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WASHINGTON (AP) — La Cámara de Representantes de Estados Unidos autorizó el miércoles la investigación de juicio político contra el presidente Joe Biden. Todos los republicanos apoyaron el proceso a pesar de las preocupaciones entre algunos de ellos de que la pesquisa aún no ha producido pruebas de delito alguno por parte del mandatario.
Los 221 votos a favor y 212 en contra dejaron constancia de que toda la conferencia republicana de la Cámara de Representantes apoya un proceso cuya pena máxima para un presidente sería la destitución si es declarado culpable de lo que la Constitución establece como “delitos graves y faltas leves” en un juicio en el Senado.
Biden, en una inusual declaración sobre el intento de destitución, cuestionó las prioridades de los republicanos de la Cámara de Representantes.
“En lugar de hacer algo para ayudar a mejorar la vida de los estadounidenses, se centran en atacarme con mentiras”, dijo el presidente tras la votación. “En lugar de hacer su trabajo en las tareas urgentes que hay que hacer, deciden perder el tiempo en este ardid político sin fundamento que incluso los republicanos en el Congreso admiten que no está sustentado por los hechos”.
La autorización de la pesquisa, que se extenderá por meses, garantiza que la investigación de juicio político se prolongue hasta bien entrado 2024, cuando Biden esté en campaña por la reelección y probablemente se enfrente al expresidente Donald Trump, quien fue sometido a juicio político en dos ocasiones durante su mandato. Trump ha presionado a sus aliados del Partido Republicano en el Congreso para que actúen con rapidez en el juicio político contra Biden, como parte de sus exhortos a tomar revancha contra sus enemigos políticos.
La decisión de celebrar una votación se produjo mientras el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, y su equipo enfrentaban una creciente presión para mostrar avances en lo que se ha convertido en una investigación de casi un año centrada en los negocios de los miembros de la familia de Biden. Aunque la investigación ha planteado cuestiones éticas, no se han encontrado pruebas de que Biden actuara de forma corrupta o aceptara sobornos en su cargo actual o en el anterior como vicepresidente.
“No nos tomamos esta responsabilidad a la ligera y no prejuzgaremos el resultado de la investigación”, afirmaron Johnson y su equipo de liderazgo en una declaración conjunta tras la votación. “Pero el expediente probatorio es imposible de ignorar”.
Los demócratas de la Cámara de Representantes se opusieron unánimemente el miércoles a la autorización de la pesquisa, a la cual calificaron de farsa perpetrada por los adversarios para vengar los dos juicios políticos contra Trump.
“Todo esto es una artimaña política extrema. No tiene credibilidad, legitimidad ni integridad. Es un espectáculo secundario”, dijo el representante demócrata Jim McGovern durante un debate en el pleno.
Algunos republicanos de la Cámara de Representantes, especialmente los que proceden de distritos políticamente divididos, se habían mostrado reticentes en las últimas semanas a votar sobre la destitución de Biden, temiendo un costo político significativo. Pero los líderes del Partido Republicano han argumentado en las últimas semanas que la autorización de la pesquisa es sólo un paso en el proceso, no una decisión de abrir juicio político a Biden. Ese mensaje parece haber convencido a los escépticos.