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Olor a Dinero/Feliciano J. Espriella

 

NATALIA PRIVILEGIARÍA LA TRANSPARENCIA

LA CORRUPCIÓN… ha sido desde tiempo inmemorial un signo distintivo de la administración pública en México. Se encuentra presente en todos los niveles de gobierno y en todos los poderes, pero también tiene fuerte raigambre en las instituciones privadas y en la sociedad misma.

De hecho, es tan extensa su penetración en el tejido social, que no sé si por cinismo o por verdaderamente creerlo, un presidente de la República, Enrique Peña Nieto, declaró en alguna ocasión que es un fenómeno cultural. Es importante considerar que la corrupción es un problema complejo que puede estar influenciado por una variedad de factores, incluyendo, pero no limitándose a, aspectos culturales. Por lo tanto, las estrategias para combatirla deben ser multifacéticas y abordar tanto los elementos culturales como los institucionales y legales.

De hecho, no son pocos los candidatos que la han tomado como bandera para sus campañas, como lo hizo Miguel de la Madrid Hurtado en 1982, quien es recordado por su campaña de “Renovación Moral” y la creación de la Contraloría General de la Federación, que buscaba combatir la corrupción, pero que a 40 años de distancia no se ha avanzado un milímetro en ese sentido.

De hecho, me parece que han desgastado tanto el concepto de combate a la corrupción, que en las campañas políticas actuales son muy pocos los y las candidatas que lo ofrecen si el voto les favorece. Se han centrado en todo caso, los opositores a quienes gobiernan, en exhibir los actos de corrupción de quienes pretenden sustituir y ofrecer castigos ejemplares cuando ostenten el poder.

Como lo hizo Vicente Fox en el año 2000 ofreciendo como candidato acabar con víboras y tepocatas al asumir el poder, lo cual al parecer olvidó apenas puso un pie en Los Pinos, pues en vez de perseguir a los corruptos del pasado, se alió con ellos y les abrió las arcas del erario a sus hijastros y su esposa Martha Sahagún que se sirvieron con la cuchara grande.

Bueno, Fox también emanaba un tufo de corrupción que se olía a kilómetros de distancia y el aroma de Miguel de la Madrid no era precisamente de incienso.

Pero sucede que, en ocasiones, aspirantes a ocupar posiciones de elección de reconocida solvencia moral y precedidos por largas carreras en el servicio público en que han demostrado una acrisolada honestidad, ofrecen combatir este flagelo de la sociedad y al ejercer la responsabilidad lo cumplen. Es el caso de Natalia Rivera Grijalva, candidata a la presidencia Municipal de Hermosillo, quien el pasado lunes nos acompañó a los periodistas de la mesa Kiosco Mayor y, entre una gran cantidad de proyectos a realizar si obtiene el triunfo en las urnas, destacan algunos que van directamente al combate a la corrupción, privilegiando el enfoque a la transparencia.

En relación a la transparencia, nos comentó: “Yo lo haría de varias maneras; creo que recuperar la confianza de los ciudadanos pasa sin duda alguna por los temas de transparencia:

“Uno, haríamos las auditorías en tiempo real. Hay un contrasentido en la ley de fiscalización, yo ya propuse el cambio. La auditoría en tiempo real no es una facultad de ente auditor, es a petición expresa del sujeto fiscalizado. El sujeto fiscalizado, digamos por ejemplo Sidur, tiene que ir y solicitarle al Isap, que lo auditen en tiempo real.

“Como alcaldesa voy a pedir auditorías en tiempo real a toda la obra pública del presupuesto y a todas las adquisiciones relevantes que haga el municipio. Eso te blinda de que no te estén cuestionando como le cuestionan a Toño por el contrato de arrendamiento de las patrullas”

Lo segundo sería construir una plataforma en la que se exhibiera lo que se está realizando. “Tendríamos un tuobobra.mx ampliado y más, porque le quitaron algunos capítulos y, abriríamos tucompra.mx, de tal suerte que todas las adquisiciones, de servicios y productos de cualquier tipo estarían perfectamente transparentados”, nos dijo.

Se tendría como tercer elemento, cabildo abierto, de tal manera que todo lo que se discuta en el cabildo, pero sobre todo en las comisiones (porque el diablo está en los detalles y el diablo está en las comisiones, dice la candidata), lo que se discute en las comisiones sea a cabildo abierto.

Y finalmente, se tendría un mecanismo de transparencia y rendición de cuentas que informe constantemente en lenguaje ciudadano, por qué, dice Natalia: “También es muy fácil usar la terminología técnica para esconder a la vista cualquier cantidad de leperadas. Tú dices está en transparencia, pues sí, pero entiéndele, entiende lo que dice ahí.