Olor a Dinero/Feliciano J. Espriella

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Olor a Dinero/Feliciano J. Espriella

 

NI VENGANZA NI MORDAZA: ES UN TEMA DE DIGNIDAD NACIONAL

Ante la avalancha de desinformación y alarmismo, conviene analizar con seriedad la iniciativa de Reforma en Telecomunicaciones impulsada por la presidenta Claudia Sheinbaum.

No se trata de censura ni de venganza, sino de proteger la dignidad nacional frente a la propaganda extranjera disfrazada de libertad de expresión.

Hay personajes cuya sola oposición a una causa basta para confirmar la bondad de la misma.
Dos senadores, nuestra coterránea Lilly Téllez y el excandidato presidencial —y exautoexiliado— Ricardo Anaya, son ejemplos perfectos de ello.

Recientemente, a propósito de la presentación de la Reforma de Telecomunicaciones para su discusión y análisis, ambos intentaron presentarla como un instrumento de venganza o como un intento de mordaza para que, en el futuro, la presidenta Claudia Sheinbaum pueda acallar las voces críticas o incómodas a su gobierno.
Sin embargo, se enredaron de tal manera en sus argumentos que terminaron dejando claro que sus propósitos no eran otros que los de obstaculizar y jorobar, evidenciando, además, que ni siquiera se habían preparado para sostener sus acusaciones.

No voy a detenerme en exhibir la sarta de tonterías que soltaron estas tristes figuras de la política nacional.
Prefiero concentrarme en lo que realmente importa: los motivos que originaron la iniciativa y los objetivos que persigue.

Ahora bien, si alguien prefiere creerles a quienes han hecho de la mentira su modus operandi y de la diatriba un dogma de fe, está en su derecho.
Encontrará abundante material para solazarse, porque, sin duda, todos los integrantes de las mini bancadas opositoras, la derecha en su conjunto y la legión de comentócratas resentidos —aquellos que extrañan los tiempos del chayote como premio a su servilismo— inundarán medios de comunicación y redes sociales con falacias, argucias y eufemismos en contra de esta propuesta emanada de la presidenta de la República.

 

El impulso y contenido de la nueva ley contra la propaganda extranjera

La presidenta Claudia Sheinbaum impulsó esta nueva ley como respuesta a la reciente difusión de un spot antiinmigrante del gobierno estadounidense, protagonizado por la gobernadora de Dakota del Sur, Kristi Noem.
Este spot fue considerado discriminatorio y contrario a los derechos humanos por el gobierno mexicano.

La propuesta busca prohibir expresamente la transmisión de propaganda extranjera —ideológica, política, comercial o de cualquier tipo— en medios concesionados de radio, televisión o audio en México.

Se establecerá como requisito una autorización previa y por escrito de la Secretaría de Gobernación para que concesionarios puedan transmitir contenidos pagados, patrocinados o encargados por gobiernos extranjeros, organismos internacionales o personas físicas o morales de nacionalidad extranjera.

Se contempla una excepción para los contenidos turísticos o culturales provenientes del extranjero, siempre y cuando cuenten con la autorización correspondiente de la Secretaría de Gobernación.

Esta regulación también se extiende a las plataformas digitales cuyos contenidos estén disponibles en territorio nacional, prohibiéndoles comercializar espacios publicitarios para propaganda de gobiernos extranjeros —exceptuando la de carácter cultural o turístico—.

Cabe recordar que el spot de Kristi Noem advertía a los migrantes indocumentados sobre posibles deportaciones y restricciones para su reingreso a Estados Unidos, utilizando expresiones como “los vamos a cazar”, lo cual —se le vea desde cualquier perspectiva— resulta altamente ofensivo, discriminatorio y contrario a los derechos humanos.

La nueva ley propuesta por Claudia Sheinbaum se presenta, por tanto, como una respuesta directa a la difusión de este tipo de mensajes.

 

Bloqueo de plataformas digitales

Uno de los temas más controvertidos ha sido el relativo al artículo 109, que faculta a las autoridades a solicitar el bloqueo temporal de plataformas digitales, lo cual ha generado preocupación en ciertos sectores.

Sin embargo, el argumento a favor sostiene que esta facultad ya existía para casos de incumplimiento de obligaciones legales —como el impago de impuestos o la promoción de delitos—, y que no está dirigida a censurar contenidos, sino a garantizar el cumplimiento del marco normativo vigente.

En resumen, la nueva Ley de Telecomunicaciones y Radiodifusión en México, en su apartado sobre propaganda extranjera, surge como una respuesta directa a la preocupación generada por la difusión de mensajes considerados dañinos y discriminatorios.

Si bien el gobierno y sus partidarios la presentan como una medida de protección de la soberanía y la dignidad nacional, la oposición la critica por su potencial riesgo de censura y concentración de poder.

El debate —que, en su momento, la propia presidenta sugirió se extienda hasta agotar el tema— girará inevitablemente en torno a encontrar el equilibrio entre la regulación necesaria para proteger al país de injerencias externas y la garantía de la libertad de expresión en los medios nacionales y las plataformas digitales.

No hay que comprar vísperas. Esto apenas comienza.

Por hoy fue todo. Gracias por su tolerancia y hasta la próxima.

Twitter: @fjespriella

Correo: felicianoespriella@gmail.com