Tomado de MILENIO.COM por Jessica Piña
Después de las fiestas decembrinas es muy común que el propósito de muchas personas sea dejar de ingerir bebidas alcohólicas y la Universidad de Harvard tiene la guía perfecta.
Necesitas saber que esta guía va acompañada de fuerza de voluntad y con ella podrás lograr que esta meta sea cumplida.
No olvides que el exceso de cualquier sustancia puede ser nociva para la salud y te recomendamos que tengas en cuenta que esto podría llevarte al hospital y poner en riesgo tu vida.
Harvard y su guía para dejar de tomar alcohol
La escuela de medicina de la universidad mencionada lanzó una guía para todos aquellos que quieren vivir el ‘Dry january’ o enero seco’ y comenzar a vivir sin probar una gota de alcohol.
Estos son los pasos que recomienda Harvard:
Sustituir el alcohol:
Cuando la ingesta de alcohol es en fiestas o momentos sociales que involucran a más personas, la Universidad se recomienda sustituir las bebidas con alcohol por su par que no lo contengan. Esta medida también sirve para aliviar ‘el antojo’.
Evita tener tentaciones:
Aleja las bebidas alcohólicas de tu entorno social.
Buscar un grupo de apoyo:
Se recomienda comentar el proyecto con familiares y amigos para crear una red de apoyo que los motive a continuar con este proceso.
Utilizar aplicaciones de monitoreo:
Aplicaciones gratuitas como Try Dry ayudan a que las personas reduzcan su ingesta de alcohol y pueden realizar un monitoreo diario de sus avances.
No rendirse:
Harvard asegura que eliminando el sentimiento de culpa puede lograrse este gran paso en su vida y no rendirse, incluso incluyen una frase para seguir motivando a las personas que buscan dejar el alcohol:
‘’Si cometes un error, no te sientas culpable. Simplemente comience de nuevo al día siguiente’’
¿Puedo tener síndrome de abstinencia si dejo de beber bebidas alcohólicas?
Si eres una persona que consume mucho esta sustancia podrías tener el síndrome de abstinencia y se refleja con los siguientes síntomas:
Ansiedad.
Manos temblorosas.
Dolor de cabeza.
Náuseas.
Vómitos.
Sudoración.
Insomnio.
Alucinaciones.
Frecuencia cardíaca acelerada.
Fiebre.
No olvides ir con un especialista en adicciones para que este procedimiento sea más ligero.