UNO, CASUALIDAD; DOS, COINCIDENCIA; TRES, MALA LECHE
Como dice por ahí un conocido refrán: “Ni yendo a bailar a Chalma” es creíble que haya en el orbe, viviendo en países en los que incluso no se habla el castellano, 800 mil individuos e individuas que empezando simultáneamente y en lapsos de pocos días, en sus mentes y vocabularios existan las palabras Xóchilt y predidente.
Hay una frase de Ian Fleming en su novela Goldfinger que dice: “Una vez es casualidad. Dos es coincidencia. Tres veces es acción enemiga”.
Pero cuando un mismo evento plenamente identificable que se pretende presentar como casual u orgánico ocurre exactamente igual 800 mil veces en un lapso de días, es evidencia de dos cosas:
1) Confirma que ha sido orquestado con una intencionalidad específica y forman parte de un todo
2) El o los autores son de una estupidez en grado superlativo
NOTA: opté por escribir estupidez aunque me sentí tentado en utilizar un calificativo en xochitleco, porque desde que Lady X popularizó la vulgaridad como forma cotidiana de expresión, parecería que se desató una competencia para ver quién la supera, empezando por el mal llamado teacher, Joaquín López Dóriga, quien lo utiliza de manera cotidiana hasta en las cabezas de sus cada vez menos leídas y mucho menos creíbles columnas.
En adelante, en mis textos sólo utilizaré el también conocido como vocabulario de arrabal sólo cuando sea parte de alguna cita, en honor a la mucha gente que todavía aprecia el buen decir y el buen hablar.
Como es ampliamente conocido entre la población usuaria de las redes sociales, en especial X (antes Twitter), desde hace varios días han sostenido entre los trending topics una serie de hashtags referentes al presidente con los que pretenden enlodar su imagen y relacionarla con el narcotráfico, así como otros en los que la intencionalidad es crearle una imagen de popularidad (que no tiene y al parecer no alcanzará) a la candidata de la alianza propiedad de Claudioequis.
Para lo primero han lanzado a la tuitósfera varias versiones en las que yuxtaponen y unen las palabras AMLO, Claudia y presidente, candidata y narco, en tanto para el segundo propósito, hacen lo mismo con Xóchitl y presidenta. De esa manera forman los hashtags #AMLOnarcopresidente, #Clauidanarcocandidata y #presidentaxochitl (más algunas otras variaciones).
Todas las versiones las han convertido en virales a través de granjas de boots (robots) que las reproducen en todo el mundo. Hay cientos de miles que fueron publicados en Argentina, España, Holanda y varios países más. El propósito es que quienes los lean, ante la inmensa cantidad que fluye con profusión en las redes, terminen por creerles y, naturalmente, que repudien a la candidata de Morena en los comicios y se incline por la también conocida como máquina de perder votos o Bertha Xóchitl Gálvez Ruiz.
Quienes los han contratado se escudan en el anonimato que permiten las redes sociales, sin embargo y dado sus antecedentes en guerra sucia electoral, se tiene la certeza de que la estrategia es de la cosecha de Max Cortázar, pero como es natural fingen demencia y pretenden hacer pasar los millones de posts como orgánicos, o sea, publicados por cientos de miles de internautas que repudian al lopezobradorismo o adoran a Lady X.
Pero parafraseando al inolvidable Chespirito en su interpretación del célebre Chapulín Colorado, sólo diré: “No contaron con la estupidez de los contratados”
Resulta que dos de las versiones de hashtags tienen sendos errores ortográficos que fueron posteados hasta en 800 mil ocasiones. Si fueran orgánicos, estaríamos hablando de que 800 mil internautas formados por xochifílicos y amlofóbicos se equivocaron y escribieron erróneamente Xochilt con LT al final y no Xóchitl con TL, como es lo correcto; adicionalmente, en sus diatribas contra López Obrador escribieron predidente en lugar de presidente.
Como dice por ahí un conocido refrán: “Ni yendo a bailar a Chalma” es creíble que haya en el orbe, viviendo en países en los que incluso no se habla el castellano, 800 mil individuos e individuas que empezando simultáneamente y en lapsos de pocos días, en sus mentes y vocabularios existan las palabras Xóchilt y predidente.
Pobre Lady X, con tanto inepto a su alrededor y tan limitada en su intelecto, ¿cómo podría esperar que los electores la tomen en serio y la consideren como opción para conducir el país?
Por eso, lamentablemente para ella y sus seguidores, las probabilidades de ganar la elección no crecen y sigue estancada, en tanto que se les acaba el tiempo. Lo confirman todas las encuestas de empresas serias que han circulado este mes.
La última, publicada ayer por el diario La Razón, revela que Claudia Sheinbaum lidera las preferencias con 54%; Xóchitl (con TL) Gálvez, 27%, y Álvarez Máynez, 5%. Son 27 puntos de ventaja, exactamente dos a uno.
El ejercicio se aplicó “cara a cara” a habitantes del país, con credencial de elector vigente, donde se seleccionaron mil 800 viviendas, teniendo como resultado mil 269 entrevistas aplicadas. Por cuestiones de espacio la comentaré hasta mañana.
Por hoy fue todo. Gracias por su tolerancia y hasta la próxima.
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