OLOR A DINERO
Por Feliciano Espriella
ESA FUE LA PALABRA… que utilizó Bertha Xóchitl Gálvez Ruiz cuando reconoció que había plagiado algunos seis párrafos del informe en el que se apoyó para presentar su examen profesional de ingeniera. Primero, al más puro estilo de los políticos ramplones que siempre buscan derivar el origen de sus problemas a ataques de índole politiquera, dijo que era una agresión más de las que le habían hecho con anterioridad.
Después, en una entrevista banquetera reconoció haber insertado en su trabajo algunos párrafos de otros autores sin mencionar el hecho ni al autor, lo cual constituye literalmente un plagio, lo dijo con las siguientes palabras: “… si la pendejié porque debía haber puesto de dónde era”.
Xóchitl Gálvez o Lady X (como gusten decirle), en todas las ocasiones en las que se le han hecho imputaciones o se ha revelado algún aspecto de su vida pública o privada ha reaccionado virulentamente y con evidentes manifestaciones de molestia y disgusto. Por lo general ha respondido visceralmente y con talante retador.
En esta ocasión ha sido lo mismo ante revelaciones que vienen de trabajos periodísticos y que en su divulgación inicial no existió ninguna participación de actores políticos, y al parecer piensa seguir con ese tono de mujer echada pa’delante a la que nada ni nadie la arredra ni la atemoriza. Lo confirmó apenas ayer por la tarde mediante un post en la Red X (antes Twitter). En el mensaje escribió: “Estoy lista para 256 ataques más. Ni me asusto, ni me rajo”, e inserta un video en el que con las lindezas que profiere cada vez que suelta una frase y, utilizando el tinte arrabalero que la caracteriza, dice:
“No me asusto ni me rajo. Ya han querido demoler mi casa, ya dijeron que no soy indígena, que no soy empresaria, que no vendí gelatinas, ahora que no soy ingeniera.
“Mañana van a decir que no soy mujer, porque huevos tengo y vaya que muchos.
“¡Síganle, estoy lista para 256 ataques más!”
Lady X al parecer olvida que ahora no sólo es una figura pública, sino que tiene mucha más notoriedad que hace unas semanas cuando su principal distintivo era hacerla de payasa, lo cual hacía bastante bien, por cierto.
Pero resulta que ahora ella, un puñado de oligarcas mexicanos encabezados por Claudio X González Guajardo, los peleles que dirigen los partidos políticos que alguna vez mal gobernaron al país y tal vez unos 30 millones de mexicanos, creen que la susodicha tiene espolones para gallo, o patas para caballo, y la quieren encumbrar a la primera magistratura del país.
Por ende, tiene que irse haciendo a la idea de que no sólo en 256 ocasiones más se meterán con ella, su familia, sus parejas (si ha tenido más de una), sus negocios, su profesión y cientos de aspectos adicionales sobre su vida, la cual, desde el momento en que pretende convertirse en la primera presidenta de México, nos interesa a todos los mexicanos vayamos a votar a favor o en contra, y todos los mexicanos tenemos el derecho de saber todo lo relativo a quien pretende que le otorguemos nuestro voto.
Y en cuanto a la connotación política que la señora del buen vestir y mejor hablar pretende darle a este asunto, ella lo sabe y lo sabe bien, no tiene origen ni en el gobierno, ni en el presidente López Obrador, ni en Morena o alguno de los partidos contrarios, sino que es fruto de una investigación periodística que realizó Marcos Levario Turcott, director de la Revista Etcétera, un periodista que ha sido tradicionalmente adverso a la 4T y AMLO, quien entrevistado en Radio Fórmula por Pepe Cárdenas, dijo que no son 6 sino 11 las irregularidades en el mencionado informe.