encargaron de exhibir al ministro presidente de la SCJN en retiro Arturo Zaldívar, preguntando inicialmente si ¿Es posible confiar en una persona que ha prostituido su investidura, su palabra y sus ideales?. Enseguida se exhibe un video de lo que opinaba Zaldívar como presidente de la SCJN, respecto al trabajo de jueces, magistrados y ministros, expresando lo siguiente: “Creo que lo primero que debe tener un ministro es independencia y si no tiene esa independencia, es un ministro o un juez que no va a hacer adecuadamente su trabajo, lo cual todavía nos cuesta trabajo entender.
QEPD… Desde esta humilde trinchera queremos expresar nuestro pesar por la pérdida de dos personajes, que tanto uno como el otro llegaron a Cajeme de afuera con la mirada hacia arriba, con ganas de trabajar, de salir adelante, de sacar avante a sus familias a base de trabajo y tesón.
Nos referimos a las muertes, el martes del exregidor MIGUEL ESCOBEDO RIOS y ayer del exalcalde de Cajeme SERGIO GASTELUM DE LA VEGA, quienes en el cúmulo de años que vivieron en estas tierras supieron ganarse el cariño de propios y extraños, pero como dijo SERGIO GASTELUM HALLARD, hijo de don Sergio, esta es la ley de la vida, esto es un ciclo y los designios de Dios hay que respetarlos. Descansen en paz, ambos cajemenses por adopción.
Por cierto, don Sergio era oriundo de Guamúchil, Sinaloa, paisano de un servidor, con quien entablábamos prolongadas conversaciones de aquellos terrenos que se nos hacía corto el tiempo y nadie nos podía parar.