Por Jim Cason y David Brooks, corresponsales/Foto: AP
Washington y Nueva York. El presidente electo Donald Trump confirmó este lunes que declarará un “estado de emergencia” a raíz de la crisis nacional detonada por la situación en la frontera con México, y empleará a las fuerzas armadas para realizar las deportaciones masivas de inmigrantes indocumentados que prometió durante su campaña.
Durante más de un año, el asesor y arquitecto de políticas antimigrantes de Trump, Stephen Miller, ha repetido que está desarrollando planes para solicitar que gobernadores republicanos en varios estados desplieguen tropas de la Guardia Nacional (las de cada estado están comandadas por los gobernadores), para asistir en el esfuerzo para arrestar, establecer centros de detención y finalmente deportar a muchos de los 11 millones de inmigrantes indocumentados que viven en el país. Miller fue nombrado recién por Trump como subjefe del gabinete para políticas.
Temprano esta mañana Trump respondió “es verdad” a un comentario en redes sociales de Tom Fitton, presidente de la agrupación conservadora Judicial Watch, donde describió que el gobierno de Trump “empleará recursos militares para revertir la invasión [migrante] de Biden a través de un programa de deportaciones masivas”. Filton, cuyo grupo tuvo un papel clave en instalar a tres jueces ultraconservadores a la Suprema Corte durante el primer periodo de Trump, también comentó que el presidente está “preparado para declarar una emergencia nacional” para facilitar todo este gran esfuerzo.
Trump ha prometido iniciar las deportaciones “el día uno o muy pronto después” de que arranque su presidencia el 20 de enero, pero hasta la fecha no ha ofrecido detalles sobre cómo obtendrá los fondos y el personal para un esfuerzo de estas dimensiones. Presidentes de ambos partidos han usado las declaraciones de emergencia nacional en el pasado para canalizar fondos apropiados por el Congreso para un propósito y dedicarlos a otro.
El gobernador del estado de Oklahoma dijo el viernes pasado que lanzará un proyecto piloto este mes para entregar a inmigrantes indocumentados encarcelados a las autoridades federales de inmigración en preparación para el esfuerzos de deportación masiva. “Queremos ser el primer estado que trabaja con el presidente Trump”, informó el gobernador Kevin Stitt al Washington Examiner. “Ahora mismo, tenemos a más de 500 personas encarceladas den Oklahoma que han violado la ley, que son criminales, y también son ilegales, Nos encantaría sacarlos del estado de Oklahoma y del país”.
Críticos señalan que una declaración de emergencia y la movilización de fuerzas armadas para realizar una deportación masiva son ilegales. “No hay ninguna ley que permita a un presidente declarar una emergencia y después usar a militares para hacer cualquier cosa, y menos aplicar la ley migratoria domésticamente”, declaró la agrupación de defensa de derechos migrantes America’s Voice. La Unión Americana de Libertades Civiles presentó hoy una demanda contra el gobierno de Joe Biden para obtener más detalles sobre cómo se ha deportado a inmigrantes indocumentados en estos últimos años con el propósito de preparar planes para cómo luchar en los tribunales contra el plan de deportaciones masivas del próximo gobierno.
Desde la elección, líderes republicanos también han empezado a reconocer públicamente que la mano de obra migrante es urgentemente necesitada y quedarse sin ella dañaría seriamente a la economía nacional. “Necesitamos visas de trabajo. Necesitamos alentar la inmigración legal”, declaró el presidente republicano de la cámara baja del Congreso Mike Johnson este lunes en CNN. Thomas Hornan, nombrado como “zar fronterizo” en el próximo gobierno, ha dicho que las deportaciones masivas se iniciarán con inmigrantes indocumentados encarcelados o que hayan violado la ley. El mismo Trump también comentó algo parecido en una entrevista con la junta editorial del Wall Street Journal poco antes de la elección.
El líder de Judicial Watch Fitton, cuyo tuit fue el que usó Trump hoy para confirmar sus planes de deportaciones masivas, respondió a aquellos que argumentan que el presidente no puede declarar una emergencia nacional en el contexto migratorio: “¿Alguien disputa que la invasión no es una emergencia nacional?”, preguntó en el noticiero derechista Newsmax este lunes.