QUE NO PANDA EL CÚNICO
El tipo de cambio del peso frente al dólar subió el viernes pasado a los niveles más elevados desde enero de 2023 al cotizarse a 19.17 por dólar, después de 18 meses en los que llegó a costar en varias ocasiones menos de 17 pesos.
De hecho, no paró ahí el desplome, la noche del domingo rebasó la barrera de los 20 pesos y continuó con importantes fluctuaciones lunes y martes. Fue hasta el miércoles que el peso tuvo una ligera recuperación y el tipo de cambio cerró la jornada en 19.2864 unidades por dólar, que frente a un registro de 19.5257 unidades del martes, significó una apreciación de 23.93 centavos, equivalentes a 1.24 por ciento.
Como sucede en estas situaciones siempre, circularon varias hipótesis sobre el origen de esta caída del (según la comunidad opinóloga) ex súper peso. La realidad es que se trató de un fenómeno multifactorial que afectó a las economías de todo el planeta e impactó negativamente a todas las más importantes bolsas de valores, lo que provocó además repercusiones en las paridades cambiarias de la mayoría de las monedas.
En lo personal, aunque ha sido mencionado casi de pasadita como uno de los factores que desplomaron las economías, el anuncio de Estados Unidos de que Irán está a punto de iniciar un ataque con toda su fortaleza bélica a Israel y que incluso llegaron a mencionar que podría haberse iniciado el pasado domingo, fue la gota que derramó el vaso y generó pánico entre los inversionistas japoneses que se reflejó de inmediato en el desplome de la bolsa de valores de Tokio.
El índice Nikkei en Tokio sufrió su mayor pérdida diaria el pasado fin de semana debido a temores sobre una desaceleración económica en Estados Unidos, dijeron. El índice cayó 4,451 puntos, marcando su mayor descenso en la historia e iniciando un desplome generalizado en las bolsas de valores de todo el planeta.
Los temores de una desaceleración económica en Estados Unidos siguen presentes, lo mismo que las tensiones geopolíticas y los movimientos especulativos en diversos mercados cambiarios, por lo que debemos esperar que cuando menos hasta pasadas las elecciones presidenciales en la Unión Americana, las turbulencias financieras en México se sigan presentando, pero sin causar grandes contratiempos, aunque probablemente sí las aprovechen los detractores del régimen para llevar agua a su molino.
Sin ir más lejos, la devaluación que experimentó el peso esta semana, a pesar de la evidencia indiscutible de su origen en los mercados financieros internacionales, sirvió de sustento para que algunos de nuestros totonacas opinólogos sobre temas económicos se la pretendieran adjudicar a las acciones que realiza la 4T con relación al cambio de gobierno. Fue el caso de Mary Carmen Cortés, conocida periodista especializada en temas económicos pero que carece totalmente de instrucción en la materia, comentó al aire en un programa de Radio Fórmula, que uno de los factores que generaron el problema, es el tema de la Reforma Judicial, y además exhibiendo una ignorancia supina en materia de paridad cambiaria, llegó a afirmar en el programa de Ciro Gómez Leyva, que la paridad estaba a 18.50 pesos por dólar al inicio de la presente administración cuando en realidad se cotizaba a 20.22 pesos.
Considero importante destacar que lo que está ocurriendo en estos días no tiene que ver con las iniciativas de reformas del presidente López Obrador, ampliamente respaldadas por su sucesora, Claudia Sheinbaum.
¿Qué sucede en realidad? El periodista Enrique Quintana en su columna “Coordenadas” que publica en “El Financiero”, lo explica de la siguiente manera:
La prensa y analistas financieros coinciden en describir estos factores: 1) existe el temor a una desaceleración de la economía de Estados Unidos; 2) la Reserva Federal se encamina a bajar la tasa de interés para enfrentar el problema; 3) algunas de las bolsas de valores sufrieron pérdidas importantes: 4) el bitcóin se desplomó de 60 mil a 50 mil dólares; 5) el mal dato de empleo en Estados Unidos prendió la mecha de un polvorín que llevaba tiempo incubándose. 6) La decisión de un solo hombre, el Oráculo de Omaha, Warren Buffett, de vender la mitad de sus acciones de Apple, derrumbó el valor comercial de la compañía y arrastró a otras, justo antes de que debute su nuevo iPhone 16 con inteligencia artificial”.
A lo anterior yo le agregaría: también las posibilidades de un incremento exponencial del conflicto armado en Medio Oriente.
Los tumbos en los mercados seguramente se prolongarán más allá de las elecciones de noviembre en Estados Unidos. No será el mejor recibimiento para el inicio de mandato de Claudia Sheinbaum, c tomará posesión de la Presidencia el 1º de octubre.
Ella lo sabe y ante los acontecimientos de esta semana reaccionó con serenidad y objetividad. “El gobierno mexicano está preparado para cualquier eventualidad, la economía es sana, las reservas internacionales son fuertes, el dato del empleo local es bueno. No hay que adelantarse a los pronósticos de una recesión”, dijo.
Por último, quiero destacar que si la paridad al 30 de septiembre próximo no supera los 20.22 pesos por un dólar, que registró el 1 de diciembre de 2018, habremos tenido después de 54 años, un sexenio presidencial en el que el peso no retrocedió ni un céntimo frente al dólar. El último sexenio de esta naturaleza fue el de Gustavo Díaz Ordaz, quien nos gobernó de 1964 a 1970.
Por hoy fue todo. Gracias por su tolerancia y hasta la próxima.
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