Por Arturo Rodríguez García/Foto: Magdalena Montiel Velázquez
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Acusado de integrar el llamado “cártel inmobiliario”, de ser cabeza del grupo capitalino que ha manejado el PAN de manera caciquil y bajo cuestionamientos por emplear una red de operadores para el registro de militancia conocida como “padroneros”, Jorge Romero Herrera será el nuevo dirigente nacional de su partido.
Esta noche, la Comisión Nacional de la Elección del Comité Ejecutivo Nacional (Conecen) informó que los resultados preliminares favorecen a Romero Herrera, el panista capitalino que horas antes se proclamó ganador de los comicios internos panistas.
Derrotada según la posición oficial, la tlaxcalteca Adriana Dávila cuestionó la legitimidad del proceso e inclusive puso en tela de duda las cifras de la Conecen que fijó en torno al 50% la participación de militantes mientras que la aspirante sostuvo que fue en torno a un 30%.
Desde hace meses, la panista tlaxcalteca Adriana Dávila anunció su intención de competir por la dirigencia nacional para enfrentar al grupo dominante que esta vez impulsó a Romero Herrera. Dicho grupo ha mantenido el control del partido desde que en 2011 encumbró al chihuahuense Gustavo Madero Muñoz.
Dávila, quien enfrentó al actual dirigente Marko Cortés en 2021, ha sostenido que el control del partido se encuentra en un grupo de personas que controlan los padrones de militantes con lo que pueden influir en procedimientos como el realizado hoy.
De hecho, en un mensaje en video difundido en sus redes sociales después del comunicado de la Conecen, Adriana Dávila consideró que el modelo de partido de los “padroneros” no le sirve a México y tiene el ADN de Miguel Ángel Yunes.
Fue a más:
“Es un modelo simulador, tramposo, corrupto y ruin del que solo medran unos cuantos. Pero daña al país, al PAN, a su militancia y a los electores que buscan alternativa democrática que impone el partido oficial”.
La Conecen anunció que será el próximo miércoles 13 de noviembre cuando entregue la declaratoria de validez de la elección y la constancia de mayoría sin precisar la diferencia porcentual entre Romero y Dávila.
Adriana Dávila implícitamente admitió su derrota al llamar a la nueva dirigencia:
“El modelo del PAN que ustedes han construido no funciona. No sé si tengan la voluntad y el compromiso ético para hacer del PAN una institución para ser heredera del legado demócrata de Gómez Morín”.
Un par de horas antes Romero Herrera, al proclamarse ganador, aseguró que obtuvo poco más del 80% de los votos dejando a su adversaria, apenas con poco más de 19%. El proceso se reportó sin incidentes.
La Conecen informó los resultados de la jornada que estableció una participación de los militantes inferior al 50% obtenido de la participación en las 32 entidades federativas con 4 mil funcionarios de casillas y 2 mil representantes de planillas.
La elección interna de la dirigencia del PAN fue un proceso cerrado a los militantes de dicho instituto político y, para las 19:00 horas, ya se estaba computando en torno al 60% de la votación.
Finalmente, Adriana Dávila sostuvo que no pretende la extinción ni la división del PAN, pero advirtió que una vez computadas todas las actas realizará una reflexión y hará pública la forma en que considere puede contribuir a construir una patria ordenada y generosa.
TOMADO DE PROCESO.COM.MX