Por Gabriel Benítez (FMI)
Después de la prórroga propuesta de tres años para que entre en vigor la Ley de Protección y Bienestar Animal en Sonora, se buscará que pueda desarrollarse con mejores condiciones de reconversión productiva para quienes en estos momentos se dedican a la actividad gallística.
Así lo consideró el diputado David Figueroa Ortega, quien dijo que no están pateando el bote, sino más bien enriqueciéndola con mayores planteamientos de acción.
Tras las manifestaciones de parte de la comunidad gallística de Sonora y otras partes del país, indicó que además se está tomando en cuenta la situación económica por la que podrían atravesar quienes se dedican a esta actividad.
Luego de estar de invitado en la reunión del Colectivo de Reporteros Sonorenses (Corsas), adelantó que ahora se busca una reconversión productiva, con lo cual los galleros estuvieron de acuerdo.
“Hoy vamos a seguir con esta modificación de la ley, ya que representantes de la Unión Ganadera Regional de Sonora, veterinarios y comunidad gallística van a seguir participando para aplicar dentro de tres años con mejores condiciones, lo que no significa que se esté pateando el bote”, enfatizó.
Figueroa Ortega agregó que con las modificaciones que se le van hacer, la Ley de Protección y Bienestar Animal tendrá mayor claridad tras la confusión que hubo sobre el tema de los animales de acompañamiento y de producción.
Abundó que no puede ser un proceso transitorio dentro de la ley, ya que entraría en vigor un día después, es por ello que se tienen que modificar alrededor de 40 artículos para aplicarse dentro de tres años.
Adelantó que en lo personal se reunió en alrededor de diez ocasiones con la comunidad gallística, lo cual hizo ver que sí han sido tomados en cuenta para su nueva estructuración.
El representante popular mencionó que la ley también tiene muchos puntos que rescatar en favor de los animales de compañía como es el reforzamiento de campañas de esterilización ante el problema de sobrepoblación de canes callejeros, además de los recursos económicos que se destinarán para la operación de las clínicas veterinarias que se están construyendo.