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Reaparece el fantasma de la guerra

OLOR A DINERO

Por Feliciano Espriella

EL CONFLICTO… armado que inició el grupo terrorista palestino Hamás el pasado sábado en Israel en el que masacraron varios centenares de inocentes y secuestraron también una buena cantidad de civiles, desde el ángulo que se le quiera ver es verdaderamente condenable.

No hay credo, ni religión, ni ideología, ni frontera, ni política que sirva para justificar masacres a civiles y mucho menos a niños. Con lo que está sucediendo en el Medio Oriente y las reacciones en todo el planeta apoyando a unos u otros, se demuestra una vez más el grado de envilecimiento al que ha llegado la humanidad.

No habían transcurrido ni siquiera doce horas desde que ocurrió el brutal ataque de la célula terrorista, que no de Palestina, entiéndase bien, cuando la mayoría de las naciones, jefes de Estado, líderes políticos e infinidad de opinólogos se estaban decantando por uno u otro bando. Los de derecha, dicen estar a favor de Israel, en tanto los de pensamiento progresista o de izquierda a favor de los palestinos.

Aquí es donde uno se pregunta: ¿Y las víctimas inocentes? De los niños, ancianos, mujeres y hombres que cayeron a mansalva en el ataque y los que continúan masacrando ambos bandos las 24 horas del día, ¿quién los defiende, ¿quiénes se acuerdan de ellos?, la respuesta es obvia: muy pocos, por no decir nadie.

Salvaje, inhumano, vil, despreciable y una centena de epítetos adicionales merece el ataque terrorista, no hay duda. En todo el mundo occidental así lo han juzgado, así lo han descrito y así lo han calificado.

Sin embargo, muy pocos han vuelto la mirada a la contraparte para gritar que merece exactamente los mismos calificativos la reacción de Israel. Como acostumbra en estos casos, Israel ha ordenado el asedio total a la franja de Gaza (ni electricidad, comida, agua, ni gas; todo cerrado, porque estamos combatiendo contra animales y actuamos en consecuencia, dijo el cavernícola ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant), mientras el primer ministro Benjamín Netanyahu advierte que vamos a cambiar Oriente Medio; hay que prepararse para una guerra larga y difícil.

Como en todas las guerras, los inocentes, los civiles, la población, las mujeres, los niños, los ancianos y en general quienes no tienen nada que ver, ni la apoyan y muchos menos la desean, serán de nuevo quienes más sufran, en quienes menos se piense y por quienes menos se aboguen.

Aunque hasta hoy sólo es un brote rebelde de un grupo terrorista, la furia de la reacción de Israel pronto lo convertirá en una nueva guerra y, también, como en todas las guerras, habrá muchos ganones que no tendrán el menor empacho en azuzarla.

No dilata en pronunciarse verbal y de facto Irán a favor de Pelestina, lo que provocará una reacción de apoyos a la contraparte, empezando por Estados Unidos, país en que a su presidente Joe Biden le urge un fuerte incremento en su popularidad para asegurar su reelección el año próximo; en estos momentos, una guerra que exacerbe el espíritu nacionalista e imperialista de sus electores, como lo hizo con George W. Bush hace unas décadas, prácticamente le aseguraría a Biden su permanencia en la Casa Blanca por otros 4 años.

Pero tampoco en Israel cantan mal las rancheras. Netanyahu estaba en un tris de ser echado del poder, su popularidad ha descendido a los niveles más bajos de la historia israelita y ya no sentía lo duro sino lo tupido, de ahí que necesite un conflicto armado contra sus archienemigos largo y sangriento.

Pero no para allí la cosa, ¿qué decir de los fabricantes de armas? Los americanos y europeos deben estarse frotando las manos y haciendo cálculos sobre las millonarias ganancias que les proporcionará la guerra por conducto de compras masivas de Israel, y otro tanto sucederá en Rusia y China quienes han sido y seguirán siendo los proveedores de armas a los terroristas.

Otro que muy probablemente salga beneficiado es el primer ministro del Reino Unido, Rishi Sunak, que sustituyó en el poder a Boris Johnson quien cayó a raíz de los pésimos resultados económicos post pandemia. Sunak, a un año de asumir el cargo no ha dado pie con bola y su aceptación oscila en los linderos del rechazo. Los gobernantes franceses y españoles también podrían ser beneficiarios ante su población que buena falta les hace en estos momentos.

El lanzamiento indiscriminado de cohetes contra Israel ha expuesto a los niños y niñas de ese país a traumas, lesiones y muertes. Mientras tanto, innumerables niños palestinos mueren en los bombardeos de la Franja de Gaza, pero también habrá cientos de políticos de altos vuelos ganones y beneficiados en todo el planeta. Son las dos caras de todas las guerras.

Y si se piensa que los demás sólo veremos los toros desde la barrera, será mejor que lo vayamos olvidando. Las repercusiones económicas se verán pronto y fuertes. Por lo pronto, el precio del petróleo aumentó en 5 dólares por barril en las primeras horas de iniciado el conflicto.