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De Primera Mano/Francisco Javier Ruiz Quirrín

 

CONFIRMADO: EN HERMOSILLO SÍ HAY AGUA

UNA VEZ, el ingeniero José Luis Jardines, uno de los técnicos expertos en el tema del agua, me dijo: “Hermosillo es como un automóvil al que se le carga gasolina a pesar de tener una fuga en el tanque”.

En otras palabras, la capital de Sonora recibe el agua suficiente para evitar su desabasto a la población, pero una red de distribución, caduca, sobre todo, es la causante de que las fugas se presenten y eleven el consumo promedio por usuario.

Hermosillo se alimenta del vital líquido gracias a la operatividad de 115 pozos, algunos de ellos en Willard, otros en la Victoria, otros en Puebla, la presa El Molinito y una tercera parte del total que utilizamos viene desde El Novillo a través del Acueducto Independencia.
Eso genera entre 4,500 y 5 mil litros por segundo, suficientes para una población de un millón de habitantes.

Ante la sequía de los años 2023 y 2024, esos pozos redujeron su capacidad de captar agua, pero aun así se alcanzó el propósito de abastecer a los habitantes de la capital del Estado.

Como lo sabemos todos, a partir del pasado mes de julio las lluvias milagrosamente se presentaron y el manto acuífero del “Zanjón” –fuente esencial de agua para el centro del Estado- se ha recargado.

Se puede apreciar que las fugas en la ciudad no alcanzan el diez por ciento del total en uso del agua y que la suma de metros cúbicos al año podría alcanzar una cifra cercana al millón.

En la ciudad existen 333 mil tomas domiciliarias y de ellas, poco más de 170 mil cuenta con medición, cuyos aparatos, para ser eficientes, requieren cambiarlos recurrentemente.

Estos datos, sin duda, están en manos de los funcionarios de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), dependencia del gobierno federal y de la Comisión Estatal del Agua, dependencia del Gobierno del Estado.

Sin embargo y con el objetivo esencial de “garantizar” el agua para las y los hermosillenses, el gobierno federal -conjuntamente con el Gobierno del Estado- está procediendo a llevar a cabo un plan hídrico que inicialmente contemplaba la construcción de tres presas aguas arriba del Río Sonora, con una inversión de 7,500 millones de pesos.

Sin embargo, el agravio contra el gobierno que guardan los pobladores de esa región originado por la contaminación de su río por el derrame de metales acidulados de Grupo México hace once años, ha provocado una oposición mayoritaria al mencionado proyecto.
No solo eso. Se han atrevido a salir a las calles y evitar que maquinaria comience a movilizar tierra en Puerta del Sol.

El secretario de gobierno, Adolfo Salazar Razo, ha recibido la instrucción precisa para hacer todo lo que deba hacer para sacar adelante el proyecto y ha enfrentado los argumentos de los pobladores y respuestas tan contundentes tales como “Con todo respeto pero no le creemos. Ya no creemos en el gobierno”.

Al mismo tiempo se tuvo conocimiento de que en el presupuesto de egresos del gobierno federal se destinaron solo 500 millones de pesos para arrancar los trabajos en Puerta del Sol y esto último, más la agresiva protesta de los habitantes del Río, obligaron al anuncio de que ya no serían tres presas, sino una sola la que se construiría, con lo que quedaba eliminado también el proyecto de construir un acueducto a Hermosillo.

El esfuerzo del secretario de gobierno y otros altos funcionarios estatales, han incluido el contacto con los lugareños, casa por casa, ofreciéndoles desde becas, hasta un apoyo económico de por vida, según trascendidos.

Por lo anterior, han aparecido varias dudas: ¿Por qué la insistencia del gobierno en la construcción de esta presa sobre un río que en la mayor parte del año no lleva agua? ¿Por qué la insistencia cuando se sabe que Hermosillo tiene agua y que invirtiendo menos de la mitad de los 7,500 millones de pesos destinados al proyecto en mención, eliminaría en gran porcentaje las fugas?

¿Por qué continuar cargando gasolina a un automóvil con una fuga en el tanque, en vez de repararlo?
Hace un par de semanas, el presidente municipal de Ures, Héctor Gastón Rodríguez Galindo, confesó que todo este proyecto de gobierno se planeó conjuntamente con Grupo México. Es muy probable que esa revelación haya tenido el propósito de ayudar a su pueblo, porque él encabezó la primera manifestación en contra de las presas.

Ante ello, el secretario Salazar Razo, declaró que las minas no utilizarían agua dulce, sino que estarían obligados a tratar el agua residual. Y lo subrayó: “Grupo México no podría en lo sucesivo usar agua del Río Sonora”.

Todos estos datos están sobre el escritorio de los funcionarios, federales, estatales y de Agua de Hermosillo.

El escenario en la capital de Sonora incluye una realidad que no se puede ocultar: “Hermosillo tiene dueños”. Los grupos influyentes logran apoyos “desde muy arriba” incluyendo las instancias federales y estatales.

ASÍ COMO… en la pandemia de COVID-19 se le hizo fácil al gobierno de López Obrador subestimar las terribles consecuencias que la enfermedad provocaría en México, así también en nuestros días las y los gobernadores de MORENA del sureste mexicano, desestimaron los pronósticos del clima que advertían la presencia de lluvias torrenciales…

Total, que la incapacidad gubernamental provocó en la pandemia cuando menos 800 mil muertes, convirtiéndonos en el cuarto país con mayor número de decesos y ahora, los números registran casi setenta muertes por la falta de prevención de los gobiernos locales de la 4-T…

La presidenta de la república, Claudia Sheinbaum, trató de protegerlos, diciendo en su “mañanera del pueblo” que no había habido ningún instrumento científico ni meteorológico que pudiera haber previsto las terribles lluvias y mucho menos la consecuencia de la tragedia…. Remató criticando a los “comentócratas que buscaron culpables de la tragedia”… Entonces ¿habría que aplaudirles a gobernadoras -como la de Veracruz-, Rocío Nahle, presidenta?..