TOMADO DE PROCESO.COM.MX
CIUDAD DE MÉXICO (apro).— “No manches, pinche loca”, exclamó Ana Lilia Rivera, presidenta de la Mesa Directiva del Senado de la República, tras declarar un receso en la sesión de este miércoles y sin darse cuenta que tenía el micrófono abierto.
La frase aludió a la senadora panista Kenia López Rabadán, a quien momentos antes le pidió que esperara a que terminara la sesión solemne en la que se recibiría la visita del presidente de la Cámara de consejeros del Reino de Marruecos, Enaam Mayara, para poder darle la palabra.
Durante la primera parte de la sesión ordinaria, la morenista Ana Lilia Rivera había anticipado que tendrían la visita de los parlamentarios de Marruecos, quienes ya estaban esperando para ingresar al salón de sesiones.
Antes de arrancar esa sesión se concedió la palabra a los senadores morenistas Susana Harp y Adolfo Gómez Hernández, y al priista Ángel García Yáñez. Los dos primeros para hablar sobre el Día Internacional de la Lengua Materna y el tercero sobre el caso de la consejera morenista Jenny Monserrat Banda de Jesús, acusada de atropellar y matar a dos jóvenes.
Una vez terminadas sus intervenciones, Rivera abrió un receso, mientras la panista Kenia López reclamaba desde su escaño por el uso de la palabra.
“Les informo que únicamente otorgaremos el uso de la palabra a los oradores que señalé en un principio, y daremos inicio a la sesión solemne”, dijo la presidenta de la Mesa Directiva mientras se escuchaban los reclamos de la panista.
“Por respeto a nuestros visitantes le pido, senadora, que no levante la voz. Le pido generosidad para nuestros visitantes, le pido a que espere a que termine la sesión solemne y le doy…”, añadió, en tanto que López Rabadán seguía gritando desde su escaño.
“No hablaron por Morena, hablaron por las lenguas originarias de este país”, respondió Rivera, quien luego pidió a senadores que acudieran a recibir a los invitados.
Una vez que la morenista declaró el receso e hizo sonar la campana, se alcanzó a escuchar el timbre del teléfono que tenía a su lado. Rivera levantó el auricular y comenzó a hablar. El micrófono seguía abierto.
“Mande… no manches, qué pinche loca”, se alcanzó a escuchar. Ahí concluyó la transmisión en YouTube.