Olor a Dinero/Feliciano J. Espriella

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Olor a Dinero/Feliciano J. Espriella

 

MÉXICO EN MOVIMIENTO: CRECIMIENTO A PESAR DE LOS DESAFÍOS

“México enfrenta presiones económicas externas, pero existen factores internos que pueden impulsar su crecimiento. El consumo nacional, el turismo y grandes proyectos de infraestructura representan oportunidades clave para fortalecer la economía. Es momento de cerrar filas y apostar por el país.”

En un entorno global marcado por tensiones comerciales, presiones inflacionarias y pronósticos de bajo crecimiento, la economía mexicana enfrenta importantes desafíos. La posible imposición de aranceles por parte de Estados Unidos, la volatilidad en la paridad peso-dólar y las expectativas moderadas de crecimiento generan preocupación. Sin embargo, a pesar de este panorama, existen razones para el optimismo fundamentadas en la fortaleza del consumo interno y el desarrollo de proyectos estratégicos que pueden detonar el crecimiento económico en el corto y mediano plazo.

Uno de los pilares de este optimismo es el consumo interno, que ha mostrado una resiliencia destacable. A pesar de la incertidumbre, los indicadores de ventas al menudeo y de servicios han reflejado una tendencia al alza. El empleo formal mantiene niveles sólidos y el aumento en los salarios reales ha impulsado la capacidad adquisitiva de los hogares. Factores como el crecimiento del comercio electrónico y el acceso a nuevas plataformas digitales de pago han favorecido una mayor dinámica en el consumo, generando efectos positivos en sectores clave como la industria minorista, la restaurantera y el turismo.

La población sigue demandando bienes y servicios, lo que dinamiza el comercio y fortalece sectores clave. En este contexto, la ciudadanía puede jugar un papel crucial al preferir productos de fabricación nacional en sus compras diarias, contribuyendo así a la reactivación económica y a la generación de empleo. Es momento de cerrar filas y respaldar la producción nacional, fomentando un círculo virtuoso que beneficie a las empresas locales y a los trabajadores mexicanos.

Otro factor positivo es el impulso al sureste del país con el Tren Maya y el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec. Estos proyectos no solo mejorarán la conectividad y la infraestructura, sino que también atraerán inversiones y fomentarán el turismo en una de las regiones con mayor riqueza cultural e histórica de México. Sumado a esto, el nuevo plan turístico presentado recientemente por la presidenta Claudia Sheinbaum busca potenciar destinos menos explorados, ofreciendo a los mexicanos la oportunidad de conocer su propio país antes que viajar al extranjero. México es el décimo país con más visitantes internacionales, lo que demuestra la riqueza y diversidad de su oferta turística. Si los ciudadanos optan por descubrir y disfrutar de los destinos nacionales, se fortalecerá aún más la industria turística y se generarán beneficios económicos en distintas comunidades.

Si bien las presiones externas, como una eventual política comercial más agresiva por parte de Estados Unidos, representan un riesgo, México cuenta con herramientas para mitigar estos efectos. La solidez de las reservas internacionales, el manejo prudente de las finanzas públicas y la posibilidad de diversificar mercados de exportación son factores que pueden brindar estabilidad. Además, el país sigue atrayendo inversión extranjera directa, particularmente en sectores estratégicos como la manufactura, la tecnología y la energía.

A lo largo de la historia, los mexicanos hemos demostrado una resiliencia inquebrantable ante crisis económicas y desastres naturales. Desde las crisis financieras del siglo pasado hasta los sismos y huracanes que han golpeado diversas regiones, la unión y la solidaridad han sido clave para salir adelante. En este contexto de desafíos y oportunidades, la clave será la capacidad del país para adaptarse a las circunstancias y aprovechar sus fortalezas. El compromiso de la población con el consumo de productos nacionales y el turismo interno puede marcar una diferencia significativa en la recuperación económica. Es momento de cerrar filas y enfrentar unidos los embates externos con acciones concretas que refuercen el mercado interno y la estabilidad económica. A pesar de los retos, México tiene las bases para seguir avanzando y consolidarse como una economía resiliente y en crecimiento.

En conclusión, si bien la economía mexicana enfrenta retos significativos, hay elementos que permiten vislumbrar un futuro alentador. La combinación de un consumo interno robusto, el desarrollo de infraestructura clave en el sureste y el fortalecimiento del turismo sientan las bases para un crecimiento sostenido. Aprovechar estas oportunidades dependerá de la capacidad de adaptación y la toma de decisiones estratégicas que permitan consolidar un modelo de crecimiento resiliente e inclusivo.

Por hoy fue todo. Gracias por su tolerancia y hasta la próxima.

Twitter: @fjespriella

Correo: felicianoespriella@gmail.com