En 3y2/David Parra

HomeColumnas de Opinión

En 3y2/David Parra

 

CHATARRA ESCOLAR SOBREVALUADA, MUERTES CONSTANTES Y SONANTES

En México, las tragedias rara vez ocurren por accidente: suelen ser el desenlace lógico de una cadena de omisiones y absurdos institucionales. La muerte de una niña en un preescolar de Hermosillo, tras la picadura de un insecto ponzoñoso dentro del plantel, no fue una fatalidad imprevisible, fue el resultado de un sistema que obliga a las escuelas a convivir con la basura que la propia burocracia les prohíbe desechar.
Bajo el argumento de “proteger el patrimonio público”, la Secretaría de Educación y Cultura (SEC) mantiene vigentes disposiciones que obligan a las escuelas a resguardar indefinidamente mobiliario y equipo clasificado como activo fijo, aunque esté roto, oxidado o inservible. Los directores —convertidos en custodios de una contabilidad absurda— no pueden tirar un pupitre inservible sin exponerse a una sanción administrativa. Así, los patios escolares se llenan de montones de mesas, archiveros oxidados, computadoras obsoletas y sillas mutiladas, como la de la imagen que corresponde a la escuela México de la ciudad de Hermosillo, que sirven de guarida perfecta para cualquier especie de alimañas.
Lo que nació como una norma para prevenir el robo de bienes públicos, terminó convirtiéndose en una política de confinamiento de chatarra dentro de las escuelas. En nombre de la transparencia, se genera insalubridad. En nombre del control patrimonial, se promueve el descontrol sanitario, y lo que se “resguarda” en papel para inflar inventarios sin depreciar, se pudre en la realidad.
Clasificar como “nuevo” un bien obsoleto, deteriorado o inservible constituye una distorsión contable, un incumplimiento del principio de veracidad financiera y una práctica administrativa absurda, porque obliga a las escuelas a custodiar basura como si fuera patrimonio del Estado, generando riesgos sanitarios y costos logísticos injustificados, trastocando además otros principios de contabilidad generalmente aceptados: Principio de Valuación o Valor Razonable, de Prudencia o Conservadurismo, de Revelación Suficiente, de Realización y de Periodo Contable.
La tragedia de Hermosillo no ocurrió en un vacío, como un caso fortuito… Sucedió en un país donde los patios escolares se han vuelto cementerios de objetos sin valor contable, pero con un enorme costo humano. Nadie en la cadena de mando parece asumir la relación directa entre la inmovilidad burocrática y el riesgo físico de los niños, por temor al auditor que, quizás algún día, lo reclame pasándose por el arco del triunfo el principio contable de importancia relativa.
No es casual que las escuelas rurales o marginadas —las mismas que carecen de aire acondicionado, fumigación y mantenimiento— sean las más afectadas. En esas aulas, la norma que impide tirar un mueble roto se convierte en sentencia: mantener lo inservible, aunque ponga en peligro lo esencial, la vida.
El Estado mexicano es campeón mundial en simular y convertir la sensatez en delito. Lo que cualquier ciudadano haría sin pensarlo —limpiar, desechar, sanear— se vuelve sospechoso si lo hace un director de escuela. La ley castiga la lógica y premia la obediencia documental, por ciega que se vea.
Y mientras se llenan formularios de inventario y oficios de resguardo, los insectos encuentran hogar en la negligencia oficial. La muerte de esa niña debería ser suficiente para que la SEC y la SEP revisen de inmediato el marco normativo del activo fijo escolar. No basta con lamentar la tragedia ni culpar a un maestro o intendente: el problema es estructural.
Se requiere una reforma urgente que permita la baja ágil y responsable de bienes obsoletos, acompañada de campañas de saneamiento e inspección sanitaria. Cada mueble oxidado dentro de una escuela es un riesgo latente; cada resguardo de baja sin firma autorizada, una excusa para no actuar, porque si el Estado insiste en confundir patrimonio con chatarra, acabaremos protegiendo inservibles objetos inertes, mientras seguimos perdiendo vidas inocentes.

Bytheway
… A varios directores de escuelas de educación básica se les entregó en resguardo hace un par de meses por parte de la SEP una laptop para realizar su trabajo administrativo, lo cual es una rareza en estos tiempos de austericidio generalizado, que bien puede agradecerse, pero algo llama la atención: El resguardo firmado en el caso de la amplia línea Lenovo thinkpad, al que corresponde el aparato en cuestión, es por $ 26,042.00, en efecto, precio top de dicha línea a la que corresponde esta computadora que inicia con un modelo que puede usted encontrar fácilmente en Amazon en menos de $ 5,000.00, entre otros modelos que van subiendo de precio hasta la más eficiente y por tanto más costosa de la línea Thinkpad, la cual sirve para tareas de alto perfil como ingeniería, diseño, streaming pro, o edición mutimedia, mientras la menos costosa sobra y basta para propósitos administrativos.
Tan sencillo como revisar el modelo, mismo que no aparece en el documento firmado de comodato, salvo por la serie (PF-558MMG) con la cual no es posible identificar el modelo, por lo que incluso fuera sencillo el sustituirla por una menos costosa. Parece que alguien se equivocó en algún sentido, al entregar un aparato extremadamente sobrado o un modelo más modesto, pero muy costoso.
… El que andaba tirando la casa por la ventana este fin de semana a las faldas del tetakahui, es el reconocido como viajero frecuente que ya ni Noroña, y según esto rector del CRESON, (Centro Regional de Formación Profesional docente del estado de Sonora), Luis Ernesto Flores Fontes, originalmente Centro de Maestros, construido por el gobierno de Guillermo Padrés como un magnífico proyecto regional vinculado a la malograda Alianza por la Calidad de La educación en el renglón de evaluación universal.
San Carlos Nuevo Guaymas fue la sede de este evento que requirió para su realización alrededor de medio millóncejo de devaluados pesitos, donde acudieron invitados de varios puntos del país, además de los de casa, mismos quienes por supuesto merecen un lugar digno y paradisiaco como el Hotel San Carlos Plaza para esta jornada de capacitación, que inevitablemente evoca un difuso dejavú de un célebre jolgorio de cumpleaños por ahí cerquita hace un par de años, y si así se celebró la capacitación, que bueno cuando de darle oportunidades de crecimiento profesional al magisterio se trata pero…
Según el completísimo reporte que recibimos, el programa no lo fue tanto según pudimos constatar, el cual pareciera mero pretexto para una jornada más orientada al fomento de la actividad turística, que tampoco pudiera no ser tan reprochable porque, como dicen, viajar también ilustra, considerando que el día jueves 23 de octubre contempló UNA HORA de actividad, de las 14:30 a las 15:30 hrs.; el viernes 24 de 9:00 a 14:00 hrs., clausurando los trabajos a esa hora, y la cerceita del pastel, contemplando la salida para el sábado 25 a la hora del check out normal como en cualquier hotel. Revísele ahí…
Lo bueno, dicen los consultados, es que por fin conocieron personalmente luego de varios años de ver tan sólo una ya raída y deteriorada foto en blanco y negro que se pone hasta en el altar de muertos del CRESON, en este caso de ausentes, donde algunos hasta llegaron a creer que se trataba de un santo recién canonizado al que le ponían velas y le pedían milagros -pero sólo se traba del por cierto consentido y apapachado por Froylán Gámez, flamante candidato de educación- quien dicen sus feligreses, respecto del señor rector, tiene más millas acumuladas que cualquier cosmonauta de la estación espacial. Ooooorale!!!
Pd. A la otra inviten!!!
Contacto via X en @dparra001 y en Facebok en @En3y2p