UN SONORENSE EN LA DIRIGENCIA NACIONAL DE LA CTM?
La eventual sustitución de Carlos Aceves del Olmo abre la baraja sucesoria en la CTM. Javier Villarreal Gámez niega aspiraciones, pero su trayectoria lo coloca inevitablemente en la conversación.
Muchos sonorenses a lo largo de la historia han liderado organizaciones gremiales de carácter nacional. Lo curioso es que varios de ellos fueron electos a pesar de no haber figurado previamente entre los más probables.
En este contexto y con fundamento en un comentario del líder estatal de la central obrera, Javier Villarreal Gámez, en el sentido de que es muy probable que el próximo año se lleve a cabo la sustitución de Carlos Aceves del Olmo, actual secretario general y cuyo período termina en el año 2028, en lo personal me parece que Villarreal Gámez, quien tiene una vida dedicada a actividades gremiales con resultados muy positivos para la clase trabajadora, podría ser un excelente sustituto si llegara a darse el caso.
De hecho, después del comentario de Villarreal, surgido en una conferencia de prensa, se le preguntó si participaría como candidato en el proceso, a lo que respondió negativamente de manera categórica, informando que de hecho ya hay tres o cuatro connotados líderes cetemistas señalados como muy probables.
Sin embargo, como afirma la sabiduría popular en un conocido refrán: del dicho al hecho, hay mucho trecho.
La CTM enfrenta una coyuntura inédita. Carlos Aceves del Olmo, heredero del largo ciclo corporativo que marcó al sindicalismo priista del siglo XX, representa una generación que comienza a agotarse biológicamente y políticamente. Aunque su periodo estatutario concluye hasta 2028, el solo hecho de que se hable ya de su relevo revela que el tema está sobre la mesa.
En ese escenario, el nombre de Javier Villarreal Gámez aparece no por estridencia, sino por consistencia. Originario de Ciudad Obregón, abogado egresado de la Universidad de Sonora, Villarreal suma más de cuatro décadas de vida sindical. No llegó por herencia ni por imposición: se abrió paso desde abajo, enfrentando incluso el escepticismo de los propios obreros cuando, siendo joven profesionista, cuestionó los contratos de protección que durante años sirvieron más a patrones y dirigentes que a trabajadores.
Los números hablan. A principios de los años ochenta, Sonora estaba plagado de contratos simulados: más de cien en Hermosillo y decenas en Ciudad Obregón. La batalla jurídica y política que encabezó Villarreal permitió desmontar ese esquema y reposicionar a la CTM como la principal central obrera del estado, desplazando a otras organizaciones históricas.
Su paso por el Congreso local no fue decorativo. Integró comisiones clave de Hacienda y planeación, siempre con una lógica de defensa laboral. No fue un legislador de reflectores, sino de expediente, oficio y negociación. Eso explica por qué, lejos de diluirse, su liderazgo sindical se consolidó.
Hoy es secretario general de la CTM en Sonora, titular de Acción Política del comité nacional y líder del Sindicato Nacional Minero-Metalúrgico, el más importante de la central. Fue reelecto en 2025 con un respaldo que roza la unanimidad. Es decir: base social, estructura nacional y legitimidad interna.
Ha encabezado luchas incómodas, como la reducción de la jornada laboral a 40 horas, y ha sabido sentarse a la mesa tripartita cuando el conflicto lo exige. No es un dirigente testimonial. Tampoco uno dócil.
Sus críticos le reprochan haber frenado ciertos esquemas de vivienda gubernamental. Sus defensores responden que no se opuso a la vivienda, sino a modelos indignos. También ha sido blanco de acusaciones en redes sociales que nunca han pasado del ruido digital.
Villarreal Gámez insiste en que no aspira. Puede ser verdad. Pero en política —y más aún en el sindicalismo— las sucesiones rara vez obedecen a declaraciones públicas. Obedecen a trayectorias, equilibrios y momentos.
Y si la CTM decide que el relevo debe representar experiencia, legitimidad y contacto real con los trabajadores, entonces el sonorense ya está, le guste o no, dentro del radar nacional.
Por hoy fue todo, gracias por su tolerancia y hasta la próxima

