Por Gabriel Benítez (FMI)
Durante la madrugada del pasado 30 de noviembre, las instalaciones de la Cruz Roja Mexicana de Cajeme fueron blanco de un ataque armado que dejó como saldo a una enfermera lesionada de manera leve, además de daños materiales, situación reprobada por los directivos de la benemérita institución.
A través de un comunicado oficial, la Cruz Roja Mexicana condenó enérgicamente esta agresión, calificándola como una acción reprobable y haciendo un llamado a las autoridades competentes para intervenir en la protección de sus colaboradores, conformado por socorristas y personal sanitario.
Además, reiteró que sus instalaciones no deben ser objetivo de ningún tipo de ataque, dada su naturaleza imparcial e independiente.
La institución reafirmó su compromiso con la sociedad sonorense, asegurando que los servicios de atención y asistencia a la comunidad continuarán operando de manera normal, subrayando que su labor es ayudar a quienes lo necesiten, sin distinción alguna.
La Cruz Roja recordó que su labor se basa en principios de neutralidad y humanidad, y que no existen justificaciones para atentar contra una institución cuya única finalidad es salvaguardar la vida y la salud de la población.