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Olor a Dinero/Feliciano J. Espriella

 

LA DAMA DE HIELO EN HERMOSILLO

MITIN DE SHEINBAUM… El sábado realizó un mitin en la plaza Emiliana de Zubeldía la coalición “Sigamos haciendo historia”, con la presencia de su candidata presidencial Claudia Sheinbaum.

El evento en lo personal me pareció muy desorganizado en el que la logística brilló totalmente por su ausencia, empezando por la puntualidad al iniciar varias horas después de la programada lo que provocó que algunos asistentes se retiraran antes de iniciar, y no era para menos, pues, aunque para su fortuna prevalecieron los nublados, la temperatura llegó a los 28 grados y ni quien le ofreciera una botellita de agua a los sedientos asistentes.

Desconozco cuanta gente haya ido, pero no me parecieron que fuera mucha para una candidata presidencial que apunta para convertirse en la próxima presidenta de la República. Vicente Fox y Andrés Manuel López Obrador en su momento tuvieron varios miles más.

Afortunadamente los discursos no fueron muchos ni muy largos. El de la candidata duró alrededor de 30 minutos, un tiempo sumamente razonable en este tipo de eventos y muy a su estilo: fue mesurado, sin aspavientos y exento de frases efectistas, pero con bastante contenido.

Expuso con brevedad pero suficiencia, varios proyectos y promesas de lo que será su gobierno. Algunos muy interesantes para la ampliación de los programas sociales en temas de género y educación, que supongo fueron comentados y publicados en los diarios de ayer.

Cabe destacar que durante todo su discurso no lanzó un solo ataque a su adversaria y tampoco le dedicó crítica alguna, a diferencia de ella, pues como todos hemos sido testigos, cuando Lady X está en un estrado y le conceden la voz, no tarda ni un minuto en empezar con improperios y denuestos en contra de su oponente y el presidente de la República.

Ese estilo de comunicarse con sus auditorios en los que no se recurre a la teatralidad ni a la retórica barata, me hizo recordar el epíteto que le endilgó su oponente en el pasado debate: “La dama de hielo”, el cuál en lo personal me dio la impresión de que no fue espontáneo y sí a sugerencia de sus inútiles asesores que evidentemente no dan una. Tal vez esperaban que prendiera y se quedara en la mente de los opinólogos aliados para que lo continuaran usando de manera peyorativa. Al parecer no ha prendido la idea.

Y de hecho, el que prendiera no necesariamente redundaría en contra de la candidata morenista, pues la impasibilidad, tranquilidad y mesura ante situaciones embarazosas, es un requisito sine qua non para cualquier jefe de estado. Y muchas veces, esos intentos de calificar peyorativamente o caricaturizar a una figura pública, redundan en beneficio de quienes se intenta perjudicar.

Eso sucedió con la primera ministro del Reino Unido Margareth Tatcher. En un artículo publicado el 24 de enero de 1976 en el diario militar soviético “Krásnaya Zvezdá” (Estrella Roja), un periodista de nombre Yuri Gavrílov comparó a la entonces líder de la oposición británica con el legendario canciller alemán Otto Von Bismarck, debido a su duro carácter. Inicialmente, había pensado en llamarla “La Canciller de Hierro”, pero al tratarse de una mujer, decidió cambiarlo por “La Dama de Hierro”

El apodo se popularizó y fue traducido al inglés como “The Iron Lady”. Curiosamente, Thatcher no se disgustó con este calificativo, y sus asesores lo utilizaron durante la campaña electoral de 1979: “Gran Bretaña necesita una dama de hierro”. Su legado como la primera mujer primera ministra del Reino Unido y su impacto en la política británica perduran hasta hoy en día.

Ángela Merkel, tal vez la figura política femenina más importante del siglo XX, es conocida por su enfoque sobrio y serio. Su estilo de liderazgo se caracteriza por la racionalidad y el pragmatismo. Le decían “canciller de teflón” por su habilidad para mantenerse imperturbable ante las críticas y los desafíos políticos, similar al revestimiento antiadherente del teflón.

Indira Gandhi, la tercera primera ministra de India, quien dejó una huella imborrable en la política mundial no estuvo exenta de calificativos. Su liderazgo firme y determinación durante la Guerra Indo-Pakistaní de 1971, que resultó en la creación de Bangladesh como un estado independiente, le valieron el apodo de la “Dama de Hierro de India”.

Golda Meir fue una líder apasionada, tenaz y visionaria que dejó una huella duradera en la historia de Israel y en el mundo. La apodaban también la “Dama de Hierro”, que refleja su tenacidad y compromiso con su visión.

Ahora bien, ¿Queremos que nos presida alguien carismático? ¿Un buen orador que entusiasme con su palabra a sus escuchas? Ya lo hemos tenido y nos fue como en feria, en vida se llamó José López Portillo y Pacheco, quien cimbraba con su palabra a sus auditorios y los emocionaba hasta el llanto.