REELECCIÓN Y CHAPULINES
Hasta hace poco más de diez años hablar de reelección en México era casi tan feo como despotricar contra la Virgencita de Guadalupe o maltratar a la mamá el 10 de mayo. El resto del año las madres seguían siendo sirvientas, cuidadoras gratuitas de los nietos, paño de lágrimas de esposas engañadas y un etcétera más largo que la cuaresma próxima a concluir, pero el diez de mayo, era reina por un día.
Las cosas cambiaron a partir de una reforma constitucional aprobada en 2012, que permitió la reelección de presidentes municipales, diputados locales, diputados federales comenzando en 2021, y senadores desde este 2024.
Se buscaba con ello permitir que en algunas posiciones legislativas y de gobierno, quienes las obtuvieran pudieran tener opciones de continuar tareas y procesos que no alcanzaron a terminar en sus períodos y de paso capitalizar el aprendizaje obtenido, evitando con ello los tiempos muertos que al inicio de sus funciones solían ocurrir.
En lo personal, desde antes de que se aprobara dicha reforma fui de quienes estimaban que la población ya tenía madurez suficiente para que la reelección dejara de ser un tabú y en su momento aplaudí el cambio. Creo que me equivoqué.
Me equivoqué cuando menos en lo referente a la reelección de legisladores, porque, como diría el recordado Roberto Gómez Bolaños en su interpretación de Chespirito, no contaba con la astucia de los políticos, que han convertido el esquema de la reelección en una verdadera panacea personal para perpetuarse mamando de la ubre pública y van saltando de período en período o de Cámara en Cámara, una y otra, y otra, y otra vez.
A la población la han dejado al margen al ofrecerle en miles de posiciones electorales sólo la opción de votar por él o la menos mala, y la respuesta natural ha sido la de seguir el consejo del dicho: más vale malo por conocido, que bueno por conocer, reeligiéndolos o simple y sencillamente no acudir a las urnas.
Recientemente se dio a conocer la lista de diputados actuales del partido en el poder y sus satélites que pretenden sacrificarse con otro período, vulgo: reelegirse. La primera lista (que desconozco si ha sido modificada) incluyó a diez diputados en funciones cuyo desempeño como representantes de la población ha sido de lo más irrelevante.
El actual Congreso dominado ampliamente por el partido en el poder ha sido uno de los más grises e ineficientes del presente siglo, ha demostrado una sumisión total al titular del ejecutivo estatal, y lo más deleznable, por tratarse de un Estado de los más violentos en temas de género y particularmente en feminicidios, es que teniendo una amplísima mayoría de integrantes femenina, no hayan sacado leyes que verdaderamente protejan la integridad física de las mujeres y los temas de igualdad de género.
Agacharon la cabeza y sólo levantaron el dedo de quienes les ordenaron desde el Palacio de Gobierno, en las múltiples ocasiones en las que pudieron elegir a alguna de entre las cientos de mujeres sonorenses con sobradas calificaciones en capacidad, preparación, honestidad y experiencia, cuando se trató de designar titulares de dependencias y organismos muy relevantes en la vida institucional de la entidad, tales como la presidencia del Supremo Tribunal de Justicia (STJ) y la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH).
¿Conqué cara van a solicitar el voto femenino María Alicia Gaytán, Azalia Guevara Espinoza, Rebeca Irene Silva, Claudia Zulema Bours, Ernestina Castro Valenzuela y Paloma Terán, más un par que llegaron por la vía del sálvese quien pueda cuando empezó a hundirse el PRI?
¿Qué ha hecho -además de brincar de liana en liana- Fermín Trujillo Fuentes que buscará una reelección más (creo que la 4ª de manera consecutiva) para una diputación local? El señor ni siquiera da la cara a sus representados cuando lo necesitan. Y no me lo platicaron, me consta.
Observando todo esto, me parece que tiene mucha razón Claudia Sheinbaum, candidata de Sigamos haciendo historia, cuando ha hablado de suprimir las reelecciones en los órganos legislativos. Lamentablemente no creo que llegue a conseguir se dé la reforma constitucional respectiva.
La mayoría de los políticos son muy voraces y gandallas, pero no penitentes.
Por hoy fue todo. Gracias por su tolerancia y hasta la próxima
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