Estas Líneas/Agustín Rodríguez

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Estas Líneas/Agustín Rodríguez

+ Puertos usados para delinquir, pero a nadie detienen; EU pone el ejemplo al golpear a mafias del contrabando petrolero; la Semar le falla a AMLO; recuerdan el lado bueno de Alfonso González; Guillermo Soberón anuncia su libro

Por Agustín Rodríguez L.

GUAYMAS, Son. – Hace semanas se confirmó el uso del puerto marítimo comercial, como fuente de negocios personales de sus funcionarios con empresarios y políticos.

Hace meses se conoció lo que acontecía en Tampico, pero la impunidad prevalecía cuando, eso sí fue sorpresa, cayó la fuerza federal y atoraron el cínico tráfico de combustible a cargo de pillos de cuello blanco. Luego, la misma Secretaría de Seguridad Pública repitió golpe en Ensenada.

Apenas terminaba tal sorpresa cuando se supo que en Guaymas ocurría lo mismo. Pero aquí dejaron ir al barco, pipas llenas de diésel y no atraparon a nadie. Despidieron al titular de la Administradora del Sistema Portuario Nacional, pero se supo, estaba prevista su salida por presunta corrupción, por aliarse en negocios con una empresa asentada en Veracruz, de donde es originario.

Pero no hay detenidos ni en el sector portuario, ni de Aduanas, Migración, Policías y hasta en agricultura y ganadería, cuya inspección afianza protocolos de la operación portuaria y su contacto con el mundo.

En Tampico se aseguró un buque tanque y mucho equipo. En Ensenada equipo e inmuebles. Aquí hubo tiempo de sobornar a medio mundo y descargar producto que más tarde se ofrecía a mitad de precio –al fin que ni calidad tenía—en docenas de pipas que, a la vista de cualquier autoridad, estacionaban a la orilla de la carretera entre Guaymas y Empalme.

Pero nadie cayó por esos aseguramientos –peor, en Guaymas no se aseguró nada— de camiones, armas y vehículos. El golpe dado por el hombre de moda, el secretario de Seguridad Omar Gacía Harfush, no arroja detenidos.

Si no es por la prensa, acosada y todo, no se sabría de la empresa importadora del combustible ilegal y sus nexos con directivos de la administración del Sistema Portuario, que dependen de la Dirección General de Fomento y Administración Portuaria, instancia de la Secretaría de Marina.

La Semar recibió la custodia de puertos y aduanas por iniciativa del expresidente López Obrador, confiando en esta dependencia por ser “la institución más preparada para defender la soberanía y enfrentar las amenazas del contrabando y la introducción de droga”. Estaba orgulloso de haberle entregado las aduanas, pues había “avanzado muchísimo en el combate al contrabando”.

Los cambios los hizo “por la corrupción que prevalece” y, acusaba, el contrabando incluía drogas, por eso se requería de la entonces respetada y confiable fuerza naval.

Hoy resulta que un funcionario de Asipona-Tampico, pasó –parece título de película motivadora– de taquero a millonario. Tenía una taquería en el Estado de México, pero pronto poseía costosos bienes, como una colección de autos clásicos, adquiridos de contado según sus declaraciones patrimoniales, a poco tiempo de dirigir Administración y Finanzas de la Asipona Tampico, y antes, Aduana de Matamoros y Proyectos Aduaneros del SAT.

Pero si los particulares enlodados no están presos o bajo proceso, menos lo están los almirantes en los que confió López Obrador el cuidado de puertos y aduanas. Eso podría ser traición. Al presidente y a la Patria.

El secreto a voces de ayer hoy es confirmación: no acabó el contrabando; creció porque los nuevos funcionarios abrieron la puerta a los negocios privados desde los puestos públicos, donde imponen la terrible opacidad que se extiende en el país.

Por eso envidiamos la respuesta de Estados Unidos al descubrir una operación de contrabandistas de petróleo mexicano que refinaban en su suelo, lo reintroducían a México y el negocio enriquecía a particulares vinculados con cárteles de las drogas. Actuaron pronto, asegurando 300 millones de dólares en bienes, además de iniciar el proceso penal contra varios detenidos.

Hay quien piensa que, en México, no los habrían tocado ni con el pétalo de una rosa, lo cual pone a prueba la confianza en la presidenta Claudia Sheinbaum y hace crujir las estructuras de Morena, ante la desbocada percepción de impunidad de la cual podrían ser cómplices.

GONZÁLEZ MORILLAS

Fue sorpresa el deceso de Alfonso González Morillas, a quien una trombosis pulmonar se llevó la madrugada de lunes. Tenía 64 años.

Empresario de amplias conexiones políticas, destacó en la minería, la construcción y en la actividad inmobiliaria. Muchas cosas oscuras se dicen de él, pero prefiero comentar que en Cananea lo recuerdan por cosas buenas a favor de la gente.

Llegó de niño desde el sur del país, con su padre que trabajaba en una compañía contratada por la mina y se quedaron. Creció, pensó en negocios y los hizo bien, inaugurando un hotel, otro en Agua Prieta y, detalle curioso, abrió un expendio de cerveza sobre el cual tenía su oficina y allí fundó su constructora.

“Muy chambeador el bato”, recuerda el periodista Martín Camargo. La gente lo quería porque “ayudaba a todos”.

Miren este enternecedor recuerdo: “siempre en las navidades llegaban miles de despensas “fantasmas”. Las repartían en la Periferia y pocos sabíamos que él las enviaba”.

Formó su familia con una dama de Cananea y debieron radicar en Hermosillo al crecer sus empresas, pero no permitió borrar su apellido del expendio de cerveza en su tierra adoptiva.

Su cercanía con los gobiernos de Guillermo Padrés y Alfonso Durazo aparece en la red, a veces corregida y aumentada. Durazo nunca la ocultó y lo recordó así: “Conocí a mi entrañablemente estimado Alfonso González, mi tocayo, hace mucho tiempo. Lo caracterizaron la generosidad, la sensibilidad social y un éxito empresarial que fue producto de alguien que vino desde muy lejos y muy abajo, al amparo nato de la cultura del esfuerzo y no del privilegio”.

Expresó su pesar por el deceso y le agradeció “por haber contado con su presencia en mi vida”.

De paso, el gobernador reapareció tras su ausencia por la operación de tiroides que lo alejó más de lo previsto, pero todo bien, dice la nota oficial.

Divulgó su encuentro con el alcalde que gana cuanta encuesta se manda hacer, el cajemense Javier Lamarque, en casa; luego inició la Semana Nacional de Vacunación en acto público, y este martes andaba en México, donde se reuniría con la presidenta Sheinbaum y aprovecha para cumplir como presidente del Consejo Nacional de Morena, pues este fin de semana comienza la grilla en ese movimiento.

Desde allá reconoció al STAUS, que en su asamblea extraordinaria decidieron no estallar la huelga en la Universidad de Sonora, un gran paso a favor de los estudiantes.

GUILLERMO Y SU LIBRO

Memo Soberón nos informa que este 4 de junio publicará su primer libro, «Historia de la Tierra. Una cosmogonía personal».

Nos informará sobre actualizaciones, reflexiones, “playlist” del libro y “más contenido relacionado con este viaje personal por la ciencia y la vida”.

Conociendo su capacidad como hombre de ciencia y su facilidad para situarnos con sus letras en esos mundos, será un éxito. Felicidades.